'El Pensamiento como fuerza motriz de la Concordia'

 

06/06/05: ‘La Semana del Pensamiento’ reunió en Santiago a cinco filósofos y ensayistas españoles en su penúltima mesa redonda, moderada por Fernando Sánchez Dragó

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Fuente: xacobeo.es

EL PENSAMIENTO Y LA CONCORDIA, A DEBATE EN COMPOSTELA

De izquierda a derecha: Antonio Escohotado, Luis Racionero, Fernando Sánchez Dragó, Gustavo Bueno y Abel Posse

Santiago, miércoles 6 de julio de 2005.-

En su penúltima jornada en Compostela, la ‘Semana del Pensamiento’ hizo del CGAC escenario de un debate filosófico acerca del saber como fuerza motriz de la Concordia. En este simposio, celebrado a las 19.00 horas, participaron los filósofos Gustavo Bueno y Antonio Escohotado, junto al sociólogo Luis Racionero y al escritor Abel Posse.

Moderó en esta ocasión el ensayista y literato Fernando Sánchez Dragó. A continuación recogemos algunas de las ideas que allí se expusieron:

SÁNCHEZ DRAGÓ: “El pensamiento ha provocado más discordia que concordia”

Dragó comenzó con una apostilla acerca de la reciente selección de Londres como centro de las Olimpiadas 2012: “Aquí, en Santiago, me enteré de que se rechazaba la Constitución europea y aquí vuelvo a enterarme de que Madrid no ha sido seleccionada como sede de los Juegos Olímpicos. Me alegro de ello por motivos egoístas, no patrióticos, pues yo no soy patriota ni tengo bandera. Durante un año nos han machacado con el orgullo de acoger los Juegos”.

A la hora de plantear la temática de la mesa redonda, Sánchez Dragó dijo: “La concordia se ha vuelto una palabra vacía muy recurrida por los políticos. No sé qué piensan mis compañeros de mesa, pero yo creo que el pensamiento ha provocado más discordia que concordia, dada su fuerte carga subjetiva. La concordia es más propia del sentimiento que del pensamiento, más propia del creyente. Ahora bien, concordia no es sinónimo de violencia. Uno puede ser pacíficamente discorde. La sabiduría es siempre una experiencia”.

LA FILOSOFÍA DISCORDANTE DE BUENO: “No existe un pensar auténtico”

Rompió el hielo Gustavo Bueno: “Yo no sé lo que es el pensamiento. El único modelo de pensamiento al que nos podemos referir ahora es el que propuso Aristóteles acerca del acto puro, un sistema que hace del saber algo eterno, completo, incluso divino. La imagen plástica que se nos viene a la cabeza es la que ofrece El Pensador de Rodin. Él piensa pero no sabemos en qué”.

La libertad del pensamiento queda en palabras de Bueno en entredicho: “Creer en la libertad de pensamiento es como pretender que un círculo sea cuadrado. No existe un pensar auténtico. El pensamiento es ante todo contradicción. Nadie puede decir 'soy ateo' sin pensar en Dios, ni 'soy monárquico' sin pensar en la República.

Sobre concordia y saber, Bueno manifestó que “el pensamiento favorece siempre a la discordia. No hay ejemplos históricos que indiquen que el pensar haya generado concordia. Decir paz es como no decir nada. Este término exige una adjetivación”.

ESCOHOTADO: “La concordia es una cuestión religiosa”

En su intervención, el filósofo trató de explicar el origen histórico del concepto concordia: “Los primeros altares y templos, los de la época grecorromana se hicieron porque se vivían tiempos de discordia. Eso demuestra que este concepto se liga más a lo religioso que a lo ideológico. La religión más antigua, la única que no tiene dioses, la civil, era el elemento unificador de todas las clases sociales de aquella época. En ella sólo bastaba rendir culto a los antepasados y no olvidar enterrarlos. La religión civil, la religión permanente era y es profundamente materialista, se trata de poseer”.

“Agitar conciencias en aquella época era tarea de los demagogos. Los demagogos propiciaron la idea de la propiedad como algo perverso, corrupto, que mancha. El pobre material, que no pobre de espíritu, apoyó con fervor esta campaña. Se justificaba el odio por los ricos, que no por las riquezas, hablando de un inmenso amor al más allá”.

VISIÓN NOSTÁLGICA DESDE ARGENTINA

Abel Posse criticó la falta de una postura más firme de la política en favor de la concordia: “Santiago presenta una dimensión espiritual ineludible. De ahí que hablemos de concordia. La concordia en tiempos de decadencia tiene la obligación de fundar un pensamiento de curación. Sin embargo, vivimos en una democracia donde el espíritu unitario no existe. La concordia es aquí un animal cojo. La política internacional no ayuda sino que continúa fomentando la ley del más fuerte. Este es el ciclo de la mentira. Sigue habiendo centros de opulencia y continentes de pobreza, exclusión constante. Sufrimos la nostalgia de las grandes ideas. Estamos en un tiempo de vacío total donde la política no convoca a producir pensamiento alguno. La escisión entre el yo y el nosotros es insalvable. Vivimos en sociedades que tienen todo menos sentido de la vida”.

RACIONERO: “La unidad conlleva diversidad y viceversa”

El sociólogo Luis Racionero fue el encargado de clausurar esta sesión: “Cuando se define lo bello inventamos lo feo. Así cuando hablamos de concordia automáticamente debemos pensar en discordia. La unidad conlleva diversidad y viceversa. No es posible vivir sin entender y aceptar esta dualidad. La tendencia actual es la de oponer en lugar de concebir que los términos que aparentemente se contraponen siempre se complementan, como si fueran los dos polos de un mismo bastón. Si la noche y el día se fusionan, así también ocurre con todo lo demás”.