1ª Entrevista exclusiva para sanchezdrago.com: El último capítulo

 

Esta entrevista tuvo lugar el 4 de Julio de 2005, durante la visita de Fernando Sánchez Dragó al acto de clausura oficial de la exposición de pintura de su gran amigo Félix Arellano. Fernando Sánchez Dragó acababa de llegar de Japón hacía escasas horas de un viaje acompañando a la delegación de la comunidad de Murcia en la Expo de Aichi, ejerciendo de guía por Japón y ponente en las presentaciones de los actos dedicados a la comunidad murciana en el país del sol naciente. Fernando Sánchez Dragó se mostró muy cómodo durante la entrevista, que transcurrió en un ambiente muy distendido y jovial.

Pregunta.- ¿Cómo ha ido su viaje a Japón como miembro de la delegación de la comunidad de Murcia en la Expo de Aichi?

Respuesta.- Pues acabo de llegar de allí hace cuestión de horas. La verdad es que la jornada del día de Murcia fue gloriosa. Después de haber vivido siete años en Japón nunca había presenciado un acto, en este caso organizado por un gobierno autonómico, al que hayan asistido tantos japoneses. Salió todo redondo, y yo creo que a partir de aquí queda abierto un amplio horizonte de relaciones entre Murcia y Japón.

P.- Supongo que durante su estancia habrá ido con Naoko a visitar a su familia...

R.- Sí, hemos estado unos días en Kioto con los padres de Naoko. Ella se ha quedado una semana más, pero yo he tenido que regresar a España, ya que esta semana tengo varios compromisos: la mesa redonda en Santiago de Compostela con Escohotado, Gustavo Bueno y Luis Racionero; las celebraciones del medio siglo de la Revista Aldebarán en Madrid y Cuenca; y, por supuesto, visitar esta magnífica exposición de mi buen amigo Félix Arellano.

»Como ya te digo, acabo de volver de Japón, y la verdad es que vuelvo bastante contento. Como bien sabes, las relaciones con mi suegro nunca han sido del todo buenas. Para un japonés, que su hija esté con un extranjero es algo difícil de aceptar. Pero en esta última visita todo ha ido muy bien, el padre de Naoko se ha mostrado muy cordial esta vez.

P.- Sin duda, habrá sido duro no haberse podido quedar más tiempo en Japón. Su gusto por Japón es casi un vicio...

R.- Más bien una virtud. No hay nada como aquello. He decidido adoptar ya, definitivamente, el horario japonés: comer a las 12h del mediodía y cenar a las 18h de la tarde. Aquello es otro mundo. Todo es distinto... Ahora que lo pienso, no quiero ni imaginarme lo saturado que debo de tener el contestador después de más de una semana fuera.

P.- Bueno, es normal, y ya estará acostumbrado, después de todo usted es un escritor de éxito y, por ello, muy solicitado.

R.- Sí, estoy acostumbrado, pero a partir de ahora debo encerrarme en Castilfrío para escribir, porque los editores ya se me tiran al cuello, presionándome para que termine ‘Españolito que vienes al mundo’. Así que tengo que ser inflexible a partir de ahora, limpiar mi agenda y dedicar todo mi tiempo a escribir. No voy a salir de Castilfrío hasta que no traiga tres o cuatro libros escritos debajo del brazo. Así que no vas a tener trabajo ni noticias para la web en unos meses...

P.- Ya será menos...

R.- (Risas) No, no. No voy a generar ningún tipo de noticia, al menos hasta que no salga ‘Españolito que vienes al mundo’.

P.- Que ya está muy avanzado, ¿no?

R.- Sí, lo está. Pero no podrá salir hasta febrero de 2006. Se retrasa por razones de mecánica editorial, no literaria.

P.- Y hablando de ‘Españolito que vienes al mundo’, me gustaría felicitarle por el programa de ‘Las Noches Blancas’ dedicado a Alejandro Jodorowsky. Por fin pudimos ver el famoso vídeo inédito de la lectura del Tarot que él le hizo.

R.- Gracias. El programa en el que Alejandro me leyó las cartas –y no sólo a mí, sino a varios escritores, como Antonio Gala, Luis Alberto de Cuenca, Espido Freire o Joaquín Sabina, entre otros- se grabó dos semanas antes de la intervención quirúrgica que sufrí en diciembre, pero, por unas razones o por otras, no se ha emitido hasta hace unos días, con Jodorowsky de nuevo en ‘Las Noches Blancas’.

P.- La consulta que le hizo al Tarot fue acerca de la muerte de su padre, que se produjo cuando usted aún no había nacido. Realmente, le considero muy valiente por la forma con que está tratando todo este tema. Como usted mismo dijo en alguna ocasión, “escribir es un oficio de samuráis y consiste en rajarse la tripa y ponerla encima de la mesa”. Jamás le he visto hablar tan intensamente como cuando lo hace de la muerte de su padre. Es admirable.

R.- Muchas gracias. ‘Españolito que vienes al mundo’ va a ser, con diferencia, el libro más intenso que he escrito. Será un libro largo y extenso -de unas quinientas páginas-, y está siendo, como te decía, la más intensa experiencia literaria de toda mi vida. Un libro que terminaré en el mes de septiembre y en el que he conseguido reproducir, cincuenta años después, palmo a palmo, milímetro a milímetro, como una especie de novela policíaca, todo lo que le sucedió a mi padre. Y descubro lo que cualquier investigador de aquellos años ha descubierto: que no fueron ni las izquierdas ni las derechas quienes perpetraron las barbaridades que se perpetraron, que no fue la Falange ni la CNT, que fue la gente que reventó las costuras de todos los partidos, en uno y otro lado, al día siguiente del 18 de julio, y se dedicó por envidia, que es el pecado capital de los españoles, a saldar cuentas y a denunciar al vecino. Todo lo que cuento en el libro, hasta el más mínimo detalle, es verdad, y sucedió tal como lo cuento.

»En un principio la idea del libro se gestó como un paralelismo entre las muertes de mi padre y de José Antonio Primo de Rivera. Pensé que llevara por probable subtítulo “Muertes paralelas”, con dos fotografías en la portada, una de mi padre “paseado” por los franquistas en Burgos al comienzo de la guerra, y la de José Antonio asesinado en Alicante por las izquierdas. Muertes paralelas, ya te digo. Pero, poco a poco, la idea inicial de escribir sobre este paralelismo entre las muertes de mi padre y de José Antonio fue dejando sitio y evolucionando hacia una obra de investigación, work in progress, que está concebida como una tragedia griega, con sus sucesivos actos, sobre la historia que he logrado reconstruir de los últimos días de mi padre, sobre las peripecias de mi madre en busca de su marido y mi propia historia como investigador e hijo que trata de conocer la vida de su progenitor.

»En parte, 'Españolito que vienes al mundo' también tratará este paralelismo al que aludía, pero no sólo entre las muertes de mi padre y de Primo de Rivera, al que le dedico unas cincuenta páginas, también las de Lorca y todos aquéllos que murieron en las mismas circunstancias.

»Pero lo que va a causar más revuelo es el último capítulo, que será el único de ficción de ‘Españolito que vienes al mundo’, aunque basado en hechos que tengo intención de llevar a cabo. Después de terminar el libro, y poco antes de entregárselo a mis editores, quiero irme al lugar donde yace mi padre, a la fosa común donde lo enterraron junto a los que mataron allí, y me gustaría exhumar su cadáver. Esto, como imaginarás, va a ser harto complicado, tanto legal y burocráticamente como forensemente, ya que habría que separar sus restos de los de los demás. De todos modos, sea o no posible desenterrarlo, mi intención es plantarme allí, en el mismo sitio donde descansa mi padre, y experimentar un viaje enteogénico. Me tomaré un LSD o un psilocibe y me abandonaré a sus efectos. Imagínate lo que puede pasárseme por la cabeza, inducido por los enteógenos, en un lugar con tanto significado como aquél, que evocará tantos sentimientos contenidos... mi padre, mi madre, mis seres queridos, ...

»Quizás estoy un poco preocupado por las consecuencias que puede tener esta experiencia para mi corazón, ya que no hace más de siete meses que me pusieron los tres bypasses. Hombre, está demostrado que las sustancias enteogénicas no dañan el organismo, pero sí que producen estados de gran intensidad emocional, cuánto más sobre la tumba de mi padre y lo que para mí representa. Por todo esto, le he pedido a Naoko que me acompañe en tan duro trance, y he encargado a mi secretaria que me consiga un desfibrilador a través de internet, por si acaso, y por lo que pueda pasar.

P.- ¿Pero está decidido a hacerlo realmente?

R.- Por supuesto, todo lo que he escrito en mi vida ha sido fruto de haberlo experimentado con anterioridad. Escribo sobre lo que he vivido. Y esta es la única manera de concluir ‘Españolito que vienes al mundo’, es algo que debo hacer.

»Pero antes de todo esto dedicaré el último capítulo a contar lo que me dispongo a hacer, reconociendo los peligros que sé que entraña, y una despedida, por si muero en el intento. Entonces el libro se publicaría póstumamente y lo escrito en este último capítulo serían mis últimas palabras.

»Ahora bien, si resulta que sobrevivo...

P.- Que esperemos que así ocurra...

R.- Sí, esperemos. (Risas) Si sobrevivo, al regresar relataré mi experiencia enteogénica en dicho capítulo y qué ha significado para mí. Finalmente, quiero que ‘Españolito que vienes al mundo’ termine –y esto será ficción- desenterrando a mi padre y entregándole a mi hija Aixa -que está en los últimos cursos de Arqueología- la calavera de mi padre para que la limpie con sus utensilios de arqueóloga. Este será el final del libro: mi hija limpiando la calavera de su abuelo.

P.- Es sorprendente. Desde luego, ‘Españolito que vienes al mundo’ no va a dejar a nadie indiferente... Por cierto, su hija estudia Arqueología, siguiendo los pasos de usted.

R.- Hombre, no exactamente, yo no soy arqueólogo. Aunque en parte tienes razón, ya que es una de mis vocaciones frustradas.

P.- Me gustaría comentarle el gran interés suscitado por sus recomendaciones de libros en sus programas de televisión, interés que se ha extendido al terreno de internet. Los visitantes de sanchezdrago.com buscan encarecidamente esos libros que usted recomienda en cada edición de ‘Las Noches Blancas’ o que reseña en alguna revista. Hace algún tiempo comentamos usted y yo la posibilidad de añadir a su web una sección dedicada a recomendaciones de libros.

R.- Sí, aún sigo con esa idea. Estoy elaborando aún la lista de todos los libros que me gustaría recomendar, pero es extensa. Pero bueno, ya pusiste en la web que me encanta ‘Libro de Réquiems’ de Mauricio Wiesenthal, incluso estuviste en la presentación que hicimos del libro en Madrid. ‘Libro de Réquiems’ estará en la lista, sin duda. Paciencia. Todo llegará.

P.- En el foro de sanchezdrago.com causó sensación el fragmento que leyó del final de ‘La Pagoda de Cristal’ en ‘Las Noches Blancas’, todo el mundo se interesó por el libro, pero desgraciadamente está descatalogado.

R.- Sí, yo también recibí muchísimos e-mails preguntando por el libro, pero es que es una edición de hace más de setenta años. Alguien debería reeditarlo... ¿no podrías hacerlo tú?

P.- ¡¿Yo?! No sabría cómo, la verdad. Además, hay que tener en cuenta los derechos de autor.

R.- No, ese libro es tan antiguo que ya no hay que pagar por los derechos. ¿Pero no se podría poner en la web para poder leerlo desde ahí?

P.- Eso sí, pero supongo que habrá que planteárselo más detenidamente.

R.- Claro.

P.- Bueno, Fernando, eso es todo. Muchas gracias por su tiempo.

R.- No, gracias a ti. Cuídate.

 

(Entrevista realizada por Francisco Javier Redondo Jordán para sanchezdrago.com, 4 de Julio de 2005)