‘Las
Fuentes del Nilo’, lejos de asentarse en tierras egipcias,
devuelve al lector a aquel Madrid de los años cincuenta sin
perder un ápice el sonido y el olor de sus calles, los colores
de sus barrios o las voces de la gente. Sánchez Dragó
erige en protagonista de estas páginas a Dionisio, un niño
de
la posguerra que pasea por la capital pero que se encierra en sus
lecturas para darle esquinazo a la realidad que por entonces lo
ahogaba todo, para romper con lo establecido. El autor madrileño
ha escrito un libro de iniciación psicológica en el
que entremezcla su particular discurso refinado con el lenguaje
popular.
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