Emma Nogueiro publica ‘Querido Nano’ (Planeta), un homenaje a Fernando Sánchez Dragó
El 17 de abril sale a la venta el libro ‘Querido Nano’ (Planeta), escrito por Emma Nogueiro, una crónica sentimental de la España de postguerra y una exaltación del amor por la vida que Fernando Sánchez Dragó mostró a lo largo de su trayectoria contada a través de los ojos de su madre, Elena, y de una conversación entre ambos.
Cuando se cumple un año de la repentina muerte del escritor Fernando Sánchez Dragó, Emma Nogueiro, su última compañera de vida, le dedica un homenaje bello y revelador en ‘Querido Nano’. Partiendo de las cartas que Sánchez Dragó y su madre Elena se intercambiaron en vida, se teje una suerte de biografía repleta de emoción, en la que el lector recorre los hitos más fundamentales de nuestra historia reciente al tiempo que descubre un sinfín de detalles en torno a la vida de uno de los intelectuales más polémicos de nuestro país. Un relato increíble sobre unos años en los que se pudo vivir con tanta intensidad como felicidad.
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NOTA DE LA AUTORA, EMMA NOGUEIRO:
Te lo debía, Fernando…
Hace unos años encontré un baúl en la casa de Fernando repleto de legajos y cartas cruzadas entre él y su madre a lo largo de varios años. Esos archivos, una especie de tesoro insepulto, son el hilo conductor del tiempo, la historia y la trama de mi primera novela. En cierta ocasión el propio Fernando explicó el contenido:
«Estuve muchos años viajando por aquí y por allá y prácticamente la única relación que se podía mantener era una relación epistolar. Mi madre encabezaba todas sus cartas diciendo “Querido Nano”, que era como se me llamaba en el ámbito de la familia. De ahí el título de este libro. Hay muchísimas cartas escritas durante mis años en el exilio, mis años viajeros y mi despegue literario. Son, además, una joya, unos archivos de una persona de 86 años que ha vivido episodios cruciales de la obra de España y de la historia del mundo, que ha conocido en fin a mucha gente, que ha estado en la cárcel muchas veces, que ha recorrido más de cien países, que ha tenido muchos amores, que ha vivido muchas aventuras, que ha escrito muchos libros».
Fernando vio el libro terminado, pero no alcanzó a leerlo entero. Llegó a la mitad. No creo que haya mejor respaldo para presentar este escrito que las palabras que me dedicó cuando repasó los primeros capítulos:
«Te escribo con la mirada abriéndose paso entre la neblina cruzada de las lágrimas. Tu libro es muy, muy, muy bueno. Lo he leído con lágrimas en los ojos, motivadas por muchas cosas, todas ellas alegres. Has escrito una hermosa pieza literaria. Me ratifico, tras leerlas, en mi convicción de que alienta en ti una escritora tan cargada de futuro como tu juventud augura. Tus palabras se posan en el amor que me inspiras. No tienes que esperar a que me muera para escribir sobre nosotros cosas sublimes. Éstas que hoy me envías lo son. Sólo te diré que es el texto más hermoso que he leído. Y lo que aún importa más: que he recibido. Conmigo vas. Mi corazón te lleva. Estaba escrito y escrito quedará».
Lo dicho: te lo debía, Fernando… Me dijiste que escribiera y escribí. Y aquí está el libro que tú hiciste posible. Ha sido un regalo que nadie podrá superar: el de poder viajar por el tiempo y dibujar el retrato de tu vida. A ti, este libro. Que sus páginas te acompañen siempre. Como mi corazón, como mi alma.
SOBRE EMMA NOGUEIRO:
Emma Nogueiro, (Asturias, Gijón, 1993). Con cinco años les pidió a los Reyes Magos ser periodista. Desde entonces le gusta juntar letras para contar historias. Periodista, lectora, inquieta, devoradora de cultura. Graduada en Periodismo, Máster en Patrimonio Audiovisual e Historia. Doctoranda en Ciencias de la Información. A lo largo de su carrera como periodista ha pasado por diferentes medios de comunicación. Tuvo como maestro a Fernando Sánchez Dragó. Con él aprendió a escribir de verdad y comprobó que la literatura es comedia, es drama, es testimonio, es confesión, es discusión, es coincidencia, es disidencia, es pugna, es amistad, es complicidad, es torneo, es, al final, la propia vida.
