Noticias

 

29/12/06: Fernando Sánchez Dragó, por Rafael Martínez-Simancas

Fuente: El Mundo

Dragó es un escritor inmenso que además colabora en los medios de comunicación y no les tiene el asco que profesan algunos académicos que cuando ven un micrófono se vuelven airadas princesas en el exilio. Dragó lleva años haciendo radio y también televisión, y en todos sus programas deja el sello de español, utópico y sentimental; es un soriano de la cofradía de los Machado con una vuelta por la sartén donde se fríen las ondas hertzianas, paté de intelectualidad mezclado con un toque oriental de pacifista en la América que se quejaba de la Guerra de Vietnam. Fue tocapelotas del franquismo y pasó algo más de un año en la cárcel por su militancia en el PCE, ahora milita en su palabra que es la república de los que no tienen otra cosa. Dragó en el fondo es un antisistema que sabe comportarse en una cena de gala, por lo tanto muy peligroso.

En la desaparecida Radiocadena Española realizó un espléndido programa, El mundo por montera, al que dedicó un monográfico dedicado a la pasión por las motos que le valió un Premio Ondas y que debería estudiarse en las facultades de Periodismo. Luego se recicló de tertuliano porque no quería perder el contacto con la realidad de la que se evade al escribir Gárgoris y Habidis, o la reciente Muertes paralelas, entremedias se inventó un programa de libros excelso donde se puede hablar de todo (también de literatura), donde igual te monta una charla con autores jóvenes que una sesión de psicomagia con Jodorowsky o habla de Jesús de Nazaret como si hubiera estado en la mesa de la última cena.

Fernando sabe del oficio y nadie le va a quitar los galones ahora. Algunos se han extrañado porque vaya a presentar el informativo de la noche en Telemadrid. Quizá es el momento en el que alguien debería reformar el lenguaje aséptico de la información audiovisual, un regreso a lo que hizo Martín Ferrand en Hora 25, otra manera de utilizar el tiempo y la palabra que también es ritmo y hasta es posible que le encuentre el compás del bolero a la información científica. Quizá haya llegado el momento en el que los escritores hagan suya la síntesis de la información para adaptarla al lenguaje actual; en ese caso nadie mejor que él para manejar el barro del adjetivo y darle carne al sustantivo insulso que otros predican como manual de estilo. El escritor siempre ha sido persona comprometida con su tiempo y en la información Dragó va a encontrar razones para volver a tomar La Bastilla llegado el caso.

Se lo han puesto a huevo, le toca defender los toros, la libertad de dieta y la unidad de España y también contar los desmanes políticos que se convierten en la cosa nostra de cada día. Le han dado los argumentos para hacer un informativo de autor que luego él convertirá en novela. Que triunfes, tío.

Rafael Martínez-Simancas

 

 

28/12/06: Dragó presentará el informativo Diario de la noche de Telemadrid

Fuentes: Efe / Europa Press / El Mundo

Fernando Sánchez Dragó desea que el Diario de la Noche de Telemadrid, que presentará a partir del 22 de enero, se transforme en un espacio 'neutral, independiente y libre' al que imprimirá su 'estilo, personalidad y carácter aunque siempre con el corsé que la información exige'.

Así lo desveló Sánchez Dragó, que ayer mismo alcanzó un acuerdo con la dirección de Telemadrid para hacerse cargo como director y presentador del espacio informativo nocturno de la cadena, un proyecto que calificó como una 'aventura arriesgada' a la que no podía decir que no: 'todo un desafío que he aceptado sabiendo que es una aventura'.

'Me han puesto la muleta y he ido a ella —confesó—, ahora que Dios reparta suerte'. Hijo, nieto y bisnieto de periodistas, Sánchez Dragó, que cumplió el pasado octubre 70 años, aseguró haber aceptado el 'ofrecimiento lanzado' por la cadena en la que actualmente presenta también el espacio literario Las noches blancas. Según dijo, el 'ofrecimiento en firme fue realizado pocos días antes de Nochebuena'. Fue en un acto de El Mundo donde se gestó la idea el pasado mes de noviembre, cuando Sánchez Dragó y Manuel Soriano, director de Telemadrid, coincidieron en la entrega de Premios Internacionales de Periodismo de El Mundo: 'Soriano me preguntó si me atrevería a hacerlo y la verdad es que al principio me eché a reír'. La segunda propuesta, esta vez más formal, Fernando Sánchez Dragó se la tomó muy en serio y, tras unos días de duda, dijo sí.

'Yo la verdad es que lo he hecho todo en periodismo, en televisión y en radio, pero presentar un informativo de una hora en directo va a ser como pilotar un Jumbo sin tener horas de vuelo', indicó.

El Diario de la noche será un espacio 'ecuánime, neutral, independiente y libre' en el que pondrá 'mucha ilusión, dedicación y toda la profesionalidad de la que sea capaz', habrá una 'separación entre opinión e información', confesó Sánchez Dragó, que hizo hincapié ayer en su acreditada trayectoria de periodista independiente, y aseguró que lo único que piensa hipotecar es su tiempo: 'Este trabajo va a ser todo un sacerdocio'.

'Será un informativo de autor, a mi estilo, pero con la libertad que requiere', matizó el escritor, teniedo como 'pauta a seguir' el programa que conduce el periodista Larry King en la cadena de televisión estadounidense CNN, con su dosis de 'análisis', pero teniendo claro que, 'cuando entre en el estudio, voy a colgar mis ideas en la percha'.

Entre los cambios que apuntó Dragó para el espacio informativo están el 'abrir con la noticia del día en España seguida de una encuesta de opinión realizada en la Puerta del Sol', y un 'cara a cara entre dos personas de distinto posicionamiento político', detalló.

También tiene en mente programar un 'rincón de buenas noticias', una sección que incluya 'aquellas informaciones que se tiran a la papelera por lo extravagante' o 'no-noticias', 'ésas que han sido noticia a lo largo del día pero que no merecen serlo', explicó el autor, para quien no tendrán cabida ni 'las noticias del corazón ni los sucesos'.

También desveló la creación de 'un rincón ético y la figura del defensor del espectador', muchas ideas para las que necesitaría un programa de tres horas, pero tendrá que acomodarse 'al tiempo disponible', ironizó.

El escritor confesó que irá incorporando caras nuevas al Diario de la Noche, aunque también contará con el equipo anterior, al que visitará mañana por primera vez, y continuará con su labor al frente del programa Las noches blancas, que presenta y dirige en la misma cadena.

En cuanto a los motivos que motivaran la dimisión del periodista Germán Yanke el pasado 9 de octubre, que según fuentes próximas al presentador se debían a presiones políticas y que la cadena atribuyó a razones de tipo económico, Dragó secunda la postura de Telemadrid. El escritor aseguró que cuando se produjo la salida de Yanke él estaba en China, en 'los confines de la ruta de la seda' y que cuando regresó a España era una noticia 'muy vieja' y no tuvo 'información de primera mano'.

'Según tengo entendido fue por un problema de presupuestos, al fin y al cabo estoy dentro de la casa y no creo que haya habido ninguna injerencia política', explicó el periodista. 'Con el corazón en la mano no he oído nada, no creo que Esperanza Aguirre sea una persona dada a practicar injerencias", declaró.

Sánchez Dragó presentará el informativo de lunes a jueves. Los viernes Telemadrid emitirá un informativo más reducido con otro presentador y a continuación el programa literario Las noches blancas, también presentado por Sánchez Dragó, que se emitirá a las 00:30h.

 

 

26/12/06: En defensa del Parque de Guadarrama

Fuentes: El Mundo / El Adelantado de Segovia

En Castilla y León la Junta estudia en la actualidad con los ayuntamientos afectados la delimitación del futuro parque

 

37 personajes relevantes del mundo de la cultura, las Ciencias Sociales y la judicatura piden «que se aceleren los trámites de la declaración del parque» y que «cese la incertidumbre en cuanto al cómo y al cuándo». De no ser así creen que se causarán «daños irreparables» en este entorno natural

Con el anuncio de la creación del Parque Nacional de Guadarrama, las expectativas entre muchos de los que llevaban años demandando el reconocimiento de este espacio natural situado a caballo de Madrid y Castilla y León volvieron a cobrar vida. Sin embargo, el paso del tiempo y el hecho de no ver avanzar el proyecto han convertido la ilusión en una nueva decepción.

Un grupo de 37 personas relacionadas «con la defensa del Patrimonio cultural y natural, las Artes, las Humanidades y las Ciencias Sociales» ha remitido una carta a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, para mostrar su «inquietud» con determinados hechos relacionados con el área del parque.

La iniciativa de enviar esta carta ha partido del escritor Santiago de Mora-Figueroa, Marqués de Tamarón, la abogada Carmen Roney, y del presidente de Hispania Nostra, Alfredo Pérez de Armiñán.

Ricardo Aroca, Baltasar Garzón, Fernando Sánchez Dragó, Antonio Mingote, Juan Luis Arsuaga, Pío Cabanillas y Luis Alberto de Cuenca, entre otros, firman el escrito. «Todos los firmantes tenemos algún vínculo con la comarca al pie de la ladera norte, segoviana, de la sierra de Guadarrama». Según explican, están asistiendo con «inquietud a un fenómeno general» que se está produciendo en muchos municipios de la región, «con independencia de su afiliación política». Desde el momento en que se anunció la creación del parque, «se extendió la prisa por ampliar el casco urbano de los pueblos, las recalificaciones de terrenos y, a veces, las edificaciones irregulares en terrenos rústicos».

En estas líneas se quejan de que «ni siquiera se han librado zonas de especial protección. Diríase que hay quienes temen que si no se apresuran verán frustrados sus deseos de edificar, al volverse presumiblemente más difíciles esas operaciones en cuanto entren en vigor las normas protectoras del futuro parque y su entorno».

Guadarrama lleva 70 años esperando ser protegido. Ecologistas madrileños y segovianos coinciden en que este paraje, de gran valor natural, debe ser preservado. A juicio de los 37 firmantes, «al retraso en la declaración del parque se une otro elemento que complica aún más la situación, que es el proyecto de nueva Ley de la Red de Parques Nacionales». En este sentido, añaden: «Se ha sabido que el carácter restrictivo de dicho proyecto de ley prohibirá casi todos los aprovechamientos, tradicionales o no, en la zona incluida en el Parque Nacional de Guadarrama, lo cual debilita aún más la aceptación de dicho proyecto en los pueblos y aldeas de esta zona, y a la vez anima a construir a toda costa y a toda prisa, y, en cualquier caso, a oponerse a la declaración del parque».

Consideran que es «imprescindible que cese la incertidumbre en cuanto al cómo y al cuándo de la declaración del parque». Según recogen en la carta, «cada día que dura esta incertidumbre aumenta la presión para emprender actuaciones que redundarán en daños irreversibles. Sería preferible un acuerdo muy rápido entre el Ministerio y las dos Comunidades Autónomas para disponer de algún tipo de protección, más que seguir esperando indefinidamente una solución óptima». En esta línea, los firmantes defienden que, «en todo caso, siempre se pueden declarar los Parques Naturales que correspondan en las comunidades de Madrid y Castilla y León, y, cuando la Ley Declarativa del Parque Nacional de Guadarrama culmine sus trámites, añadir su normativa a la protección ya conseguida».

Apoyo desde todos los ámbitos

Las personas que suscriben el escrito son las siguientes: Marqués de Tamarón, Carmen Roney, Alfredo Pérez de Armiñán, Carmen Añón, Ricardo Aroca, Juan Luis Arsuaga, José María Ballester, Ángel Blasco Hernández, Tom Burs y Marañón, Pío Cabanillas, Erik Clavería Soria, Ángel Cristóbal Higuero, Luis Alberto de Cuenca, Fernando Checa, Luis Figuerola-Ferretti, Eduardo García de Enterría, Ángel García Sanz, Baltasar Garzón, Mercedes González de Amezúa, José Jiménez Villarejo, Antonio Madrigal, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, Julio Martín Casas, José Antonio Martín Pallín, Lorenzo Martín-Retortillo, Antonio Mingote, Ramón Montoya, Javier Mosteiro, Carlos Muñoz de Pablos, Enrique Pérez-Galdós, Araceli Pereda, Isabel Sáiz de Arce Amigo, Duque de San Carlos, Fernando Sánchez Dragó, Juan Manuel Suárez Japón, Jorge Trías y Joaquín Vaquero Turcios.

 

 

25/12/06: Un relato de Dragó incluido en la Antología del relato español

Fuentes: La Crónica de Guadalajara / Guadalajara Dos Mil

El poeta y ex secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, es autor del prólogo de esta extraordinaria obra, presentada así: Ediciones Irreverentes ha reunido en un volumen a un equipo de gala de narradores breves que escriben en castellano. Todos ellos son cuentistas excepcionales. El lector podrá encontrar en esta Antología del relato español desde extraordinarias narraciones tétricas, como las de Antonio López del Moral, Fernando Marías, Miguel Ángel de Rus, Fernando Savater y Andrés Trapiello, hasta un divertido relato erótico de Fernando Sánchez Dragó; desde los duros veranos descritos de forma tan breve como magnífica por los académicos Luis Mateo Díez y Francisco Nieva, hasta los ambientes cultos, de conflicto y un punto transgresores pintados por José Luis Alonso de Santos y Luis Antonio de Villena; desde el cosmopolitismo descreído de José Enrique Canabal hasta la búsqueda en lo propio, en lo íntimo, en la calle, en la historia cotidiana, de Antonio Gómez Rufo, Juan Manuel González, Paula Izquierdo y Antonio López Alonso; desde la espléndida narración histórica de Joaquín Leguina hasta el relato cogido al vuelo de la actualidad de Lourdes Ortiz.

El libro, de 248 páginas y con un precio de 15 euros, recoge los mejores relatos publicados por autores que representan a todas las generaciones de la literatura española, desde el Académico de la Lengua, Francisco Nieva, hasta los autores más jóvenes y brillantes del panorama nacional, como Miguel Ángel de Rus y Antonio López del Moral.

Un relato de Fernando Sánchez Dragó ha sido incluido en la Antología. Se trata de ‘Anábasis’, un relato de corte erótico escrito en el año 70 que cuenta las peripecias de un adolescente, que recuerda, como siempre, al propio Dragó, con una chica que viene a verle a Madrid desde Barcelona.

El novelista gallego, residente en Guadalajara, José Enrique Canabal, afirma: “Estoy francamente orgulloso de haber sido incluido en una Antología del relato que incluye a los escritores españoles más importantes. Pero, principalmente, estoy orgulloso de publicar en una editorial que, como ha hecho Ediciones Irreverentes, ha dejado una obra para la posteridad. Quien quiera saber en el futuro cómo era la literatura española a comienzos del siglo XXI deberá acudir, obligatoriamente, a esta Antología”.

En la misma línea se manifiesta Luis Alberto de Cuenca, quien afirma que “esta estupenda antología del cuento español actual está destinada, sin duda, a perdurar”.

“Algunos ni siquiera dijeron cuánto iban a cobrar”, contó a modo de anécdota el editor del libro, también periodista y escritor Miguel Ángel de Rus, cuya aportación al volumen es un relato llamado ‘La Verdad’. “Nos emocionamos, francamente, al ver el libro”, confesó en la presentación oficial de esta antología.

José Enrique Canabal, autor de Marea Baja o El Vidente incluye en el volumen ‘Historia de un dólar’. Aludió en su discurso, precisamente, a la existencia de una literatura que “es todo euro”, “que es una mercancia para la que hay mercado y en la que hay una parte de la producción que es dólar y negocio”. Además, dijo, “se está perdiendo un poco de frescura”.

Ambos escritores defendieron, sin embargo, el género del relato. Para de Rus no es sino “un amor pasajero, fugaz, que disfrutas salvajemente”. Para Canabal, para quien “escribir es una necesidad” es más “un viaje al interior, más fresco y muy profundo”.

La Antología del Relato Español ya va por su segunda edición y como resumieron ambos literatos, “es un crisol de escritores”. “Lo que ofrecemos es la creencia de que la literatura no ha muerto”, finalizó de Rus.

 

 

22/12/06: Especial del día de Navidad con niños en Las Noches Blancas

Como cada año, el programa de Navidad está dedicado a los pequeños de la casa y a sus padres, para que no olviden incluir libros entre sus regalos de estas fiestas. Se hablará sobre la literatura dirigida a los más jóvenes, que no por ello obsta para que sea de buena calidad literaria. Como los niños serán los protagonistas de este programa, en el que participarán activamente, se emitirá, además de en sus horarios de costumbre, el día de Navidad por la mañana a las 7:25h., para que los niños puedan verlo mientras abren sus regalos.

Invitados: Carmen Posadas, Rafael Reig, Fernando Marías y José María Plaza.
Niños invitados: Mario Prenushi Sánchez, Caterina Mengs Sánchez, Lilith Verstrynge, René Verstrynge, Claudia Escohotado, Ana Reig y varios niños del Colegio Balder de Madrid.

El programa podrá verse en directo en sanchezdrago.com en el siguiente horario:

Telemadrid: Lunes a las 07:25h. (CET) (Ver Las Noches Blancas en directo)

Telemadrid Sat: Lunes a las 07:25h. (CET) (Ver Las Noches Blancas en directo)

 

 

20/12/06: La Junta de Castilla y León edita un catálogo de escritores vivos de esta región

Los escritores asistentes al acto, destacando el reciente premio Cervantes, Antonio Gamoneda, sexto por la izquierda en primera fila, posan con el presidente Juan Vicente Herrera y la consejera de Cultura, Silvia Clemente, junto a Dragó

Fuentes: ICAL / Junta de Castilla y León

Muchos de los autores más consagrados de las letras de Castilla y León se dieron cita ayer en Valladolid, durante la presentación del Catálogo de Escritores de la región. Entre otros, literatos como Luis Mateo Díez, Andrés Trapiello, Antonio Pereira o Raúl Guerra Garrido y Antonio Gamoneda, rechazaron la existencia de una literatura regional con señas de identidad diferenciables, y apostaron por el «universalismo» como rasgo común.

Tras su reciente publicación de La piedra en el corazón, el leonés Luis Mateo Díez calificó la posibilidad de que exista una literatura castellana y leonesa como «un viejo debate excesivamente reduccionista». En el mismo sentido se manifestó el burgalés Óscar Esquivias, quien valoró que, actualmente, «los autores que estamos escribiendo sobre Castilla y León o en la región nos confundimos con el resto de España y de la literatura en lengua castellana».

Asimismo, el salmantino Luciano G. Egido subrayó que «cada autor tiene una estética propia, de carácter universal, aunque entre todos nosotros puede apreciarse en ocasiones un aire que parezca similar», dijo.

Otros autores como el madrileño afincado en Soria Fernando Sánchez Dragó prefirieron destacar las señas de identidad comunes: «La cuna de la lengua castellana está aquí, y ése es un rasgo muy importante. Además esta tierra tiene un acento cultural de gran intensidad». En esa línea también se manifestó el vallisoletano Alejandro Cuevas, quien resaltó que «los lugares de los que hablamos, la infancia, los paisajes... por lo general están presentes en gran parte de los autores recogidos en este catálogo».

Por su parte, el reciente ganador del Premio Cervantes, Antonio Gamoneda, resaltó la necesidad de que en la región se pongan en marcha «mecanismos de conexión y de proyección de los autores de la región» y recomendó una apuesta por la globalización.

Donde sí coincidieron todos fue en subrayar el «excelente» momento que atraviesan las letras de la región. Así lo explicó Antonio Pereira, quien comentó que él «firmaría para que el futuro sea al menos tan bueno como ahora».

Dragó, junto a la consejera de Cultura, Silvia Clemente

Otros autores como Alejandro Cuevas y Luis Mateo Díez aludieron al propio Catálogo de Escritores como un «inmejorable testimonio» de esa buena salud. «Muchos de los escritores que recoge este catálogo están entre los más importantes de nuestra lengua», detalló Óscar Esquivias.

Luciano G. Egido aludió al «montón de escritores muy buenos de nivel nacional e internacional» que desarrollan su labor actualmente en la región, mientras que Luis Marigómez argumentó que «existen datos objetivos sobre el buen momento que atraviesa, pero a los escritores siempre nos gusta quejarnos».

En una línea similar Andrés Trapiello destacó que «no es posible conseguir de un modo sistemático que surjan buenos escritores, pero lo que sí es viable es lograr mejores lectores» y por su parte, Elena Santiago apuntó que es «un buen momento para intentar abrir nuevas posibilidades». Para concluir, Sánchez Dragó rechazó euforias y aludió al tiempo como juez inquebrantable que tendrá que valorar el momento presente.

 

 

19/12/06: Dragó participa en un homenaje de la revista Ánfora Nova a Fernando Arrabal

Fuente: granadadigital.com

Arrabal en un momento del homenaje

La revista literaria Ánfora Nova, que cumple este año su decimoséptimo aniversario, presentó el pasado sábado en Rute (Córdoba) una edición monográfica dedicada al escritor Fernando Arrabal, que contó con la presencia del autor homenajeado.

El acto, que tuvo lugar a las 20.00 horas en la Casa de la Cultura de la localidad, acogió la presentación del número 67-68 de la revista literaria Ánfora Nova, que lleva por título 'Festival Arrabal' y ha sido coeditada con la Fundación CajaSur.

Asimismo, la revista parte con el objetivo primordial de reivindicar "el destacadísimo papel que el escritor Fernando Arrabal ha venido ejerciendo en ámbito literario internacional, en donde se le considera el escritor español más universal de nuestra literatura viva".

Dicho acto contó con la presencia del propio Fernando Arrabal, que vino expresamente desde París —su residencia habitual desde hace más de 50 años—, la hispanista y profesora de la Universidad de La Sorbona, Luce Moreau; el escritor y Magistrado de la Audiencia Provincial de Córdoba, Francisco de Paula Sánchez Zamorano y el director de la editorial Ánfora Nova José María Molina Caballero.

La edición que se presenta está encuadernada e impresa a color y cuenta con un diseño de Antonio García Cruz. Su contenido arranca con un prólogo del ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, al que le sigue un capítulo bio-bibliográfico titulado 'Acerca de Fernando Arrabal' que incluye datos biográficos, premios, últimas publicaciones, filmografía y una selección de extractos de textos dedicados a su obra.

La edición continúa con una entrevista y un bloque de textos inéditos de Arrabal (poesía y prosa), al que acompañan una serie de dibujos y collages del propio autor homenajeado. Por último esta obra concluye con un capítulo titulado 'Dossier homenaje' en el que se incluye una nómina de prestigiosos autores cuyas colaboraciones versan sobre algún ámbito de la obra de Arrabal.

Entre los participantes en este homenaje figuran escritores de la talla de Milán Kundera, Juan Goytisolo, Fernando Sánchez Dragó, Luce Moreau, Antonio Bertoli, Antonio Garrigues Walker, Mariano Roldán, Manuel Gahete o José Luis Rey, entre otros.

Como exclusiva para sanchezdrago.com, presentamos el vídeo del ya celebérrimo programa de La Noche titulado 'El Apocalipsis' (1989), en el que participó Fernando Arrabal, sin duda, en palabras del propio Dragó, «el mejor programa de la Historia de la televisión en el mundo, porque por una vez la verdad se colaba en este mundo de artificio que es la televisión. ¿Qué pasó? Arrabal es un hombre tímido, es un hombre bajito, y como es tímido le costaba trabajo aparecer en televisión, y como es bajito una copa le hacía el mismo efecto que si hubiera tomado tres una persona de talla normal. Entonces el hombre se achispó, y en directo pasó lo que pasó».

 

 

 

 

17/12/06: Sánchez Dragó expuso sus reflexiones sobre José Antonio y Falange Auténtica en Alicante

Fuente: falange-autentica.org

Una vez más, Fernando Sánchez Dragó puso de manifiesto su radical independencia, aceptando intervenir nuevamente en un acto cultural de Falange Auténtica, celebrado el pasado 25 de noviembre en la ciudad de Alicante, y rompiendo otra vez el silencio oficial sobre José Antonio y sobre Falange Auténtica, pero sin que ello fuera inconveniente para subrayar también sus profundas diferencias ideológicas con el falangismo.


Tras la presentación a cargo de Carlos Vara, secretario nacional de comunicación de FA, Dragó comenzó recordando que en los últimos años ha intervenido en cuatro actos hablando sobre José Antonio Primo de Rivera, le ha dedicado dos emisiones de Negro sobre Blanco en TVE y una de Las noches blancas en Telemadrid, y su figura ocupa un centenar de páginas de la novela Muertes Paralelas. Bromeó diciendo que en su intervención iba a dar nuevo material a Enric Sopena (en alusión a las críticas que ElPlural.com le había dedicado en los días previos). Aseguró que, al aceptar participar en convocatorias culturales de FA y referirse a ellos en su libro y en varias entrevistas, se había convertido en una especie de relaciones públicas de la organización, pero que lo hacía muy gustoso y que se alegraba profundamente de “romper así la posible endogamia sobre Falange Auténtica, por sentido de la justicia”, y también de “sacar de las catacumbas a José Antonio, que ya era hora”. En este sentido, se refirió a la actividad editorial que ha generado su figura y recordó cómo incluso Javier Rioyo ha dedicado un espacio de Estravagario en TVE a Falange sin que haya recibido las injustas críticas que a él le llovieron en su día por lo mismo.


“Las gentes de Falange Auténtica -afirmó- dicen que me están muy agradecidos, pero soy yo el que estoy agradecido, aunque ellos no se lo crean”. José Antonio marcó un punto de ignición del que surgió su última novela, una obra que tenía pendiente desde que, hace cincuenta años, supo en un interrogatorio policial que a su padre lo habían matado los nacionales. La polémica que causó el espacio Negro sobre Blanco dedicado al fundador de Falange dio pie a una oferta editorial que finalmente fructificó en Muertes Paralelas. Por otro lado, manifestó que “siempre he tenido muy buena relación con los falangistas, porque éramos adversarios pero no enemigos”. Aseguró que “los falangistas de personalidad más abierta fueron quienes nos abrieron los brazos y las puertas de Troya para que entrásemos los antifranquistas en muchos lugares”. Además, consideró que “los falangistas que he conocido no eran meapilas, en medio de la sociedad franquista eran gente libre”. Recordó una vez más la distinción que establece en su libro entre tres falanges: “la Falange fundacional, la Falange cutre de la dictadura y, finalmente, la Falange buena, la Auténtica”.


Dragó sostiene que la figura de José Antonio “no sólo representa una muerte paralela, sino también una vida incompleta”, puesto que es un “gran desconocido que no dejó una obra acabada, sino que legó un pensamiento vivo y en marcha”. Añadió que “desde un punto de vista literario es un personaje atractivo y con misterio”.


Por eso, Fernando piensa que no hay que centrarse sólo en homenajes “porque eso sería condenarle al sarcófago y José Antonio no merece convertirse en arqueología”. “Tenéis que considerarlo —añadió— una semilla que tiene que ir germinando en vosotros”.


Recordó que la vez anterior que participó en un acto cultural de Falange Auténtica lo hizo con una camiseta con el texto “soy apátrida”, con el ánimo de “provocar un cortocircuito en una organización patriótica como Falange Auténtica”, pero reconoció que “de 'las Españas' yo no soy apátrida; no tengo patria, pero sí tengo tierra, lengua, cultura, creo en la traditio por la que las generaciones se entregan el saber en la Aurea Catena”.

Dijo que su cercanía con los falangistas y joseantonianos por tanto “no es por identidad de pensamiento, sino por consanguinidad de sentimientos” y dedicó una buena parte de su intervención a desgranar sus diferencias respecto al pensamiento político falangista. “Como si fuera un tertuliano de 'La Ballena Alegre' que plantea debate a José Antonio”, criticó la pasión política —“los políticos no arreglan problemas, se los inventan para justificar su sueldo, yo no soy un hombre de polis, soy un hombre de campo”—, se desmarcó del patriotismo —“tengo incapacidad para todos los sentimientos colectivos”— discrepó del republicanismo falangista —“qué más da que gobierne un rey o un presidente, yo no soy republicano, si acaso soy 'reprivadano'—, del sindicalismo —“no creo en ninguna clase social ni tampoco en la fuerza del número”—, o de la sacralización de la democracia y el sufragio universal —“que en vez de un sistema político se ha convertido en una auténtica religión”—. Ejerció así en la práctica el concepto orwelliano de la libertad —“el derecho a decir a la gente aquello que no le gusta oír”— y, desde esa discrepancia, invitó a los presentes a un apasionante debate político que, por meras razones de tiempo, quedó pendiente, pero que sin duda habremos de mantener, por cuanto resulta enormemente sugestivo el reto viniendo de un intelectual de primera fila.


El escritor dio una vez más, ante su entregado auditorio, muestras de su vastísima cultura y de su atípica personalidad, en una amena intervención, tan extensa como interesante. Obsequió, además, a los presentes con dos primicias: por un lado, la presentación audiovisual del proyecto de lo que puede ser su próximo programa televisivo, Gárgoris y Habidis, la España oculta, un recorrido televisivo por la España mágica de la mano del propio Dragó y del escritor soriano Antonio Ruiz Vega; por otro, la lectura de fragmentos de su obra inédita A Contraespaña, un texto políticamente incorrecto que verá la luz en breve.

 

 

15/12/06: Sánchez Dragó: «De la España mágica, el Bierzo fue lo que más huella me dejó»

Fernando Sánchez Dragó, ayer durante la conferencia que abrió el congreso

 

Fuente: elmundo-lacronica.com

El carismático escritor, Premios Planeta y Nacional de Literatura, Fernando Sánchez Dragó estuvo ayer en Ponferrada inaugurando las jornadas 'La España mágica y su legado literario' que él mismo dirige, organizadas por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

En este acto, que se celebra durante estos días en la Casa de la Cultura de Ponferrada, Sánchez Dragó alabó las cualidades mágicas de la comarca del Bierzo, descubiertas a través de sus investigaciones. «Lo que más me impresionó de todo lo que recorrí fue esta zona de Ponferrada, el Bierzo, Las Médulas, el valle del Silencio, el Sil, la Tebaida, la sierra de Cabrera, Villafranca, Compludo, lo que fue el monacato independiente leonés en los primeros siglos del cristianismo, fue de la España mágica que yo estaba descubriendo en estos momentos fue lo que más huella me dejó». No obstante, el escritor madrileño lamentó que todos estos emblemáticos lugares se hayan convertido en «parques temáticos» para los turistas.

La intención de Sánchez Dragó con estas jornadas es, según dijo ayer, dar a conocer a una España oculta, pero en la que todo el mundo tenga cabida. «Debido a todos estos líos de los estatutos, de las autonomías, que España se rompe, que no se rompe, andan todos los españoles a la greña consigo mismos y en un momento como éste lo esencial es suministrar una idea de España, abierta, donde todo el mundo se pueda encontrar cómodo, que no excluya a nadie, pero que tenga un mínimo agarradero, porque el único país que está en guerra consigo mismo es España».

Sánchez Dragó no dudó en hacer duras críticas contra los pseudoinvestigadores de las cuestiones míticas, como es el caso del mundo templario. En este sentido, dijo «se cuela en este tipo de investigaciones, mucho tipo de charlatán, por poner el charlatán más ilustre, el señor Dan Brown (autor del best-seller 'El Código Da Vinci') que ha escrito una verdadera patochada que no tiene base histórica ni base científica y además está muy mal escrito, pero esto es inevitable, en el mundo de la Historia, incluso la oficial, siempre hay charlatanes. Tanto más en un terreno tan resbaladizo, que se presta tanto a la imaginación como éste. Hay poco trigo, pero mucha paja».

En el acto estuvieron presentes también personalidades del mundo de la cultura y la política ponferradina, como el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, el locutor radiofónico Luis del Olmo y el director de museos Jesús Courel.

Consultar el programa del ciclo de conferencias de 'La España mágica y su legado literario' para las próximas conferencias

 

 

12/12/06: Ponferrada (León) acogerá las jornadas sobre 'La España mágica y su legado literario' del Instituto de la Lengua

Fuente: Europa Press

Dragó, durante su conferencia, en el congreso del año pasado, dedicado a los Templarios

'La España mágica y su legado literario' es el título de unas jornadas que van a tener lugar en Ponferrada (León) los próximos días 14, 15 y 16 de diciembre, organizadas por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, en colaboración con Ayuntamiento de esta ciudad y la Diputación de León y que son dirigidas por el escritor Fernando Sánchez Dragó.

«En este ciclo, el segundo de Ponferrada, hemos querido reunir a una serie de escritores y estudiosos para que aborden la idea de una interpretación magicista de la Historia de España, que comienza probablemente con los primeros geógrafos e historiadores griegos y romanos que visitan la península y tiene continuación a partir de la Edad Media en los llamados Falsos Cronicones», señaló el director del Instituto de la Lengua, Gonzalo Santonja.

Encabezados por Fernando Sánchez Dragó, intervendrán Isidro Juan Palacios, buen conocedor de los orígenes prerromanos; Antonio Ruiz Vega, centrado en la recuperación de Roso de Luna; Joaquín Arnáiz, biógrafo de Sánchez Dragó, y Antonio Dalmau, especialista en el mundo de los cátaros a ambos lados de los Pirineos.

 

 

05/12/06: Más libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó

· Estambul, de Orhan Pamuk (Mondadori)

Estambul es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk. La historia da comienzo con el capítulo de su infancia, donde Pamuk nos habla sobre su excéntrica familia y su vida en un polvoriento apartamento –«los apartamentos Pamuk», así los denomina– en el centro de la ciudad.
El autor recuerda que fue en aquellos días lejanos cuando tomó conciencia de que le había tocado vivir en un espacio plagado de melancolía: residente de un lugar que arrastra un pasado glorioso y que intenta hacerse un hueco en la «modernidad».Viejos y hermosos edificios en ruinas, estatuas valiosas y mutantes, villas fantasmagóricas y callejuelas secretas donde, por encima de todo, destaca el terapéutico río Bósforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad.
Esta elegía sirve para que el autor introduzca a pintores, escritores y célebres asesinos, a través de cuyos ojos el narrador describe la ciudad. Hermoso retrato de una ciudad y una vida, ambas fascinantes por igual.

· Arcadia. Una tragedia moderna, de Samantha Devin (Plaza & Janés)

Julia es una joven escritora de éxito y posición acomodada que encarna el nihilismo, el ateísmo y la apatía existencial de la sociedad occidental moderna. La madrugada del 8 de noviembre del 2002 recibe una llamada de teléfono. Et in Arcadia ego, son las palabras que escucha al otro lado. Julia presiente que existe una relación entre esas palabras y la muerte de Gloria, una niña asesinada hace dos años por su madre.
Al día siguiente inicia una investigación que la lleva hasta Daniel, hermano de Gloria, un joven de dieciséis años por el que se siente atraída desde el primer momento. Daniel, que es actor y una incipiente estrella de rock, posee una belleza salvaje y un atractivo sexual imposible de ignorar. El deseo de Julia de abandonar su mediocre existencia será puesto a prueba por la filosofía pagana y vital que Daniel posee.
Arcadia se concentra en el momento brillante pero también sobrecogedor de la vida de una mujer, en el que sus creencias son sacudidas y el espectro de sus percepciones estimuladas hasta que su mirada enfoca una realidad que jamás imaginó que existiera.

· La escritora vive aquí, de Sandra Petrignani (Siruela)

Sandra Petrignani escucha «la voz de las cosas» y las traduce en las fascinantes historias de este libro.
Este libro de Sandra Petrignani es un larguísimo viaje a las casas museo que, a través de los muebles y los objetos, habitaciones y jardines, cuentan la historia de las escritoras más significativas del siglo XX. Sandra Petrignani las busca en sus diarios, en la butaca donde se sentaban, en el amuleto del que nunca se separaban, pero también, en algunos casos, en las personas que todavía conservan un recuerdo vivo de ellas. De esta manera, el viaje es una vuelta al mundo donde en cada etapa es como si las protagonistas en persona abrieran la puerta y nos desvelasen en voz baja los secretos de su vida conyugal, sus perturbadoras pasiones y las fragilidades que las convirtieron en grandes escritoras, pero también en personas tremendamente vulnerables.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

28/11/06: El mejor cumpleaños de mi vida

Un cordero, un barrilete de aguardiente chino y una botella de Marqués de Riscal

El mejor cumpleaños de mi vida. En una aldea de estilo tibetano, a 3200 metros de altura, con todas las gentes del pueblo bailando para mí y conmigo alrededor de una hoguera en la que se asaba un cordero. Una botella de Marqués de Riscal y un barrilete de aguardiente chino. La botella de vino fue un regalo inesperado. El barrilete de aguardiente, también. El cordero al sable, también. La fiesta, también. No me la esperaba.

Viejos y nuevos amigos, entre ellos el Embajador de España, con el que hemos compartido audaces aventuras en Shichuan durante cuatro días. He estado en varios momentos a 4600 metros de altura, y sin percance alguno. Contento: podré subir al Machu Picchu, que es casi lo único que me falta por hacer en la vida. Hablé esa noche con dos de mis hijos y dejé recados en el contestador de Ayanta.

Yo nunca celebro mi cumpleaños. Fue una sorpresa. Me hicieron otro regalo, muy curioso. Pronto me veréis con él. Agradezco vuestras felicitaciones. El próximo, en el Machu Picchu.

Abrazos para todos. Os dejo unas fotografías de aquella noche.

Fernando Sánchez Dragó
Shichuan, 3 de octubre de 2006

Alrededor de una hoguera en la que se asaba un cordero

 

El cordero al sable fue un regalo inesperado, y la botella de Marqués de Riscal también

 

Dando buena cuenta del cordero

 

Con todas las gentes del pueblo bailando para mí y conmigo alrededor de una hoguera en la que se asaba un cordero

 

Foto de familia

 

 

27/11/06: Dragó comenzará en enero a escribir un blog en elmundo.es

A partir del 8 de enero, Fernando Sánchez Dragó, participará en la sección de blogs de elmundo.es, a la manera de Alejandro Gándara con su Escorpión, con un breve cuaderno de bitácora diario que tendrá por remoquete de cabecera El Escarabajo.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 



20/11/06: Dragó habla sobre su viaje a China en la nueva exposición de Félix Arellano

En primer término, Fernando Sánchez Dragó, minutos antes de comenzar su charla, y Félix Arellano, al fondo, mostrando sus cuadros a los los visitantes que se habían acercado a ver la inauguración de la exposición

«El autor de estas obras, Félix Arellano, es amigo mío, y de los buenos, y de larga data; pero no elogio su quehacer porque lo sea, sino porque lo merece». Con estas palabras suele referirse habitualmente Fernando Sánchez Dragó a la persona y obra de Félix Arellano, del mismo modo que no suele perderse ninguna nueva exposición de este pintor, y ahora también escultor, que tejió con hilos de yantras, mandalas, espirales de energía, chakras y hexagramas del I Ching, el escarabajo namibio de cabecera de Dragó, el Somaticus Sanchezdragoi.

Félix Arellano, con una de sus esculturas, un bajorrelieve titulado El Juez


«Conocí a Félix Arellano en los albores y fulgores de la juventud», continúa Dragó, «cuando los dos, en compañía de otros amigos comunes, andábamos metidos en lances de universidad, tabernas, francachelas, tertulias literarias y bochinches antifranquistas.
Lo perdí luego de vista, arrastrado yo y zarandeado él por la rosa de los vientos de la brújula de la vida, y volví a encontrarlo infinitos lustros después, y hace muy pocas lunas, convertido en buen pintor, como sin más esfuerzo que el de la mirada limpia podrá comprobar el observador que se asome a sus cuadros y los escrute».

Félix Arellano posa con su obra, siempre en constante evolución


En esta ocasión, la exposición de los cuadros y esculturas de Arellano se encuentra en la población madrileña de Fuente el Saz de Jarama, bajo el auspicio de la empresa SVS, que cede al artista sus instalaciones para la mejor difusión de su obra. Y dado que ésta se encuentra en permanente evolución en manos de un creador de talento como lo es Félix Arellano, poeta de sueños fractales, ahora nos sorprende a amigos, propios y extraños, con un salto cualitativo, entendiéndolo como el que tiene por objeto descubrir y aislar los elementos de un cuerpo compuesto que es su obra artística, y que ahora se materializa además en esculturas de proporciones áureas.

Las obras de Félix Arellano siempre buscan la imposible representación de lo interminable, de lo inabarcable, de lo ilimitado, escudriñando casi a tientas en la oscuridad de la infinitud de lo infinitesimal; quizás en el momento en el que lo consiga, en el que halle la luz esencial que se atisba en cada uno de sus cuadros y esculturas, habrá logrado alcanzar la perfección, el objetivo primordial del Arte tal como lo concibieran los antiguos: la búsqueda incansable de la Belleza, la Bondad y la Verdad.

Félix Arellano siempre busca la imposible representación del infinito

Fernando Sánchez Dragó, durante la charla

Tras las presentaciones y agradecimientos de rigor, Fernando Sánchez Dragó comenzó su charla, que en un principio creía que sería sobre el fuego, menester al que se dedica la empresa que patrocinaba la exposición, de modo que «mientras atravesaba los desiertos chinos, había pergeñado unas meditaciones sobre el fuego, la significación del fuego en la Historia, la Alquimia y el fuego de los alquimistas, la Esvástica, ese símbolo universal que nace con las dos maderas que frotaban los hombres de la Prehistoria para provocar la chispa del fuego, de cómo la literatura, a la cual pertenezco y ejerzo, es algo que nace alrededor del hogar donde se contaban las historias al calor del fuego».

Y puesto que Félix Arellano prefería que hablase Dragó de sus correrías de estos últimos meses por China, el escritor cambió de tercio con la maestría de la que siempre hace gala y nos regaló a los asistentes una charla breve, pero no por ello carente de intensidad y contenido, sobre sus aventuras en el Imperio Celeste, que los lectores de sanchezdrago.com pueden disfrutar en vídeo.


Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

11/11/06: Una nueva versión de Gárgoris y Habidis aparecerá en 2007

Cuando en diciembre de 1978 apareció la primera edición de Gárgoris y Habidis, nadie podría haber imaginado que esta mastodóntica obra estaba llamada a convertirse en la mayor explosión literaria y de transgresión filosófica del posfranquismo. Poco después recibiría el Premio Nacional de Literatura 1979 y la opera magna se mantendría en el número uno de las listas de ventas durante tres años, con lo que hoy es un ya un clásico de la literatura española, con setenta ediciones que siguen vendiéndose aún hoy en día, y presente en la biblioteca de más de trescientas mil personas.

En estos momentos, la editorial Planeta está preparando una versión definitiva de Gárgoris y Habidis, dirigida por Ricardo Artola, editor de la sección de No Ficción de Planeta, que será publicada en 2007 y que contará con las cien páginas nuevas salidas de la pluma de Fernando Sánchez Dragó que ya redactara en su momento como prólogo a la edición del 25º aniversario de la obra, de índole aclaratoria y, acaso, expiatoria a su Historia mágica de España.


Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

07/11/06: El camino del corazón, de regalo con Siete Leguas

La Revista Siete Leguas, editada por El Mundo, que cuenta desde hace unos meses con la participación de Fernando Sánchez Dragó como articulista para la última página de cada edición, dedicará parte de su próximo número al viaje que narra el libro de El camino del corazón, novela con la que Fernando Sánchez Dragó quedó Finalista del Premio Planeta en 1990. Con la compra de la revista se regalará un ejemplar de El camino del corazón.


Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

05/11/06: Ego sum, José Luis Gutiérrez entrevista a Dragó

Magnífico aspecto tienes…

Sí, sorprendentemente, porque hoy he dormido poco más de dos horas y he tenido tiempo para ventilarme tres libros. No me canso, no noto el calor.

Mi madre sí que era la clásica niña bien, bilingüe. Mi bisabuelo era el propietario de una empresa de hidrocarburos que se radicó en Alicante y mi abuelo se casó con una alicantina, la madre de mi madre. Como hablaba tan bien se tuvo que poner a dar clases a marquesas y duquesas durante la guerra y eso duró hasta que se casó en segundas nupcias con un señor de Soria cuando yo ya tenía ocho años. El señor se llamaba Guillerrno Álvarez. Y era hijo adoptivo del gran prócer soriano que fundó la caja de ahorros, la compañía eléctrica, la imprenta de la ciudad, que tenía una gran librería y era propietario de un periódico cuya cabecera todavía es nuestra y que pienso recuperar algún día, El Avisador Numantino, que era cliente de la Agencia Febus, propiedad de mi padre, con lo cual mi padre y después mi padrastro estuvieron en contacto antes de que se produjeran los luctuosos acontecimientos de la Guerra Civil. Otro de los grandes apellidos sorianos son los Ridruejo, Dionisio, de una rama plutocrática de Burgo de Osma, o Epifanio, padre de Pitita, gran banquero, el rico de la comarca.

En el Colegio del Pilar estudié desde párvulos a séptimo de Bachillerato, once años, de los 6 a los 17, y después hice el examen de Estado para entrar en la universidad en la casona de San Bernardo. Mi madre me llevó allí antes de casarse en segundas nupcias. De hecho yo nunca he vivido en Soria. Mi padrastro era interventor de Hacienda y trabajaba en el Ministerio de Hacienda. Vivíamos en Madrid, en la calle Lope de Rueda [donde vivió aquel asesino legendario, Jarabo, o el cineasta Bardem, o el político Gabriel Cisneros, al que un comando de ETA, comandado por un joven Otegi, intentó secuestrar y tiroteó en 1979]. Por tanto yo soy el típico niño del Pilar y del barrio de Salamanca.

El Colegio del Pilar era sin duda uno de los mayores centros de poder del país. Cuando años después fui encarcelado por los sucesos del 56 y los del 58, hicimos una encuesta entre todos los reclusos, muchos de ellos del PCE, alguno del PSOE, y la mitad veníamos de allí. Era un colegio muy liberal.

De curas, pero muy liberales. De entrada, vestían de paisano. Era una orden religiosa fundada durante la Revolución Francesa. Tan liberal que el director, cuando yo terminé séptimo de Bachillerato, llamó a mi madre y le dijo: “Mire, deje a este chico que estudie Filosofía y no lo ate corto, déjele que vuele, que no se le puede retener”.

 

Puede leer la totalidad de la entrevista aquí: Ego sum.

 

 

02/11/06: Evento Yahoo! con Fernando Sánchez Dragó

Mañana, 3 de noviembre de 2006, Fernando Sánchez Dragó participará en el evento que Yahoo! celebrará en el Palacio de Vista Alegre de Madrid, titulado “Maratón del Conocimiento”, un encuentro digital con Fernando Sánchez Dragó en directo a las 11:30h. de la mañana, en el que sus lectores tendrán la oportunidad de preguntarle sobre todo cuanto quieran saber sobre su persona, su obra, sus viajes y sus perspectivas de futuro.

Web de referencia: Maratón del Conocimiento

 

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

26/10/06: La Filmoteca de Asturias estrenará el documental sobre Corín Tellado

Fuente: El Comercio

Corín Tellado, en su casa de Gijón, rodeada por su familia en su cumpleaños

'Corín Tellado: Fotogramas y novelas de amor' es el segundo capítulo de la serie 'Asturianas de cine', impulsada por la Filmoteca de Asturias. El documental repasa la vida de la escritora, haciendo hincapié en el estrecho vínculo que une su literatura con la pequeña y la gran pantalla. La directora Sofía Castañón ha sido la encargada de dar vida al proyecto, que se estrenará el próximo día 7 de noviembre, dentro del ciclo 'Los martes de la Filmoteca'.

Juan Bonifacio Lorenzo Benavente, director de la institución, anunció en mayo de 2005 que la Consejería de Cultura había aprobado la elaboración de los 13 capítulos que conformarán la serie 'Asturianas de cine'. Con estas grabaciones, se pretende «rendir un homenaje a esas grandes olvidadas, recuperar los testimonios de la gente que hizo cine en la región». El primero de los capítulos estuvo dedicado a la actriz y cantante Lilian de Celis.

Las mujeres no sólo protagonizan los documentales, sino que también los elaboran. Para su trabajo, Sofía Castañón ha entrevistado en su domicilio a Corín Tellado, pero además ha hablado con familia, admiradores y amigos.

En el cortometraje aparecen testimonios de lo más variado: desde políticos como el presidente regional, Vicente Álvarez Areces, y el director general de Promoción Cultural, Carlos Madera, a profesionales como Gil Parrondo, pasando por los famosos Fernando Sánchez Dragó o Boris Izaguirre y la catedrática de universidad María Elvira Muñiz.

 

 

26/10/06: Nuevos libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó

· En letra grande: Encuentros con Maestros de la Vida y los Libros, de Abel Posse (Emecé)

En letra grande encierra entre sus páginas un viaje de medio siglo por el mundo de los libros y sus autores. El perfil de Borges en una góndola veneciana. Jünger tomando una copa de mosela en París mientras evoca el «nazismo esotérico». Nalé Roxlo y Roberto Arlt en un tranvía que, en 1923, los llevaba desde el centro de Buenos Aires hasta Flores. Neruda junto al Sena en una noche de verano. Nabokov en el Gritti. Lugones en viaje hacia El Tigre con un frasco de cianuro en el bolsillo. Cioran resistiendo «la tentación de existir y de caer en el tiempo». Heidegger en Friburgo y la cabaña de Todtnauer. Cortázar y Sarduy en un restaurante chino de Saint-Germain...

 

· Los juguetes de la paz / La cuadratura del huevo, de Saki (Valdemar)

Saki, seudónimo de H.H. Munro, es para Graham Green el más grande humorista inglés del siglo XX. Macabro, ácido y divertido, todos sus cuentos son un ejemplo de brevedad y eficacia, ya sean humorísticos o de terror. Cada cuento de Saki es como un cuchillo lanzado al intelecto del lector, bien para provocar su risa o moverle al espanto. No es de extrañar que dos de sus más ilustres discípulos sean Tom Sharpe y Roald Dahl. Según Tom Sharpe: «Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás. Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas leído todos, jamás los olvidarás». Borges, gran lector de Saki, decía: «Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde».

 

· Las aventuras de Wesley Jackson, de William Saroyan (Acantilado)

«Me llamo Wesley Jackson, tengo diecinueve años y mi canción favorita es Valencia. Supongo que tarde o temprano todo el mundo se busca una canción favorita. Yo sé que la mía es ésa porque no paro de cantarla ni de oírla, incluso dormido». Con esta frase se abre Las Aventuras de Wesley Jackson, la novela que el ejército de los EE.UU. encargó a William Saroyan para dar una visión amable de la vida de las tropas americanas destacadas en la Segunda Guerra Mundial. Rechazado por las autoridades por ser profundamente antibelicista y poco complaciente, el libro narra con sabiduría, humor y pasión los días de un joven que conocerá lo mejor y lo peor de la vida, su lado más trágico y su lado más divertido, el más hermoso y el más siniestro, hasta llegar a la convicción de que sólo el amor y la fraternidad humana pueden redimirnos. Éste es un libro mágico, tocado por el don de la verdad, que confirma a William Saroyan como uno de los grandes novelistas americanos de su siglo.

 


· El materialismo histérico, de Xavier Velasco (Alfaguara)

¿Qué fue primero: el dólar o el deseo? Según las fábulas tradicionales, la ambición desmedida tiene un alto precio; de acuerdo a la experiencia tiene también un alto rendimiento. Sin asomo de culpa, escrúpulo o vergüenza, los personajes de El materialismo histérico se rinden al poder lujuriante de la avidez, a menudo -masticando una rabia hambreada de revancha-.

Forajidos crediticios, mercachifles robotizados, chantajistas creativos, chicas cuyo atractivo está en el precio, playboys cuya demanda está en la oferta, pacifistas enardecidos, dictadores beatleanos, árboles bolcheviques y guajolotes fundamentalistas: tal es la fauna regular de este libro cuyos capítulos -fábulas retorcidas, parábolas con cuernos- desarman sistemáticamente nuestra incredulidad, a través de un lenguaje en esteroides plagado de un sentido del sarcasmo que al propio tiempo duele y gratifica: humor negro en su tinta, por el autor de Diablo Guardián.

 

· La curación por el espíritu, de Stefan Zweig (Acantilado)

En un principio, los hombres atribuían la enfermedad a la influencia de los dioses y recurrían a la ayuda de los sacerdotes para una buena sanación. Con el tiempo descubrieron el poder curativo de las plantas y aprendieron a sacar de ellas ungüentos y brebajes. Sin embargo, ante las enfermedades del espíritu, el hombre estuvo desamparado hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando aún era incapaz de establecer las causas y los motivos de las enfermedades de la mente. En La curación por el espíritu, publicado en 1931, Stefan Zweig expone de un modo claro y preciso el pensamiento y la evolución de tres personalidades que desarrollaron un método de curación psíquica: Franz Anton Mesmer, que lo hizo por la vía de la sugestión y el refuerzo de la voluntad de sanar; Mary Baker-Eddy, que recurrió al éxtasis de la fe (la Christian Science); y Sigmund Freud, quien, reivindicando el conocimiento del Yo y buscando el origen de toda enfermedad en los conflictos psíquicos inconscientes, fundaría el psicoanálisis y se convertiría así en un personaje de gran influencia.

«Stefan Zweig es uno de los mejores escritores del siglo XX y con este libro se adelanta, con hondura, a lo que hoy llamamos terapias alternativas». (Fernando Sánchez Dragó)

 

· Kim, de Rudyard Kipling (Mondadori)

Obra maestra de Kipling y una de las grandes narraciones de todos los tiempos, Kim cuenta la historia de Kimball O’Hara, a quien todos llaman Kim, huérfano de un soldado del regimiento irlandés. La acción transcurre en la India colonial británica, donde el joven y astuto Kim conoce a un lama tibetano que cambiará el curso de su vida. El lama se propone encontrar un río místico, y el muchacho decide acompañarle y guiarle, pero al mismo tiempo el viaje esconde una misión secreta, prefiguración de su futuro como miembro de los servicios secretos. Viaje iniciático y novela de aventuras, obra edificante donde las haya, Kim no ha dejado de deslumbrar a distintas generaciones de lectores desde que se publicara en 1901.

 

· Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar (Edhasa)

 

La primera novela postmoderna. La conjunción de la más importante novela histórica de los últimos tiempos y de la versión castellana del gran narrador argentino Julio Cortázar, hacen de este volumen un verdadero acontecimiento literario. Ni más ni menos que un hombre enfrentado a su destino.

«Una obra maestra». (Fernando Sánchez Dragó)

 

 

· Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa (Alfaguara)

 

¿Cuál es el verdadero rostro del amor?

Ricardo ve cumplido, a una edad muy temprana, el sueño que en su Lima natal alimentó desde que tenía uso de razón: vivir en París. Pero el rencuentro con un amor de adolescencia lo cambiará todo. La joven, inconformista, aventurera, pragmática e inquieta, lo arrastrará fuera del pequeño mundo de sus ambiciones.

Testigos de épocas convulsas y florecientes en ciudades como Londres, París, Tokio o Madrid, que aquí son mucho más que escenarios, ambos personajes verán sus vidas entrelazarse sin llegar a coincidir del todo. Sin embargo, esta danza de encuentros y desencuentros hará crecer la intensidad del relato página a página hasta propiciar una verdadera fusión del lector con el universo emocional de los protagonistas.

 


Para consultar el resto de libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó puede hacerlo en su sección específica.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

12/10/06: Conferencia de Dragó en SISU (Shanghai)


Después de más de un mes de viaje por tierras chinas, y tras sus audaces aventuras en Shichuan con el Embajador de España y la celebración de su cumpleaños en una aldea de estilo tibetano a 3200 metros de altura alrededor de una hoguera, una botella de Marqués de Riscal y un barrilete de aguardiente chino, Fernando Sánchez Dragó ha recalado en Shanghai para pronunciar una de las conferencias que dará en Shanghai y Chongquin para el cada vez más numeroso público chino interesado en la literatura en castellano.

Acompañado de Lu Jingsheng, director de la Facultad de Filologías Occidentales de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai (SISU), y de otras personalidades, Fernando Sánchez Dragó paseó por las instalaciones de la facultad, donde se encontró un cartel de bienvenida realizado por los alumnos.

La conferencia, titulada Mi obra literaria: un punto de enlace entre Oriente y Occidente, dio comienzo tras las debidas presentaciones protocolarias de los responsables institucionales. Fernando Sánchez Dragó explicó que la charla, a la vista del nombre que le daba título, se fundamentaría en su obra literaria personal y las continuas referencias a Oriente que siempre han salpicado toda su literatura y su forma de vida. Así, durante casi dos horas, el escritor se hizo dueño y señor en aquella facultad de la palabra, como sólo él sabe manejarla, dejando en los asistentes ese regusto propio del buen vino viejo en el paladar.

Tras esta breve parada en Shanghai, Dragó continuará su viaje por China hacia el norte, donde cruzará el mar de China Oriental con destino a Japón, país que es objeto de su devoción, en el que culminará a principios de noviembre un viaje que le ha llevado durante dos meses por las lejanas tierras asiáticas.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

28/09/06: Respuesta a la carta de Dragó a Alberto Ruiz-Gallardón

Querido amigo:

Alberto Ruiz-Gallardón

He leído con todo detenimiento e interés tu carta y, ante todo, quiero agradecerte que me hayas informado personalmente del acto que protagonizaste el pasado tres de septiembre, sustituyendo la placa que asigna el nombre de Juan Pujol a una plaza de Madrid con el nombre de tu padre, Fernando Sánchez Monreal.

Comprendo perfectamente los motivos que te mueven y te aseguro que admiro profundamente el magnífico trabajo que has llevado a cabo, investigando y rescatando del olvido la memoria y la figura de tu padre.

Por todo ello, y con el más profundo respeto por el asunto que me planteas, te comento que procedemos a estudiar el mismo con la serenidad e interés que entiendo debe prestársele.

Gracias, Fernando, por tu carta de amigo, que te agradezco de corazón.

Recibe, con mi afecto de siempre, el fuerte abrazo, de

Alberto Ruiz-Gallardón

 

 

27/09/06: Vicente Molina Foix rastrea en su memoria en la novela epistolar El abrecartas

Fuente: Panorama-Actual.es

Vicente Molina Foix rastrea en su memoria literaria y personal en su novela epistolar El abrecartas (Anagrama) un recorrido por la Historia española de los últimos 80 años a través de una serie de cartas.

Vicente Molina Foix

En su libro pululan "fantasmas" como Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, Rafael Alberti, María Teresa León, Eugeni d´Ors o Antonio Mainza vistos a través de los ojos de personajes de ficción que escriben las misivas de las que se compone la novela.

Vicente Molina Foix explicó este miércoles en Barcelona que la obra es "un permanente juego de espejos" entre la historia de los últimos 80 años de España y pequeñas anécdotas de grandes personajes vistas a través de personajes de "invención".

El autor aseguró que en la obra aparecen episodios "absolutamente verídicos" como el traslado de las obras del Museo del Prado o la encarcelación de Fernando Sánchez Dragó y Enrique Múgica, a partir de los cuales "ficciona" con narradores inventados, a los que se suman otros capítulos totalmente inventados como el del niño de Fuentevaqueros que escribe cartas de admiración a Lorca.

Molina Foix explicó que en esta novela "se crean personajes sin que intervenga el narrador" y "se crea diálogo sin diálogos" gracias al formato de la carta que permite que los personajes vayan cobrando vida.

El escritor valenciano dijo que esta novela no sigue el "modelo tradicional" de novela epistolar y aseguró que es una "obra de fantasmas" en el que el lector tiene que saber discernir qué es real y qué es ficción.

Sin que se pueda considerar un libro de memorias, Molina Foix dijo que es un "libro memorial" porque sin los recuerdos del autor "no se podría haber hecho". "El libro recoge una memoria acumulada a través de cosas que pasaron, pero adulteradas. Hace 30 años no lo podría haber escrito", añadió.

Es su propia experiencia personal como amigo de Vicente Aleixandre lo que ha posibilitado que en el libro se recoja la relación del escritor con Andrés Acero, un aspecto que era inédito. En este sentido, Molina Foix se preguntó por qué no existe una biografía de Aleixandre cuando es un Premio Nobel español.

El autor, que se confiesa un amante de la escritura de cartas -"guardo 100 de Aleixandre como un tesoro"-, aseguró que ha obviado dotar a la novela de un índice de autor porque eso la aproximaría peligrosamente al ensayo o la biografía.

 

 

19/09/06: En primera instancia: Sánchez Dragó. Sala Segunda de lo Publicitario

Fuente: El Cultural

Han sido vistas las diligencias seguidas contra y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS

1.- Que el domingo 3 de septiembre D. Fernando se dirigió a la plaza de Juan Pujol en Madrid, acompañado de varios cómplices y con una escalera de mano, un spray de pintura negra, martillo, escoplo y otras herramientas que traía ya prevenidas.

2.- Que D. Fernando, con riesgo cierto para su integridad física, subió a la escalera y realizó varios intentos de destruir el cartel identificativo de dicha plaza. No lográndolo, procedió a mancillarlo con esparadrapo y pintura. Acto seguido, fijó con silicona en el muro un cartel falso fabricado por él mismo y que dice: “Plaza de Fernando Sánchez Monreal”.

3.- Que en el día y hora de autos se encontraba la plaza concurrida por estrafalarios secuaces de D. Fernando, más algunos inocentes menores de edad y un ciudadano en avanzado estado de embriaguez. Que con ayuda de un megáfono D. Fernando, encaramado a un tobogán del parque de juegos, dirigió una soflama a los presentes. Que fue aplaudido, salvo por el ciudadano ebrio, que no cesaba de reclamar a gritos la presencia de cierto Pau Gasol.

4.- Que para perpetrar su acción criminal D. Fernando vestía una camiseta en la que se podía leer: “Yo no soy Dragó”.

5.-Que el propio D. Fernando, de modo espontáneo, efectuó una llamada a la policía para delatarse y confesar su criminal acción. Que, a la aparición de los efectivos policiales, D. Fernando procedió pacíficamente a entregarse, no siendo sin embargo practicada su detención, a pesar de la insistencia de D. Fernando, que porfió con los agentes hasta la extenuación, suplicando que le condujeran esposado a un calabozo y que pudieran las cámaras filmarlo.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Los hechos probados son constitutivos de los delitos de daños a la propiedad municipal, alteración del orden público y manipulación topográfica, así como de un delito menos grave de persecución demente de la notoriedad. Según se desprende de la declaración efectuada por D. Fernando en su libro Muertes paralelas, en 1936 fue asesinado su padre, D. Fernando Sánchez Monreal, a causa de la denuncia de D. Juan Pujol, plumífero adicto al régimen franquista y premiado con honores como el de que se diera su nombre a una céntrica y diminuta plaza madrileña. Enterado D. Fernando del nombre del asesino de su padre, descubrió recientemente la existencia de la plaza con el infame nombre, situada a menos de 50 metros de su propio domicilio. Movido por la piedad filial, planificó D. Fernando de forma deliberada su criminal designio, que él califica de “acto poético de justicia familiar, personal e histórica”, actuando con plena conciencia de incurrir en ilícito penal al “tomarme la justicia por mi mano”, declaró.

D. Fernando, con premeditación y alevosía, convocó a medios de comunicación, lo que entra de lleno en el tipo penal de “afán invencible de notoriedad”, con las agravantes de reincidencia continuada y ausencia de arrepentimiento.

No se aprecia en cambio la agravante de disfraz alegada por la Fiscalía, ya que la camiseta que llevaba el malhechor no pretendía “facilitar la impunidad del delincuente”, sino todo lo contrario: asegurarse su reconocimiento por parte de todo aquél que no supiere de qué le sonaba esa cara. Concurren, en cambio, los elementos necesarios para apreciar la atenuante de “estado pasional”, como lo pone en evidencia el riesgo corrido por el delincuente al encaramarse, a su edad y recién casado, a una escalera. Asimismo se aprecia la atenuante de “confesión instantánea”, sin perjuicio de que dicha confesión se efectuara con el ánimo de obtener aún mayor publicidad para su propia persona.

ACUERDO

Que debo condenar y condeno a D. Fernando, como autor de delitos contra la propiedad municipal, el orden público y la certeza topográfica, a la pena de quinientas horas de servicios comunitarios como cuidador de comedor infantil en el colegio público de su elección.

Que debo condenar y condeno a D. Fernando como autor de un delito de búsqueda de publicidad para sí mismo y su obra a la pena de dos años sin escribir en primera persona con la accesoria de inhabilitación para compararse con Dionisos durante seis meses.

Así lo pronuncio, mando y firmo.

Rafael Reig

 

 

06/09/06: Dragó destaca el linaje periodístico de su familia en la nueva presentación de Muertes paralelas

Fuente: Europa Press / Fotografías de Francisco Javier Redondo Jordán y Efe

El escritor Fernando Sánchez Dragó destacó la pasada noche «el linaje periodístico de su familia» en la presentación de su último libro, Muertes paralelas (Planeta), en el que narra la vida y muerte de su padre, asesinado en la Guerra Civil cuando era director de la agencia de noticias Febus.

«Es la cuarta y última vez que presento este libro, pero ésta es exclusivamente periodística». De este modo comenzó su exposición Sánchez Dragó en el acto que tuvo lugar en la sede de la Asociación de la Prensa en Madrid y en el que los presentes realizaron un análisis de la evolución del oficio periodístico de los últimos 70 años.

De izquierda a derecha: Fernando González Urbaneja, Pedro J. Ramírez, Dragó y David Gistau, minutos antes de la presentación

En concreto esta presentación sirvió para rescatar la aportación de la familia de Sánchez Dragó a la prensa española. En este sentido el escritor recordó que su tío abuelo fue director de la Vanguardia, o que su abuelo fue uno de los cofundadores la propia Asociación de la Prensa de Madrid. No obstante, no dudó en señalar a su padre, el protagonista de Muertes paralelas como el más brillante de todos.

Fernando Sánchez Monreal fue asesinado, según narra el libro, por el bando nacional a los 27 años, poco después de desplazarse hasta Melilla en los días posteriores al alzamiento militar de 1936. A lo largo de su carrera dirigió cuatro agencias de noticias. Precisamente han sido las investigaciones en torno a su vida y su muerte las que han dado lugar al último trabajo de Dragó.

De izquierda a derecha: David Gistau, Dragó, Pedro J. Ramírez y Fernando González Urbaneja, durante la presentación

REGRESO COMO COLUMNISTA

«Muertes paralelas es toda una historia de periodismo», según su autor, quien además anunció su vuelta al «periodismo bravo» de la mano del diario El Mundo, en el que colaborará como columnista. En diversas ocasiones Sánchez Dragó pronunció palabras de afecto hacia los periodistas, a los que calificó como «tribu», y en especial a Pedro J. Ramírez, al que denominó como su «Juan Bautista en el mundo de la prensa» y le agradeció «todo lo que ha hecho por la Historia de España en los últimos 30 años».

El director del El Mundo, presente en el acto, recordó la «larga amistad» que le une con el escritor y destacó su talento como «reportero, entrevistador y columnista». Por último, Pedro J. le recomendó escribir otro libro contando «cómo habría sido la vida de su padre si no hubiera sido asesinado».

Hasta la sede de la Asociación de la Prensa se desplazaron diversos compañeros de la actividad periodística como el propio presidente de la entidad, Fernando González Urbaneja, David Gistau, José Mari Plaza, Antonio Alférez o Miguel Torres, entre otros.

 

 

04/09/06: Paz, piedad, perdón y placas

Fuentes: El Mundo / Fotografías de Francisco Javier Redondo Jordán y Leopoldo Alas

Homenaje. Fernando Sánchez Dragó mancilla la placa dedicada al asesino de su padre en «un acto poético de justicia personal»

Fernando Sánchez Dragó, con la placa de la plaza que haría justa memoria a su padre

De espaldas a un sol crepuscular y bellísimo, vestido no con camisa sino con camiseta negra, en apariencia no muy vieja y, en vez de bordada, impresa, no sé si ayer, con un lema aclaratorio -'No soy Dragó'-, Fernando Sánchez reunió a un centenar de amigos, admiradores y miembros de la Falange Auténtica, y, ante ellos, ejecutó «un acto poético de justicia personal, familiar e histórica».

Fernando Sánchez Dragó, acompañado por sus gentes, evaluando la evidente peligrosidad por la gran altura de la placa

Ateniéndose al callejero, habría que decir que el encuentro se produjo en la Plaza de Juan Pujol, un espacio con un único edificio y una zona infantil en el que confluyen las calles de Espíritu Santo, Tesoro y Marqués de Santa Ana. Pero, si, la voluntad del escritor se convirtiese en norma municipal, tuvo lugar en la Plaza de Fernando Sánchez Monreal: Y es que el asunto se trataba de sustituir la placa ornada con el escudo del municipio y que informaba de la denominación oficial, por otra con el nombre de su padre. ¿Por qué? Porque a Fernando Sánchez Monreal lo mataron los falangistas «falsos» en 1936 y porque Juan Pujol fue su instigador.

Un ayudante de Dragó se dispone a tapar la placa dedicada al infame Juan Pujol

Sánchez Dragó relata la historia en su libro más reciente; en realidad, en su última novela, aunque algunos críticos hayan cuestionado su adscripción al género. Muertes paralelas, que será presentada mañana en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid por David Gistau, Fernando González Urbaneja y el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, cuenta la pesquisa emprendida por este hijo póstumo que es Dragó para saber todo lo posible de los últimos meses de una persona a quien no conoció pero que en el transcurso de la investigación se convierte en la más importante de su vida.

Fernando Sánchez Dragó muestra orgulloso la placa dedicada a su padre, justo antes de que la plaza cambiara de nombre

Descubrimos así a un periodista a quien se auguró en su tiempo «el más brillante porvenir de su generación», que dirigió la agencia Febus -origen de la actual agencia Efe-, persona de toda confianza de Manuel Aznar, y que fue puesto a disposición del Comandante Militar de Burgos -con las consecuencias lógicas- por el director de la Oficina de Prensa y Propaganda de la Junta Nacional de España, Juan Pujol.

«En estos momentos en Planeta deben de estar frotándose las manos ante la posibilidad de que me despeñe», bromeaba el escritor en su trémulo ascenso hacia su destino

Este Pujol, apellido que ayer pronunció Dragó con jota -«Si digo Pujol en estos tiempos de tantas autonomías y nacionalismos es porque a él le gustaba así»-, que llegó a ser director de Informaciones y del diario Madrid, y que pasaba por ser amigo de su traicionado Monreal, tiene plaza en Malasaña, cosa que Dragó ignoraba hasta hace un mes: «Llevo viviendo en este barrió desde hace treinta años. Es más, cuando buscaba piso, estuve a punto de comprar uno en este mismo edificio, que es el único de la plaza que yo creía del Marqués de Santa Ana, con lo que habría vivido con el hombre del asesino de mi padre en la fachada».

Habría sido una casualidad, como también lo fue que Dragó compartiese cárcel en 1956 con José María Ruiz-Gallardón, o como que el hijo de este último naciese en el edificio donde estuvo la agencia Febus. Pues precisamente a Alberto Ruiz-Gallardón pretende visitar hoy el escritor para decirle: «Alcalde, a ver si hay huevos para sustituir el nombre del facha por el de mi padre».

Eso supondría eliminar del callejero a un «fundamentalista de la dictadura, virtuoso en el arte de la trepa e hijo de puta con manchas» por el de un «españolito de corazón helado por la barbarie del país bicéfalo en el que tuvo, como tantos otros, la desgracia de nacer». Azaña pidió para los vencidos «paz, piedad y perdón» ¿Añadirá Gallardón «placas»?

Pedro Víllora

 

 

30/08/06: Convocatoria para un acto poético de justicia familiar, personal e histórica el próximo domingo

Queridos amigos: Os comunico que el domingo, 3 de septiembre, a las 19:30h. de la tarde en la Plaza de Juan Pujol, en Madrid (sita en la calle Espíritu Santo, a media altura, la del restaurante vegetariano, de ellas salen las calles del Tesoro, Marqués de Santa Ana y San Andrés), oficiaré, al aire libre, acompañado por mis gentes, de maestro de ceremonias en un acto poético de justicia familiar, personal e histórica, y de reconciliación entre todas las Españas y todos los españoles. No puedo revelar, hasta que se produzca, la naturaleza de este acto, que lo será de noble e imaginativa transgresión. Si venís, entenderéis el porqué de tanto misterio. Me gustaría que asistierais.

Un saludo a todos.

Fernando Sánchez Dragó
30 de agosto de 2006

 

 

29/08/06: Carta a Sánchez Dragó, por Fernando Conde

Fuente: ABC Castilla-León

Querido Fernando:

Como tú bien sabes, hace un par de semanas arranqué un artículo con esta frase: «de Fernando Sánchez Dragó se puede decir de todo menos que resulte aburrido». Lo decía entonces a propósito de la crítica, incompleta, que le dediqué a tus Muertes paralelas. Hoy, desde el reposo, la quietud, la reflexión y el temple, que son hijos legítimos de la lectura completa y meditada, voy a cerrar el círculo, a cuadrar el toro, a buscarle los rubios y a encomendárselo a San Bartolomé o a San Marcos que, aún no sé por qué, son los dos santos que, a cuchilladas, se disputan el patrocinio de los carniceros -y a lo mejor también el de los críticos literarios; ¿no crees?-.

Como declaraba en mis palabras, fui enjaretando aquella crónica a tumba abierta, al compás de la propia obra, al tresbolillo, sin más argumentos que los que me proporcionaba la sesquicentena de páginas leídas. Así compuse un articulillo en marcha, un barrunto sin certezas, una intuición prematura, una metonimia en la que la parte no hacía plena justicia al todo. Tú mismo declaras, al final del libro, que se trata de una obra en marcha, una novela de no ficción al estilo, me adelantaba yo entonces, de ese A sangre fría de Capote. Es cierto; pero no lo es menos que Muertes paralelas es mucho, muchísimo más que eso.

Si Muertes paralelas hubiera sido tan solo un relato de investigación, una novela de búsqueda en los albores de aquella aún humeante guerra civil española tras los pasos perdidos de tu progenitor, y un repaso a la subsecuente odisea de tu madre y tuya propia, a partir de aquel tiro de gracia suministrado en la soledad burgalesa de Estépar, bien habría bastado con titular el libro con un evocador «Tres personajes en busca de autor», o algo así; ¿no te parece? Pero hubiera sido un título inexacto y parcial porque tu obra, bien lo sabes y ya lo he dicho, es mucho más; es, en realidad, una catarsis personal y, en muchos momentos, colectiva que lleva a quien la lee a reflexionar sobre nuestro propio «genus», sobre nuestra exclusiva condición y sobre nuestro modo de ser irreconciliablemente españoles. Tus palabras, Dragó, en muchos pasajes ponen los pelos de punta y abren las carnes, por cuanto no sólo son políticamente incorrectísimas, sino también porque se atreven a contradecir la versión oficial, la que quedó plenamente legitimada por el mero hecho de la derrota. Porque a ver quién, en estos días de revancha, se atreve a declarar, impunemente y por escrito, el sentido de su voto; o a manifestarse abiertamente no socialista; o a rescatar, alabar y justipreciar documentalmente al fundador de La Falange, durante no menos de cien páginas. Loco hidalgo con yelmo de Mambrino, que no teme a gigantes ni a molinos, que diría tu amigo Sabina. Eso eres tú, querido Dragó.

Después de leer tus Muertes paralelas, estoy convencido de que deberías haber acompañado el tomo con un prospecto en el que, además de la composición y las indicaciones, advirtieras sobre la posología y, más que nada, sobre sus efectos secundarios y la posibilidad de sufrir pruritos urticantes, sabañones, revolturas de estómago, mareos, vómitos y calambres varios tras su ingesta. Eso es lo mínimo que se le puede exigir a un medicamento de tan amplio espectro como es este Muertes paralelas.

Y por último, querido, como diría L. A. de Cuenca, te hago advertencia sobre tu intención de completar esta obra con ese amenazante A contraespaña, del que aseguras tener ya más de un centenar de páginas. ¡Ándate con ojo, Fernandito!; no vaya a ser que una de las dos Españas te hiele el corazón cualquier catorce de septiembre. Un fuerte abrazo.

Fernando Conde

 

 

24/08/06: Muertes paralelas, por Fernando Conde

Fuente: ABC Castilla-León

De Fernando Sánchez Dragó se puede decir de todo menos que resulte aburrido. Pocas personas pululan por esta piel de toro, por este perfil de cabeza ibérica, por este país de sin Dios, por esta España demediada, que diría Calvino, con la capacidad de convocatoria, con el banderín de arrastre y con la imantadora personalidad de este soriano nacido en Madrid. Como ven, me ha salido un párrafo muy draconiano. Ha sido un querer.

Ando sobre rastrojos de difuntos con su última «novela». Muertes paralelas -así se titula la susodicha- tiene, a mi entender, mucho de lo que Capote denominara como «novela de no ficción», a propósito de su famosísima A sangre fría; pues de las 169 páginas que hasta el momento llevo trasegadas, por doquier aparece la muerte como elemento de enlace, como leit motiv, como momio literario, como charco de ranas, como centro de gravedad real, no sólo de la trama literaria, sino también de la trama vital del propio Dragó. Se propone mi tocayo y buen amigo rastrear, después de sesenta años, los contextos que envuelven la pasión y muerte del padre, de su padre, de Fernando Sánchez Monreal. Un periodista de alma y corazón que, a mediados de julio del 36, no duda en abandonar casa, esposa y nascituro -el propio Dragó- para conocer los pormenores de un alzamiento militar que, nacido en África, amenaza con retorcerle los huesos a este rabo de Europa desgobernado y agraz que es la España republicana.

En estas me ando y, como el libro es una novela en marcha, en la que lo dicho en una página se desdice, cuando no se contradice, dos más allá, me he decidido a dedicarle «paralelamente» un artículo en marcha, sin haber hollado aún ni la cuarta parte de sus páginas. Páginas que estoy disfrutando tanto como una novela de Conan Doyle. Y es que en ese espejo, en el del padre de Sherlock Holmes, es en el que al bies se mira el de Castilfrío de la Sierra para enjaretar esta especie de crónica prolija y cambiante que es Muertes paralelas.

Promete Dragó una obra dispuesta al modo de las tragedias griegas, con tres protagonistas -padre, madre e hijo- encarnados en la voz narrativa que él mismo sostiene a lo largo de los tres actos que conforman el texto. No defraudará tampoco la novela a quienes acusan a Dragó de ególatra, egocéntrico, egotista y egofónico... de todo hay y mucho, una vez más, en esta nueva singladura de papel a espuertas. Pero, ¡qué se le va a hacer! Genio y figura... ¡Son cosas de Fernandito!, que, como él mismo declara en la obra, es frase que le ha perseguido todos los días de su vida hasta casi la setentena que habrá de cumplir pronto.

El texto es muy entretenido y ameno, hasta el punto de atrapar al lector en una cruzada personal de investigación que, a fuerza de insistir, se convierte poco a poco en una aventura compartida. Derrochan sus páginas la misma facundia que Dragó en vivo y en directo. Y es que, si de algo puede honrarse escribiendo Dragó, es de hacerlo como si hablara. Que no es cosa menor. Por ponerle algún pero, hay que decir que fallan, como en otras ocasiones, algunos latines bien traídos, pero mal tratados. Será cosa de decírselo por hacer óptimo lo que de por sí es bueno. Y, aunque molestos, no hacen sangre como para llegar al río.

En fin, que en próximas semanas ya les iré contando cómo acaba. Y a buen seguro que, al contrario que Dragó, este lector no tendrá que desdecirse de lo aquí dicho dos artículos más allá.

Fernando Conde

 

 

23/08/06: Tragedia y farsa, por Fernando Castanedo

Fuente: Babelia

A partir de la ejecución de su padre en 1936, Fernando Sánchez Dragó teje la historia de sus progenitores y de él mismo en Muertes paralelas, que concluye con la paz espiritual que alcanzará el hijo-narrador al comprobar que puede ser la reencarnación de su padre.

Fernando Sánchez Dragó (1936), novelista y biógrafo, ensayista, polígrafo presentador de televisión, seguidor de Bakunin y de Dioniso, ha escrito la contrapartida de Javier Cercas e Ignacio Martínez de Pisón, autores de dos relatos apolíneos sobre los desaparecidos en la Guerra Civil española (Soldados de Salamina y Enterrar a los muertos). Su último libro, Muertes paralelas, participa de todo lo que él es en diferentes proporciones. Lo curioso es que con este volumen haya ganado un premio de novela, el género más ausente y el peor representado de todos los que aparecen en esta obra.

Muertes paralelas narra las circunstancias que acabaron con la vida de Fernando Sánchez Monreal, padre del autor, en septiembre de 1936. En el momento de su muerte este periodista y director de la agencia de noticias Febus, además de militante del grupo conservador de Miguel Maura, tenía 27 años y dejaba a su mujer Elena embarazada. El narrador hace las veces de hijo póstumo y relata cómo a lo largo de su vida tuvo que ir enmendando casi todo lo que le habían contado, o él había inferido, sobre la muerte de su padre. Por ejemplo, quiénes le denunciaron para que los sicarios hicieran su trabajo, a qué bandería pertenecían y en qué fecha murió.

El libro, estructurado en tres partes, supuestamente dedica la primera al padre muerto; la segunda, a la madre, que le sobrevivió, y la tercera, al hijo-narrador. Pero este último recuerda que siempre ha escrito obras autobiográficas, y ésta no va a ser menos. Al fin y al cabo, del padre, un hombre joven que todavía no había tenido oportunidad de hacer grandes cosas, no hay mucho que decir; de la madre, una mujer con arrojos y voluntariosa, tampoco se habla tanto.

El narrador se interesa sobre todo a sí mismo y, valga la redundancia, habla que se las trae: se hace entrevistas, expone sus incontinencias, se cita, incluye un encomio de Queipo de Llano y un soneto de Dámaso Alonso, hace comentarios de texto, elabora un ensayo de casi cien páginas sobre la figura de José Antonio Primo de Rivera (quizá lo mejor del libro)...

Y como el genio no conoce barreras, el narrador incorpora sus dudas: «¿Soy excepcional?»; nos transmite el lema que trazó en un azulejo en su casa: «Nunca respetes la ley. Respeta sólo tu ley»; y hasta nos comunica que no descarta la posibilidad de que Sófocles escribiese Edipo rey «pensando en mí, apuntándome, mirándome a los ojos». Pero lo sustancial es que el narrador encontrará paz espiritual al darse cuenta de que puede ser la reencarnación de su padre. Hegel sostuvo que los grandes hechos de la Historia acontecen dos veces. Marx añadió que una como tragedias y la otra como farsas. Sánchez Dragó sostiene que no paran de suceder y que son al mismo tiempo tragedia y farsa.

Fernando Castanedo

 

 

20/08/06: Maestros, por Montero Glez

Fuente: La Trinchera Cósmica

Montero Glez

Cuando a Zetapé le tocó en la rifa la papeleta de presidente, lo primero que hizo al llegar al sillón fue cargarse el único programa de libros que había en la televisión pública: Negro sobre blanco. Por allí pasamos todos, incluso el Aznar. Y si el soplapollas de Zetapé no asistió, fue por que no quiso, pues me consta que fue invitado al programa. Recuerdo que por allí también pasó Suso de Toro, amigo del Zetapé y hasta Alfonso Guerra, del mismo partido del Zetapé. El partido de la rosa y el capullo. Socialdemócratas con inclinaciones monárquicas.

Como este país es cobarde y abundan los escritores sodomitas de conciencia, todavía ando a la espera de leer alguna declaración en contra de su despido. Pero nada, aquí sólo firmantes de manifiestos a favor del subsidio de las putas, perdón, de las prostitutas ucranianas que ejercen en nuestro país, o de los pobres travelos sidosos de Costa de Marfil o a favor de la integración de maricones, perdón, gays, y también de los moros, perdón, árabes, y de los negros, perdón, gentes de color, en la sociedad española. Para todas esas cosas andamos listos, pero cuando se trata de defender a una persona cercana, mira tú, eso sí que no. No sea que el Zetapé de los cojones se vaya a enfadar. País.

Si por algo se distingue Dragó es por ser un tipo abierto al diálogo, un hombre que a todo el mundo le da su sitio. Su escaño. Por eso, servidor que le conoce un poquito, nunca permite que delante de él se le llame facha. No puede ser facha un fulano que está por encima de todos aquellos que le llaman facha. Además, si fuera facha no daría cuartelillo a un fulano como yo. Los de la rosa y el capullo, en su lucha por hacer de la cultura un adorno, nunca me brindaron la oportunidad que me ha brindado el Dragó. Ni de coña.

Hoy escribo estas líneas llevado por la niña que riega los sueños lorquianos, lectora y participante de esta Trinchera Cósmica y por lo tanto amiga. No la conozco en persona pero es tan habitual aquí, que el día que no escribe me pongo celoso pensando que tal vez ande por otros foros. Pero sigamos con el Dragó pues él tiene parte de culpa de que yo me dedique a esto.

Cuando servidor era un micurria y leyó por primera vez La Historia Mágica de España, quedó deslumbrado. El barroco viajero, el nervio y la idea de un escritor fuera de lo común. Raza y desgarro hasta los últimos fuegos, en fin, que Gárgoris y Habidis ha sido el libro que me ha acompañado durante todo este tiempo.Por eso cuando alguien me pregunta si vale la pena leer a Dragó, servidor siempre contesta lo mismo: no. Dragó no vale la pena. Dragó vale la alegría; la alegría de celebrar cada libro suyo como una fiesta del lenguaje. El siglo de Oro se traslada a este siglo cada vez que Dragó se sienta a escribir. Lo siento, es uno de mis maestros, no puedo evitar comerle la polla.

Fui un chico solitario que creció entre tebeos y otras fantasías. Cuando otros soñaban con aparecer en La juventud baila, del Fradejas, yo soñaba con llegar algún día a uno de los programas que hacía el Dragó en la televisión de entonces, dos canales y a blanco y negro. Y así pasaron los años, entre tebeos y otras fantasías, hasta que el sueño se cumplió. Fue posible gracias a Beatriz Salama, una niña lorquiana que hizo por un servidor más de lo que ella cree.

El día que conocí al Dragó en persona le llevé el ejemplar manoseado de La Historia Mágica de España, para que me lo dedicase. Lo guardo como oro en paño, en una estantería donde comparte sitio con mis otros maestros, Pérez-Reverte, Muñoz Molina y Raúl del Pozo. Y aunque el Dragó poco o nada tenga que ver con los demás, para mí siempre será uno de ellos. Uno de los grandes, por no decir el más grande.

Montero Glez

 

 

10/08/06: Libros recomendados por Sánchez Dragó para el verano

· Esplendor y nada, de Félix de Azúa (Leqtor)

La nuestra es una época gregaria donde lo singular está mal visto. Así nos la describe en este libro Félix de Azúa. Y lo hace con la inteligencia y la agudeza que lo caracterizan. Como suele ocurrir con él, no se sabe qué causa mayor admiración en su escritura, si la lucidez o el estilo.

Por un lado, los textos reunidos en Esplendor y nada funcionan como poemas en prosa. Una prosa que se hace más acerada (más afilada y más deslumbrante) que nunca al verse sometida a las limitaciones del género brevísimo, la columna. Y por otro, como daguerrotipos de los actores, las escenas y los paisajes del universo extraño en el que habitamos. Fogonazos que iluminan desde un ángulo inesperado cómo somos, dónde vivimos, qué nuevos horrores trae consigo nuestra era.

Esplendor y nada es una brillante reflexión sobre nuestro tiempo, una mirada inclemente, humorística y aguda sobre nuestro escaso esplendor y nuestra mucha nada.

· Panfleto antipedagógico, de Ricardo Moreno Castillo (Leqtor)

«Sigo al tanto del desastre en el que vive la enseñanza, y comparto punto por punto todo lo que usted dice», escribió Antonio Muñoz Molina a Ricardo Moreno Castillo tras leer la primera versión de este libro, un texto breve cuya versión on-line alcanzó notable fama. Actualizado y desarrollado por su autor, este Panfleto antipedagógico es un alegato desesperado y necesario, tan duro en su crítica como constructivo en su ofrecimiento de soluciones sencillas y razonables a ese «desastre».

Como explica Fernando Savater en su prólogo, el libro no pretende ser «un tratado que resuelve todos los problemas, sino un grito de alerta polémico que nos zarandea para que advirtamos que existen», y que habla «desde el sentido común y la práctica docente cotidiana. Todos sus planteamientos pueden ser discutidos, pero ninguno puede ser pasado por alto».

Dirigido por igual a los padres de familia y a los educadores, el Panfleto antipedagógico debería servir de revulsivo para una sociedad que no puede seguir enterrando su futuro en sus escuelas, institutos y universidades...

 

Para consultar el resto de libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó puede hacerlo en su sección específica.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

06/08/06: La segunda muerte de Fernando Sánchez Dragó, por Martín Prieto

Fuente: El Mundo

El 10 de septiembre de 1993, víspera del 20º aniversario del golpe contra Salvador Allende, tomé como todos los meses el vuelo nocturno Buenos Aires-Santiago de Chile. Me detuvieron en el aeropuerto y el comisario del mismo me leyó, pronunciando hasta las mayúsculas, un decreto del Supremo Gobierno por el que se me expulsaba del país a perpetuidad, sin especificar cargos. El aeropuerto se cerró y quedé en una estancia con literas bajo guardia de dos policías cabreados por no dormir en sus casas («¿Qué ha hecho usted contra Chile?»). Cuando al amanecer se reanudaron los vuelos atisbé por el quicio de una puerta a Fernando Sánchez Dragó que resolvía el papeleo de inmigración. Me alcanzó para decirle en segundos: «Me expulsan. Díselo a los demás». Me alivié porque nadie sabía de mi paradero y Dragó cumplió el encargo avisando a la tribu. Desde entonces le debo una.

Su última obra es Muertes paralelas, premio de novela Fernando Lara, de este año (Editorial Planeta), que da una satisfacción y tres gustos. Dragó fue uno de aquellos jóvenes universitarios de 1956 que le provocaron al general Franco la primera úlcera. Tiene el mérito de haber sido de entre los primeros en abjurar del comunismo, del que era promesa oficial, marchándose con pasaporte falso a una casita de papel en Japón. Él se declara liberal y ácrata, y lo es las dos veces entre perfumes orientales.

Creyó hasta su juventud que a su padre, Fernando Sánchez Monreal, joven y ambicioso periodista, copropietario de una agencia de noticias deportivas, refundador de otra de noticias generales, lo habían fusilado los rojos al inicio de la Guerra Civil por ser católico y de derechas dada su afiliación al partido conservador de Miguel Maura, que sólo tenía un diputado en el Congreso. Su inteligencia y su libertad de espíritu no le impidieron rechazar la sopa triunfalista de los nacionales y militar entre quienes aparentemente le habían dejado huérfano. El infame comisario Roberto Conesa, jefe de la brigada político-social, le propinó un descubrimiento: «Eres un vengativo porque nosotros fuimos quienes matamos a tu padre».

Comienza el viaje a Ítaca. Un regreso hasta los primeros pasos del padre en aquel verano del 36, entre papeles, cartas, registros, hemerotecas, viajes y testimonios. Dragó es algo cruel con Camilo José Cela, al que ni cita, pero admite su definición: «Novela es cualquier libro cuyo autor o editor sostenga que lo es». Tal como Unamuno: «Si no las queréis llamar novelas llamadlas nivolas». Yo la he leído como una novela histórica y algo policiaca enderezada muy honrosamente sobre los primeros y terribles carriles de la Guerra Civil. A la postre el padre —hilo conductor— fue denunciado por el primo político de la madre del autor (un botarate) y sentenciado por un informe felón de Juan Pujol quien luego desde el diario Madrid jugara a una democracia de pacotilla. Primer susto: el Pujol del periodismo mandando a la muerte a un joven compañero inocente de toda causa. Ni siquiera le juzgaron militarmente. Le liberaron de la cárcel de Burgos y le fusilaron en una pedanía.

El segundo susto entra por los ojos con la portada y el título del libro: Fernando Sánchez Monreal y José Antonio Primo de Rivera. Más el título Muertes paralelas. Fernando: ¿qué carajo la vela tendrá que ver tu padre con el fundador de la Falange, ni en vida ni en muerte? Tu progenitor, conservador, republicano y demócrata; José Antonio, antiliberal, demonizador de Rousseau, el antidemócrata que aseguraba que el mejor destino de las urnas era el ser rotas y reclamaba la dialéctica de los puños y las pistolas. No hay manera de encontrar el paralelismo salvo en la muerte final que abrazó a tantos españoles. José Antonio se inspiró en el fascismo y sólo podemos aliviarle suponiendo que le repelía Hitler y su nazismo. Era mucho más latino. Pero publicó una carta abierta al general Franco instándole a la sublevación, por mucho que dijera el orteguiano «no es esto, no es esto» durante el consejo de guerra de Alicante que le condenó a muerte con más garantías que a la mayoría. Le hubiera costado lo mismo al autor emparejar su orfandad con García Lorca, Ramiro de Maeztu o Pedro Muñoz Seca. Es como si la equiparara con el asesinato del «jonsista» Ramiro Ledesma Ramos, que sí era un hitleriano. Ancho es Paracuellos del Jarama para encontrar afinidades familiares y sentimentales.

El tercer susto es el ramoneo que el autor hace sobre su propia muerte, por mucho que le hayan desatrancado las cañerías. Que se mire en su antiguo camarada Javier Pradera, otro conspirador del 56. Espero que sepa Dragó que morirse de muerte natural es muy difícil, aun tras el empeño de libros como éste.

Por lo demás es una novela coral y familiar, llena de datos que son ciertos, y un purgatorio de los sentimientos del autor que al redescubrir a los auténticos asesinos de su padre dice lo que Luis Cernuda: «¿España? Un nombre. España ha muerto». Y Dragó escribe: «... lo he dicho una y mil veces, y mil y una veces volveré a decirlo, que no me siento español, que no lo soy, que nadie puede ni debe obligarme a serlo, que me he borrado de esa lista, que me he exorcizado, que me he autoabsuelto de ese pecado original, que he expulsado de mis genes, de mis cromosomas y de mi conciencia todos los innumerables y vomitivos demonios de la patria».

Amén.

La satisfacción es el libro sin la separata joseantoniana.

Martín Prieto

 

 

27/07/06: Crónica de la presentación de Muertes paralelas en el Ateneo de Madrid

Alejandro Jodorowsky y Dragó, junto al cuadro realizado por Félix Arellano especialmente para la ocasión

Rodeado de buenos amigos, como cuando uno muere en casa, Fernando Sánchez Dragó, el apátrida, el errante, el trasterrado, el álter ego de Sinuhé, presentó en el Ateneo de Madrid, acompañado por Alejandro Jodorowsky y arropado por los suyos, su nueva obra, Muertes paralelas, en aquel 6 de junio de 2006, jornada del intento fallido de adivinos y charlatanes de provocar el advenimiento del Día del Juicio Final. En verdad, Dragó moría en casa, en el Ateneo, donde veintisiete años antes había presentado su tan celebrado Gárgoris y Habidis, obra mayor entre sus libros, primer y principal mojón en su trayectoria literaria, y ahora moría allí con su nueva opera magna, Muertes paralelas, pues cada libro, y más éste, supone un cambio en quien lo escribe, una transformación al rasgar la piel de la crisálida. Con Muertes paralelas culmina su obra, pues es una crónica de la Muerte, de la muerte del padre, de la muerte del hijo, un descensio ad inferos en pos del padre que el autor nunca conoció, una búsqueda a sangre fría y a corazón caliente por el oscuro valle donde descansarán eternamente las estatuas de sal.

Muertes paralelas es una novela de no ficción que no dejará a nadie indiferente, madura, serena, cruda, dolorosa hasta el tuétano, en la que Dragó se sumerge en las turbias aguas de la Guerra Civil siguiendo el rastro de su padre, Fernando Sánchez Monreal, eminente periodista desaparecido en los primeros meses del conflicto, que se vio atrapado y arrastrado por la procelosa corriente del pecado capital de aquella España en llamas: la envidia, que en aquellos tempranos días de guerra fratricida campó a sus anchas en el corazón del pueblo y en la locura de los hombres, cuando, reventadas las costuras de los partidos políticos, se ampararon bajo la férula de cualquiera de las dos facciones para ajustar cuentas y cometer las mayores atrocidades de las que es capaz el ser humano.

 «Muertes paralelas son las de García Lorca y Miguel Hernández», sostenía Dragó, «las de Ramiro de Maeztu y Pedro Muñoz Seca, la de José Antonio, sobre todo, por lo que en él hay de paradigmático y por la confusión en la que yace su figura, y la de todos aquellos, de uno u otro bando o, mayormente, de ninguno, ni de derechas ni de izquierdas, ni monárquicos ni republicanos, ni reaccionarios ni revolucionarios, que no murieron en el frente, sino en la retaguardia de aquella guerra, de la Guerra Civil».

Entre los asistentes al acto, que llenaron por completo las butacas del teatro del Ateneo, se encontraban rostros tan allegados a Fernando Sánchez Dragó como los escritores Amando de Miguel, Isidro Palacios, Ángeles Caso, Leopoldo Alas, David Torres, el Marqués de Tamarón y Javier Esteban; así como el actor Gabino Diego; y viejos compañeros de aquellas algaradas antifranquistas del 56 de mozos jaraneros y alborotadores como José Luis Abellán, Julio Diamante y Félix Arellano; además de Naoko Kuzuno, su mujer, y Aixa Sánchez, su hija menor.

Jodorowsky, Dragó y Ricardo Artola, editor de Muertes paralelas, durante la conferencia

Al igual que en la fábula de Edipo, Dragó también durmió con Yocasta tras la muerte de su padre, buscándolo ya en sus primeros años de vida entre las sábanas del tálamo, y encontrándolo por primera vez cuando, al ser desterrado finalmente del lecho conyugal a los ocho años por contraer su madre segundas nupcias, le tocó en suerte y en causualidad dormir en la estrecha cama de soltero de su padre. Esa noche, en la intimidad de la madrugada, sintió el dulce aliento de su padre a su lado, y nunca, desde entonces, le ha abandonado. Y de la misma forma que a Edipo, y como a Hamlet, a Dragó también lo engañaron respecto a las circunstancias de la muerte de su padre, troquelando en su cabecita infantil, tal vez por la dejadez de sus mayores, que lo habían asesinado los malos, es decir, los Hunos, cuando en realidad habían sido los Hotros, que decía Unamuno. Afirma Sánchez Dragó que «quien no conoce a su padre no se conoce a sí mismo y, por ello, no llega nunca a ser el que es». De ahí el irresoluble enigma que la Esfinge le planteaba, la cuestión del ser o no ser, la misma que tanto atormentaba a Hamlet.

Muertes paralelas es, según sus propias palabras, el libro más intenso, de más peso y de más largo alcance de todos cuantos ha escrito, una obra mayor de cincuenta años de gestación, doce de incansable investigación, indagando en hemerotecas y registros oficiales, rastreando fosas comunes, a sangre fría -como lo hizo Truman Capote-, y de dos años de redacción. Dragó, emulando a Edipo, abre la fosa donde yace su padre e investiga las circunstancias que envolvieron su muerte. Ha sido, ciertamente, una bajada a los infiernos, de los que ha regresado cambiado, pues uno no vuelve a ser el mismo cuando ha contemplado frente a frente el rostro de la barbarie y ha sostenido la mirada de la miseria y de la infamia humanas.

Pero la tragedia de Edipo llega a su catarsis final con la aparición en escena del profeta ciego Tiresias, encarnado en la voz hipnótica y cadenciosa de Alejandro Jodorowsky, que le ayuda a escapar del Hades entregándole el hilo de Ariadna y la espada de Teseo que le permitirán salir del laberinto. Mediante la experiencia del árbol genealógico Jodorowsky hará ver a Dragó quién fue su padre, por y para qué murió, y, de esta forma, averiguar, por fin, quién es él mismo.

Para Jodorowsky, creador de la psicogenealogía, no hay dudas de que es su madre quien induce a Dragó desde su más tierna infancia a continuar la búsqueda infructuosa de su marido que ella misma llevó a cabo. Hay símbolos del inconsciente que la razón no conoce, y el hecho de Dragó hubiera dormido con su madre en su niñez dejó marca indeleble en ese niño que, además de llamarse póstumamente igual que su progenitor, a ojos de su madre sería llamado a suplantar a su padre, cuyo prometedor destino fue truncado por el prematuro velo de la muerte. El paralelismo es tal que, cuando Dragó se marchaba de viaje por primera vez para embarcarse en uno de esos largos periplos orientales, su madre le increpó por su temeridad desde el mismo balcón y del mismo modo que ya hiciera con su padre, cuando años antes, con su misma edad, la dejaba encinta para irse al sur a informar sobre la sublevación de la guarnición de Melilla, y con las mismas palabras que le dedicó en su última despedida: Quien ama el peligro, en él perece. Cuán proféticas resultarían para su marido, el destino no está carente de cierta ironía.

Según Dragó: «Si mi padre no hubiera muerto, yo habría sido un Hemingway a los dieciocho años, habría tenido el mundo a mis pies. Entonces Jodorowsky me preguntó: “¿Pero tú te prefieres como eres ahora o como habrías sido?”. Me quedé pensando y contesté sin dudarlo: “Pues el que soy”. A lo que Jororowsky me respondió: “Como ves, tu padre se inmola para que tú hayas podido ser quien eres. Si tu padre hubiera vivido habría cambiado tu vida”. Y me di cuenta de que le debo todo a mi padre, todo lo que soy, y eso se agudiza por el hecho de que murió el mismo día de su cumpleaños, porque Jodorowsky dice que las personas que mueren el mismo día en que nacieron es que no han nacido para ser ellas mismas, sino que han venido al mundo para cumplir una función para otros. Ahora también yo puedo decir que soy alguien que conoce a su padre, que lo amo y lo respeto». Como en el mito de Edipo, su padre murió para que Dragó pudiera cumplir su destino, lo cual es una carga demasiado pesada para los hombros. Ese peso del subconsciente se vio por fin aliviado después de setenta años con la redacción de Muertes paralelas, que fue terminada por Dragó, sin pretenderlo, justo el día del cumpleaños de su padre y en el aniversario de su trágica muerte. «La magia de las causualidades», como le gusta llamarlas, permitiéndose el neologismo.

Dragó, atendiendo a sus lectores después de la presentación, entre los que se encontraba Gabino Diego

Fernando Sánchez Dragó dio por finalizada la presentación leyendo el último pasaje de su novela, que evoca a su tan querido Sinuhé, el egipcio, de Mika Waltari: Soy yo, Dionisio, el apátrida, el errante, el trasterrado, el álter ego de Sinuhé, hijo éste de Fernando y de Elena, quien ha escrito esta obra para mí mismo. No para los dioses ni los hombres ni para asegurar la inmortalidad de mi nombre, sino para apaciguar mi pobre corazón, que ha tenido la medida entera. [...] Ignoro, como en lo concerniente al fiel Muti lo ignoraba Sinuhé, si la leal Naoko conseguirá sustraer el estuche que contiene este libro a los guardianes del faraón y colocarlo en mi tumba. Quien careció de padre vivirá en soledad –tras estas palabras habló la emoción, interrumpiendo su discurso, que ahogó en la garganta del escritor tantos sentimientos encontrados y le tomó la voz-, como el egipcio, como el apátrida, como el errante, como el trasterrado, hasta el día de su muerte.

Tras la lectura los asistentes prorrumpieron en fuertes aplausos, conmovidos por las sentidas palabras de Dragó, que se extendieron hasta casi el minuto de duración. A su término, Dragó sentenció, señalando al cielo: «Estos aplausos son para mi padre, y para mi madre, Madre Coraje».

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

24/07/06: Dragó y el falangismo democrático, por Litio

Fuente: falange-autentica.org

José Antonio Primo de Rivera

Hasta qué punto son importantes para el falangismo democrático gestos como el de Fernando Sánchez Dragó pidiendo una presentación de su libro al Área de Cultura de Falange Auténtica es algo que todavía no podemos calibrar, pero hacen falta muchos dragós para llegar a una plena normalización del ideal falangista en la España que arranca en la transición, la que respira vientos de libertad y vislumbra una nueva oportunidad (¿perdida otra vez?) para comenzar la empresa colectiva de un país libre, apacible y atareado.

Las disquisiciones que el escritor hace en Muertes paralelas sobre las tres falanges, o los tres falangismos, contribuyen más a clarificar que un millón de panfletos repartidos a los cuatro vientos. Fernando Sánchez Dragó está convirtiéndose por derecho propio en un puntal en la contruccion laboriosa del falangismo democrático, el único con alguna posibilidad de traducir el ideal joseantoniano en una sociedad abierta y compleja. Dragó piensa que el pensamiento de José Antonio germinará en el futuro, a pesar de que dice no ser falangista, declararse apátrida y otras cuantas lindeces. Habría mucho que hablar sobre esto.

Sánchez Dragó (y él lo sabe) está insertado hasta los tuétanos en la tradición cultural hispánica, y sabe muy bien cuál es la España que le gusta y la que no le gusta. Sánchez Dragó es esa España a la vez ácrata y castiza. Sánchez Dragó, me atrevería a decir, está en la mejor tradición falangista, ésa que entronca con la Falange fundacional a través del puente tendido sobre la dictadura franquista por el falangismo que no quiso renunciar a sus esencias y a su libertad, el que luchó contra un régimen que no era el suyo, y reivindicó la libertad del pueblo español: el falangismo democrático. O lo que él llama la Falange buena o la tercera Falange. Pero Dios me libre de ponerle la etiqueta de falangista. Tan solo pretendo certificar una buena amistad. Que así sea.

Litio

 

 

22/07/06: Más libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó

· Pío Baroja, a escena, de Miguel Sánchez-Ostiz (Espasa)

El mito de Baroja sigue vivo y la lectura de su obra nunca deja indiferente. El interés por su persona, por su arte literario, por la oscura y monumental autobiografía que es su obra, por la firme voluntad de lucha contra su conciencia, por esa rebelión manifiesta sobre lo que es y lo que le gustaría que fuera de otra manera, han llevado a escribir esta nueva biografía, que toma como punto de partida las ocasiones en las que Baroja habla de sí mismo.

La importante y abundante documentación que ha manejado Sánchez-Ostiz, uno de los más importantes escritores del panorama literario español, y el original punto de vista son las principales herramientas que ha utilizado el autor para elaborar esta obra.

· Conversaciones con Goethe, de J.P. Eckermann (Acantilado)

Las Conversaciones con Goethe en los últimos años de su vida constituyen un monumento incomparable del saber que llegó a atesorar uno de los

mayores genios de la modernidad. Por estas páginas desfilan los personajes más ilustres de la época, pero también aquellos que jugaron un importante papel en la vida íntima y familiar del gran poeta alemán. Napoleón y Schiller, Byron y Voltaire, un amor de juventud o la presencia de la familia en los últimos años de su vida: todo tiene cabida en este maravilloso libro. En palabras del propio Eckermann, «estas conversaciones no sólo contienen más de una inestimable lección y enseñanza para las artes, las ciencias y la vida misma, sino que estos bocetos trazados directamente del natural contribuirán muy especialmente a completar la imagen que ya pudimos formarnos de Goethe a través de sus variadas obras».

Para consultar el resto de libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó puede hacerlo en su sección específica.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

21/07/06: Guerra y posguerra en la España reciente, por Ramón Tamames

Fuente: Revista Leer

Dragó y Ramón Tamames, durante la presentación de Muertes paralelas a la prensa (24/05/06)

La cara inversa de las célebres vidas paralelas de Plutarco, que el historiador griego escribió con plena libertad narrativa sobre los hechos, y siempre con prosa amena y aleccionadora; de personajes dos a dos, como Alejandro y Julio César, o Demóstenes y Cicerón. Resonancias lejanas que dan pie al título del trabajo más reciente de Sánchez Dragó, Premio de Novela Fernando Lara y editado por Planeta. Un libro que el 24 de mayo, en un almuerzo muy nutrido de escritores y periodistas, presentamos el historiador Fernando García de Cortázar y yo mismo.

En sus palabras durante el iniciático rito presentaticio, García de Cortázar se refirió a una serie de escritores en cuya estirpe insertó a Fernando Sánchez Dragó. Más concretamente, habló primero de Galdós y Baroja. Y luego, con especial delectación, se refirió a Felipe Trigo y Pérez de Ayala, citando sus novelas Troteras y danzaderas y Jarrapellejos, respectivamente; que actualmente se leen más bien poco, a pesar de constituir dos auténticos prodigios del idioma español moderno, con elementos barrocos y naturalistas en ambos casos y adicionalmente con el más raro erotismo en la narrativa española, en el caso de Trigo.

En mi parte del ritual, puse de relieve que esta nueva publicación de Sánchez Dragó es sugestiva y marca un nuevo hito en su obra. Entre otras cosas por lo que tiene de labor investigadora, prácticamente detectivesca, para conocer por qué y cómo se produjo el asesinato de su padre; cuando la Guerra Civil 1936-39 estaba en su momento más exultante y miserable, de paseos en uno y otro bando. Y arrancando de esas circunstancias, la pesquisa de don Fernando empezó en un hecho puntual: lo que en una de sus detenciones policiales, por estar contra Franco, le dijo el inspector Roberto Conesa, de la tristemente célebre Brigada Político-Social: 'A tu padre le matamos nosotros'. Y desde ese momento Fernando, hijo póstumo, empezó, ex profunditate animis, la búsqueda para conocer la tragedia de su progenitor.

Ciertamente, hubo muertes paralelas en la España del 36: García Lorca y Miguel Hernández; Maeztu y Muñoz Seca, por ejemplo, en su más alta significación. Y las de José Antonio Primo de Rivera y Fernando Sánchez Monreal -las dos imágenes que figuran en la portada del libro-, el primero estúpidamente fusilado por la República en Alicante; y el segundo, periodista y padre de Fernando Sánchez Dragó, pasado por las armas en Burgos, tras la imputación que se le hizo -a una persona que había militado en el partido maurista y que era católico practicante- de peligroso marxista; categoría política en la cual no se tenía derecho a vivir en aquel primer año de la era triunfal del franquismo que fue 1936.

El libro de Sánchez Dragó es complejo y tiene idas y venidas muy diversas. Aunque el arranque de todo lo situó el autor en los sucesos estudiantiles de febrero del 56 -este 2006 se cumple la mitad de siglo- y en los que Fernando tuvo una notable participación.

Podría extenderme mucho más sobre las secuencias en que se desarrolló la patética historia de Sánchez Dragó en busca de su padre. Y tal vez lo haga más adelante, cuando se haya sedimentado el poso de mi lectura inicial del libro. Pero en cualquier caso, no quería terminar esta nota puntual sin subrayar algo que dije en el acto de presentación: el nuevo libro de Fernando Sánchez Dragó puede servir de base para un extraordinario guión cinematográfico. Análogamente a lo que hace poco sucedió con la novela de Javier Cercas Soldados de Salamina, que dio origen a un filme verdaderamente excepcional.

En resumen, lean Muertes paralelas y sitúense en la acción, una serie de hechos verídicos y con ecos shakesperianos. Porque si Hamlet, Príncipe de Dinamarca, vengó a su padre, Fernando lo que hizo fue recuperarlo para siempre con su novela, tras una ausencia tan larga como sentidamente incierta.

Ramón Tamames

 

 

20/07/06: La huella de mi sangre, por Juan Ángel Juristo

Fuente: ABCD Las Artes y las Letras (17/06/06)

Por una sola vez la solapa del libro lleva razón: es ésta quizá la obra de Fernando Sánchez Dragó más ambiciosa desde Gárgoris y Habidis. Y esa ambición resulta de la magnitud de aquello que se quiere relatar. En esta Muertes paralelas el asunto que a mí más me ha interesado y por el que apuesto no es, sin embargo, esa suerte de parafernalia conceptual con que el autor suele rodearse, y que se manifiesta en muchos de sus anteriores libros, ni siquiera el discurso pleno de digresiones que lo caracteriza tan bien. No creo que sean éstas las cualidades que hacen de este libro algo distinto a los que vienen de atrás, más bien hay que saber buscarlas, porque parecería que el autor se mostrara con ellas algo tímido y las guardara celosamente, rodeadas de fuegos artificiales y sombras ahuyentadoras, como si fuera el dueño del secreto y aquél que buscase el tesoro tuviese que pasar alguna penalidad para encontrarlo. Sólo que la cosa no pinta tan esotérica. Este libro, que a ratos es emocionante y está cargado de sentimientos genuinos, me ha recordado la búsqueda angustiosa, cargada de rabia, ansiedad e impotencia, del personaje de El primer hombre, de Albert Camus, donde, recordemos, éste cifra gran parte de su asentamiento en el mundo en saber aspectos concretos de su padre, hasta entonces amplificado por los recuerdos de su madre y su abuela, pero también, y quizá con más impronta, al Fernando Arrabal que escribe sus particulares textos filiales y, asimismo, su visión de la contienda.

BÚSQUEDA DEL PADRE. Porque no hay que olvidar que este libro es en cierta manera una búsqueda del padre, con todo lo que ello signifique, pero también una reflexión sobre la locura de las represalias en los dos bandos. Porque una guerra civil implica escisión, pero no sólo física, sino mental, simbólica. Y es en esta última acepción donde esta suerte de ensayo narrativizado se centra, de ahí el plutarquiano título; de ahí asimismo el paralelismo entre personajes que poblaron aquellos acontecimientos, Fernando Sánchez Monreal, el padre, y José Antonio, en su destino ciego; Francisco Largo Caballero y José María Gil Robles, por apelar al totalitarismo y negar con ceguera 1a otra parte... En fin, toda una galería de personajes reales y un rosario de anécdotas pertinentes y narradas con esa intensidad que el autor sabe imprimir a todo aquello que toca. Y, claro, todo ello envuelto en un rabioso subjetivismo que en el libro revela su extremada coherencia.

De ahí que éste comience con el arresto del autor en aquellos primeros disturbios estudiantiles del 56, cuando el Régimen, más sorprendido que otra cosa, reacciona con brutal desconcierto, y continúe con el que sufrió su padre, Fernando Sánchez, periodista, discípulo predilecto de Manuel Aznar, gerente de las agencias Noti-Sport y Febus, que enterado en las Cortes por don Inda de la sublevación de Melilla, se encamina hacia allá en lo que será un periplo oscuro hasta su muerte en Burgos, en septiembre de ese año, paseado, como se decía entonces. Hasta aquí destinos similares en dos individuos que son víctimas de la Historia y cuyo paralelismo estaría a punto de agotarse si no fuera porque uno de ellos es hijo del otro. Comienza, entonces, la narración de una épica, la que protagonizan las mujeres, en este caso, la madre del autor, que, cargada con dos niños, emprende, al año siguiente de la desaparición de su marido, la búsqueda de éste en un país asolado por la guerra y las banderías atroces. Otro destino que se asemeja, paralelo ahora al que su hijo, muchos años más tarde, realizará por su cuenta.

DEL RUMOR A LA CERTEZA. Sólo que aquí la mala fortuna se cierne por otros motivos: uno de los pasajes que más conmueven es cuando el hijo comunica a la madre que, después de muchas pesquisas, sabe quién fue el delator de su padre y, por tanto, el causante del desastre. Uno de sus tíos. A partir de aquí se desatan los truenos, como si se hubiese destapado aquello que podía saberse, pero sólo como rumor. Creo que es un momento de ésos que resume, sin proponérselo, mucho más que aquello que el autor cree haber contado, pues es en detalles así donde el lector adquiere cabal visión de las consecuencias de una guerra civil.

El que luego uno se entretenga trazando destinos paralelos entre Fernando Sánchez, José Antonio, Lorca y Manuel Aznar, por ejemplo, entra en otro terreno, quizá muy locuaz, como ocurre con el epílogo, donde el autor vuelve a investirse con los atributos Dionisos, pero alejado de estas otras emociones, que son las que me han interesado del libro.

Juan Ángel Juristo

 

 

19/07/06: «Ahora soy el padre de mi padre»

Fuente: El País

Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936) ha descubierto en una plaza cercana a su casa, por la calle de Pez, en Madrid, donde vive desde hace décadas, una placa que lleva el nombre de Juan Pujol, un importante periodista franquista en la guerra y en la posguerra, que fue quien señaló como "peligroso marxista" a su padre, el periodista Fernando Sánchez Monreal, ejecutado por los fascistas en septiembre de 1936. Ahora, Dragó quiere, en algún momento, acaso con nocturnidad, sustituir esa placa por la del nombre de su padre.

El descubrimiento se ha producido ahora, poco tiempo después de que Sánchez Dragó publicara Muertes paralelas (Planeta), el libro con el que ganó el Premio Fernando Lara de novela, y en el que narra su pesquisa para comprobar qué pasó con su padre, quiénes lo mataron y por qué. Aún le queda verificar en qué fosa común fue enterrado. Pero está a punto.

Pregunta. ¿Por qué escribió este libro?

Respuesta. Por motivos morales, por motivos familiares y existenciales, y por motivos literarios. Éste es un libro de 50 años de gestación, 12 de investigación y 2 de escritura.

P. ¿Cuál fue el chispazo?

R. En 1956, cuando estoy detenido en Sol, con Múgica, con Tamames, con Pradera, con Ruiz-Gallardón padre, con Dionisio Ridruejo. Me viene a ver el comisario Conesa y me grita que estoy en la revuelta estudiantil porque soy un resentido. ¿Un resentido?, pregunté, y entonces fue cuando me dijo que ellos fueron los que habían matado a mi padre. Lo supe allí; nadie me había explicado quién mató a mi padre.

P. ¿No se lo dijeron en casa?

R. Una familia era de derechas, la de mi madre, y la otra era de izquierdas, la de mi padre. Me pasé toda mi infancia yendo de una España a la otra. Pero en ninguna de las dos se hablaba de la guerra.

P. ¿A qué atribuye ese silencio?

R. Era un pacto. Y sigue. Se produce por una oleada de vergüenza nacional ante las salvajadas que se perpetraron, y de las cuales, víctimas o verdugos, no hay ninguna familia exenta.

P. ¿Qué sintió cuando Conesa le llamó resentido?

R. Un puñetazo en el alma. Yo creía que a mi padre lo habían matado los republicanos. En mi niñez oficialmente los malos eran los republicanos y los buenos eran los franquistas... Luego ya nadie me habló de eso, y seguí con esa impresión, que lo han matado los republicanos. Así que cuando Conesa me llama resentido yo no entiendo nada.

P. ¿Cómo se lo explicó?

R. "¡Tú estás aquí porque eres un resentido, un niñato de mierda! ¡Para hacer revoluciones hay que tener pelos rizados en los cojoooones! ¡Y tú estás aquí porque eres un resentido porque matamos a tu padre!". Eso dijo, así, gritando. Me habían engañado; y tenía que averiguar quién soy yo, y quién fue mi padre.

P. ¿Cómo lo empezó a investigar?

R. Hice intentonas a lo largo de estos 50 años, incluso traté de averiguar con mi madre, grabándole confesiones... Pero eran intentonas frustradas. Era un libro de madurez, por no decir de ancianidad.

P. Expresa arrepentimiento por no haberlo hecho antes...

R. Hay arrepentimiento porque al hacerlo tan tarde fue muy difícil: muchos testigos habían muerto, todos los papeles estaban perdidos. Pero esa misma dificultad fue convirtiéndose en un acicate. Cuando de veras me pongo a investigar es en 1994, cuando se me aparece en la Feria del Libro de Madrid Manuel Gurrea, hijo de un maestro republicano, que pasó la última noche con mi padre. Me fui a verle. Ahí me di cuenta de que tenía que escribir el libro. Y tiré del hilo.

P. ¿Qué le impresionó más de lo que descubrió?

R. Que mi padre era, en una familia socialista moderada, un hombre de derechas, del partido de Maura. El partido menos poderoso. Así que a mi padre, que era el único de su familia que era de derechas, lo mata la derecha. Y otra sorpresa que me he llevado es que, si a José Antonio le quitas el tufillo patriotero y el fundamentalismo cristiano que tenía, desde una óptica actual es un hombre de izquierdas...

P. ¿De verdad cree que José Antonio era un hombre de izquierdas?

R. Léete el testamento de José Antonio y lo verás. Propone la retirada inmediata del Ejército a los cuarteles, cese de las hostilidades, amnistía y un Gobierno en el que están Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Gregorio Marañón, Ortega y Gasset...

P. ¿Se acabó la España cainita?

R. ¡Qué se va a acabar! Es un rasgo de carácter nacional, que está ahí, anquilosado. Tú llamas a un fontanero, ve el destrozo que hay, se lleva las manos a la cabeza y acusa al fontanero que vino antes... Ésa es la guerra civil, y ése es el carácter de los españoles. De aquellos que cortan el bacalao a lo largo de la historia. Ésa es la España de mala entraña. La otra España es silenciosa.

P. Decía que de chico le hablaban de los republicanos como "los malos". ¿Hoy qué le parecen?

R. Mi padre no era republicano ni nada. La República duró dos días. Sufrió sucesivos embates, desde la derecha y desde la izquierda, que intentaban conculcar la legalidad republicana, y no hubo nunca en España un orden legal republicano... No tengo buena opinión ni de la República española ni de lo que pasó entonces.

P. ¿Qué sentimiento le produce que su padre no se salvara?

R. Lo lamento, claro. Pero la verdad es que yo no echo de menos a mi padre. Mi madre seguía enamorada de mi padre. Y yo dormía con ella, claro que castamente. Yo no lo echaba de menos, y es porque yo soy mi padre. Siempre quise ser lo que era mi padre, director de cuatro agencias de prensa, el ciudadano Kane del periodismo de aquella época..., el periodista más brillante...

P. ¿De veras es usted su padre?

R. Ahora soy el padre de mi padre, porque mi padre murió a los 26 años.

P. ¿Y qué tal le cae?

R. Me cae de puta madre. Ahora soy el mejor amigo de mi padre. Lo llevo aquí, en el hombro, como el papagayo de los piratas, y todos los días charlo un rato con él.

Juan Cruz

 

 

18/07/06: Retrospectiva sobre Muertes paralelas

Después de casi dos meses de promoción de Muertes paralelas, parece el momento oportuno para echar la vista atrás y hacerse eco de aquellas reseñas que a lo largo de este tiempo han ido publicándose en revistas literarias y medios especializados. En los próximos días se publicarán en sanchezdrago.com las más notables.

Hoy ofrecemos una crítica publicada en El Cultural (08/06/2006):

Muertes paralelas, por Ángel Basanta

Fernando Sánchez Dragó. Dibujo de Grau Santos

Resulta difícil ser objetivo en el análisis crítico y valoración de un libro tan radicalmente subjetivo como éste. Su autor ha desgarrado en sus páginas alma, corazón y vida, a manos llenas, escribiendo un texto híbrido que tiene algo de relato detectivesco y mucho de narración autobiográfica, con acento individual y alcance colectivo.

De todo hay en esta dramática búsqueda del padre y del yo autorial que se desvive por conocer cómo fue la tragedia de sus padres y, a la vez, conocerse a sí mismo. En su personal descenso a los infiernos, Sánchez Dragó, gruñón confeso (pág. 420), amparándose en el “dolorido sentir” garcilasiano y arremetiendo contra el cainismo español, contra fanáticos y progres, inquisidores y torquemadas y demás comisarios de la cultura, concibe con sangre su escrito “a contraespaña”, sin ahorrar exabruptos y digresiones preñadas de polémica, largas amplificaciones retóricas y melodramáticas descargas emocionales que pretenden justificarse, incluso en sus contradicciones y errores, por su carácter de obra en marcha y porque, huérfano antes de nacer, quiere rescatar la figura del padre para saber la verdad y encontrarse a sí mismo.

Muertes paralelas respira literatura –y vida, pues cuenta la tragedia esencial del autor–. Desde su título, imaginado a partir de las Vidas paralelas de Plutarco, hasta su intertextualidad en continuas referencias a lo más granado de la literatura universal (trágicos griegos, Homero y Virgilio, Cervantes, Shakespeare, Calderón, Unamuno, Machado, Valle-Inclán, Lorca, M. Hernández, Capote y un largo etcétera), pasando por el mestizaje de géneros en un texto inclasificable que se presenta como “novela cuasi policiaca” (p. 48), “narrativa autobiográfica” (228), “verídica tragedia” (307), “novela estrictamente autobiográfica” con visillos de fantasía (448) o “revoltijo de géneros” (363) integrados en un libro de no ficción que “iba creciendo y, poco a poco, lo que había nacido como ensayo totalizador, narrativo y reflexivo, de reconstrucción histórica general, familiar y personal, se transforma en novela, y la novela derivaba a tragedia” (pág. 613).

Como tragedia, consta de “Introito”, tres actos y “Epílogo”. En la introducción aparece el autor, detenido en 1956 por las revueltas universitarias, en el momento en que, de labios del comisario Conesa, descubre que su padre fue fusilado por los nacionales al comienzo de la guerra. Los tres actos cuentan con sendos protagonistas, el padre, la madre y el hijo, que aquí emprende su búsqueda en procura de catarsis purificadora. El acto I se centra en el viaje que llevó a Fernando Sánchez Monreal, periodista y director de la Agencia Febus, a buscar noticias de la sublevación militar, el 18 de julio de 1936, de Madrid a Córdoba, Granada y Sevilla, para después llegar a Valladolid, donde fue detenido y llevado a Burgos, denunciado por un primo de su mujer y asesinado el 14 de septiembre. El vía crucis de la madre del autor en busca de su marido vertebra el II acto. Pero en ambas partes el relato discurre por múltiples meandros, ocupándose de lo divino y lo humano en las “muertes paralelas” que el autor así considera en los trágicos destinos de su padre, José Antonio, Lorca, entre otros crímenes perpetrados al principio de la fraternal carnicería española. El acto III converge –con más carga de ficción– en el protagonismo del hijo, que ahora cambia su nombre real por el de Dionisio, su alter ego en novelas como Las fuentes del Nilo, de la que se transcriben varios fragmentos. Y en el epílogo se reproducen el comienzo y el final de Sinuhé, el egipcio, adaptando los nombres a las circunstancias del autor, identificado con el protagonista de la novela de M. Waltari.

Autobiografía, novela, tragedia y mito (de Orestes y Edipo a Hamlet y Segismundo) se aúnan en este doliente exorcismo personal del autor para completar uno de los libros más valientes y encarnizados que he leído, también uno de los más desmesurados y contradictorios, pues la tendencia del escritor a la hipérbole se ha desmadrado no poco y su afán de polemista se prodiga por doquier en sinceras alabanzas y ajustes de cuentas con unos y otros y también consigo mismo, rechazando su nacionalidad española pero defendiendo su condición de escritor en lengua española. Y la torrencialidad de la prosa se ha llevado por delante la corrección de algunos latinismos como motu proprio (mal escrito siempre, salvo en pág. 331).

Ángel Basanta

 

17/07/06: Muertes paralelas, de David Torres

Fuente: El Mundo

Mañana se conmemora el 70 aniversario del 18 de Julio, el chupinazo que anunció la mayor carnicería de nuestra Historia. De todas las guerras civiles, la de España es la menos civil que quepa imaginarse porque aquí, desde anarquistas a falangistas, estaba armado hasta el apuntador. En este país la Guerra Civil siempre ha sido una película de buenos y malos, correspondiendo los subtítulos a los prejuicios de quien llevara la batuta. O bien los franquistas son unos ángeles caídos del cielo pero justicieros y con los cojones bien puestos (véase Raza) o bien son demonios del averno que masacran a honrados e intachables camaradas (véase Libertarias o cualquier parida a lo Ken Loach).

En la cosecha de este año, entre la literatura generada por nuestra augusta matanza, quizá el libro más original sea Muertes paralelas, de Fernando Sánchez Dragó, que resultará prácticamente igual de incómodo a ambos bandos. No es exactamente una novela ni tampoco un libro de historia sino, más bien, la búsqueda personal del padre del escritor, fusilado por los nacionales en Valladolid en septiembre de 1936. En la portada del libro, junto a la foto del padre muerto, aparece el rostro de José Antonio, ejecutado por los rojos en la cárcel de Alicante. A estas alturas, no hacen falta más que dos dedos de frente para comprender que, quitado el tufo a sacristía y a nacionalismo de alcanfor, la Falange compartía buena parte de los presupuestos ideológicos de la izquierda. Así, con los dos rostros simétricos y el guiño plutarquiano del título, la novela evoca la paradoja, el absurdo y la brutalidad de la guerra: la derecha y la izquierda asesinando a diestra y siniestra.

La verdad es que, fuera del drama individual que explora la novela, muertes paralelas aquí lo fueron casi todas: durante tres años, España se convirtió en el solar de un matadero digno de aquel chiste de Gila («joder, que le habéis dado a una señora que no es de la guerra»), un matadero que se prolongó —esta vez sí: sólo a una banda— durante la larga y sangrienta década de represión franquista.

Con todo, quizá la afirmación más escandalosa del libro esté en el prólogo, donde el autor afirma solemnemente: «Lamento profundamente haber nacido español». Sánchez Dragó siempre ha peleado a la contra: enemigo a muerte de la corrección política, aplaude sin embargo la moda antitabaco; es budista pero va a los toros a cuestas con un ego que no cabe en la plaza. Estas contradicciones están ya en la lógica interna de sus apellidos: del temerario dragón cifrado en el segundo al tranquilo escudero manchego oculto en el Sánchez.

Viajero impenitente y apátrida por vocación, ahora da un paso más allá y se declara «ex pañol», un neologismo que está mucho más de moda que lo que él quisiera: el banderín de enganche de los nacionalistas catalanes y vascos. Al fin y al cabo, nada más español que abominar de España.

David Torres

 

 

16/07/06: Nuevos horarios de emisión para Las Noches Blancas

Las Noches Blancas, el programa sobre libros presentado por Fernando Sánchez Dragó, continúa sin descanso durante el verano para hacer llegar el placer de la lectura a todos aquéllos que ahora disfrutan de más tiempo libre durante la temporada estival, pero con un nuevo horario de emisión, que pasa de ser de la noche del martes a la del domingo.

Éstos son los nuevos horarios:

Telemadrid: Madrugada del domingo al lunes a las 00:25h. (CET)

Telemadrid Sat: Miércoles a las 22:40h. (CET) (Ver Las Noches Blancas en directo)

Telemadrid laOtra: Sábado a las 23:30h. (CET) (Ver Las Noches Blancas en directo)

LAS EMISIONES DE MIÉRCOLES Y SÁBADO PODRÁN SER VISTAS A TRAVÉS DE SANCHEZDRAGO.COM

 

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

 

15/07/06: Fernando Sánchez Dragó, articulista de El Mundo

Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, con Sánchez Dragó (Archivo)

Tras el parto de quintillizos que le supuso Muertes paralelas, Fernando Sánchez Dragó parece que vuelve a encontrarle el gusto a tomar parte en nuevos proyectos que sacien momentáneamente su sed de palabras, tanto habladas como escritas. A su participación como contertulio en radio y televisión en los programas Estoy por ti (Telemadrid) y Protagonistas (Punto Radio), se añade ahora su vuelta al articulismo de opinión en el diario de El Mundo, labor que comenzará a desarrollar de manera habitual en breve.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

 

13/07/06: Dónde come Fernando Sánchez Dragó en Madrid

Fuente: El Mundo

AKI. Echegaray, 9. Teléfono: 91 429 58 06. Es un restaurante atrevido de decoración, donde se puede degustar una excelente comida japonesa. No hay nada parecido a tomar sake al caer el sol en este local o deleitarse con bocados de sushi y sashimi.

19 SUSHI BAR. Salud, 19. Teléfono: 91 524 05 71. A pesar de que dejan fumar en su interior (algo que detesto), por suerte para mí en la barra lo tienen prohibido. Presenta unas propuestas exquisitas a nivel general.

FURAMA. Paseo de la Florida, 2. Teléfono: 91 541 99 26. Es un sitio en el que puedes probar platos de casi toda Asia. Hay tanto para elegir que recomiendo pedir el menú degustación.

GUMBO. Pez, 15. Teléfono: 91 532 63 61. Si por algo destaca este lugar es por las propuestas de Nueva Orleáns que presenta: desde tomates verdes fritos hasta carnes al carbón.

 

 

09/07/06: Nuevos libros recomendados por Sánchez Dragó

· En el umbral del universo invisible, de Luis Martos (Letra Clara)

"El libro de Luis Martos, entre otras muchas cosas de peso y poso, nos propone un itinerario de acceso a la posibilidad de creer racionalmente en la existencia de un dios bondadoso así como en la inmortalidad de la conciencia individual.

No es poco. El autor, que expone su sistema filosófico -una suerte de Neoplatonismo Dialéctico- a modo de espiral y en forma de tertulias, en las que también se abordan problemas sociales y políticos de nuestro país, se apoya principalmente en Numenio de Apamea, en Plotino (al que los filósofos islámicos confundieron con Aristóteles, de quien el autor abomina) y Jakob Boehme.

El lenguaje es claro, elegante y preciso, y las páginas sobre el Taoísmo y el Zen alcanzan la altura de lo memorable.

Luis Martos promete un segundo volumen -éste-, que sus lectores esperamos con impaciencia. No en balde decía el principito que, hoy como ayer, lo esencial es invisible a los ojos."

Fernando Sánchez Dragó (publicado en el ABCD las artes y las letras, Junio de 2005)

· En la corte del Mikado. Bocetos japoneses, de Francisco de Reynoso (Nausicaä)

El viaje de Reynoso al Imperio del Sol Naciente se produce en un momento clave de la Historia del Japón. Sus costumbres y tradiciones milenarias se están viendo transformadas por voluntad del Mikado. El Shogun ya no rige los destinos del Imperio y una nación nueva está a punto de irrumpir en el mundo civilizado. A través de las páginas de esta obra, el diplomático Reynoso no sólo nos hace una descripción concisa y amena del Japón que despierta al mundo sin para ello desprenderse de su densa tradición, sino que también aprovecha para hacer una crítica comparativa con la España del momento, dejándonos al paso una descripción de las erráticas políticas exteriores de nuestros gobiernos. Pero más allá de la detallada visión histórica del Japón de aquellos días, el joven diplomático español nos ofrece, con su prosa franca y clara, una crítica visión del mundo de finales del XIX. En un recorrido que da la vuelta al mundo, atravesando los incipientes EE.UU. en su camino de ida, y el convulso extremo oriente de la época en el de vuelta, Reynoso llena las páginas de datos curiosos y amenos que hacen de este libro un clásico de la literatura de viajes.

· Revista El manifiesto: contra la muerte del espíritu y la tierra, Año III - Número 5 y todos los anteriores

Quienes estampamos nuestra firma al pie de este Manifiesto no estamos movidos por ninguno de los afanes que caracterizan habitualmente al signatario de proclamas, protestas y reivindicaciones. El Manifiesto no pretende denunciar políticas gubernamentales, ni repudiar actuaciones económicas, ni protestar contra específicas actividades sociales. Contra lo que se alza es contra algo mucho más general, hondo… y por lo tanto difuso: contra la profunda pérdida de sentido que conmueve a la sociedad contemporánea.

Aún sigue existiendo, es cierto, algo parecido al sentido; algo que, por sorprendente que sea, aún justifica y llena la vida de los hombres de hoy. Por ello, el presente Manifiesto se alza, hablando con mayor propiedad, contra la reducción de dicho sentido a la función de preservar y mejorar (en un grado, es cierto, inigualado por ninguna otra sociedad) la vida material de los hombres.

Trabajar, producir y consumir: tal es todo el horizonte que da sentido a la existencia de los hombres y mujeres de hoy. Basta, para constatarlo, leer las páginas de los periódicos, escuchar los programas de radio, regodearse ante las imágenes de la televisión: un único horizonte existencial (si se le puede denominar así) preside a cuanto se expresa en los medios de comunicación de masas. Contando con el enfervorizado aplauso de éstas, dicho horizonte proclama que de una sola cosa se trata en la vida: de incrementar al máximo la producción de objetos, productos y esparcimientos puestos al servicio de nuestro confort material.

www.manifiesto.org

Para consultar el resto de libros recomendados por Fernando Sánchez Dragó puede hacerlo en su sección específica.

Francisco Javier Redondo Jordán

 

 

05/07/06: Presentación de Muertes paralelas para Falange Auténtica

Nueva presentación de Muertes paralelas en Madrid, con una notable afluencia de público y un extraordinario ambiente. Tras la primera presentación del libro ante prensa y amistades, y la presentación pública oficial en el Ateneo, en esta ocasión el autor había querido hacer un acto específico para explicar la “otra” muerte que justifica el título de su novela, es decir, una muerte paralela a la de su padre y que no es otra que la de José Antonio Primo de Rivera, fusilado poco después en la otra zona contendiente.


Ana Grijalbo presentó a los oradores: José Antonio Martín Otín, Fernando Sánchez Dragó y Carlos Javier Galán

El acto fue organizado por el área de Cultura de Falange Auténtica y se celebró en el Hotel Tryp Atocha de Madrid. Ana Grijalbo, Secretaria General de esta formación política presentó a los oradores y agradeció cordialmente a Fernando Sánchez Dragó el osado gesto de desafiar la dictadura de lo políticamente correcto y participar en una convocatoria de estas características.

El primero en intervenir fue Carlos Javier Galán, abogado, profesor de Derecho Laboral, autor de cuatro libros, y concejal por Falange Auténtica en el municipio abulense de El Hoyo de Pinares. Galán afirmó que “este libro demuestra que es posible la recuperación de la memoria histórica sin caer en sectarismos, porque Fernando ha narrado los últimos días y la muerte de su padre, asesinado por el bando ‘nacional’, pero sin caer en el rencor y reconociendo que existieron ‘muertes paralelas’ en el otro bando”. Para el concejal de FA, “durante las casi cuatro décadas de la dictadura franquista se nos contó la guerra civil como una película de buenos y malos. Ahora, con el pretexto de esa ‘recuperación de la memoria histórica’ hay quienes pretenden contarnos la misma película pero simplemente trocando los papeles. Y no es verdad ni lo de antes ni lo de ahora, todo es mucho más complejo. Por eso se agradece un libro que no cae en el maniqueísmo, porque setenta años después es triste que no sólo los escritores, sino incluso los historiadores que abordan la guerra civil se sigan adscribiendo a alguno de los dos bandos”. Carlos Galán aseguró que “esta novela de Fernando es el libro más suyo” y no sólo “por el estilo, que es Dragó puro, porque ese estilo es igualmente reconocible en todos y cada uno de sus libros”, no sólo “aunque principalmente, por el tema elegido, puesto que toda la obra de Fernando de alguna forma es autobiográfica, literatura y vida están en él estrechamente unidas”, sino también “porque es en el que más ha puesto de sí mismo”, resaltando que Dragó ha volcado en esta obra “la satisfacción de una misión cumplida y una deuda pagada, pero también dolor, emoción, corazón... No es en absoluto un libro frío, es una obra muy intensa”. Galán agradeció también a Fernando Sánchez Dragó que hubiera otorgado a José Antonio lo que éste pedía expresamente en su testamento poco antes de ser asesinado: “una brecha de serena atención”.

Le siguió en el uso de la palabra José Antonio Martín Otín, conocido como Petón, asesor deportivo (su empresa representa al futbolista Fernando Torres, entre otros jugadores) y periodista (tiene un programa en Radio Marca y colabora con frecuencia en espacios de TVE y Cuatro). Es autor de El hombre al que Kipling dijo sí (Ed. El Gallo de Marzo, 2005), un libro que descubre los aspectos más desconocidos y más humanos de la personalidad de José Antonio Primo de Rivera. En una intervención brillante y amena, Petón aseguró que Muertes paralelas es “una magnífica obra, un libro voluminoso en el que, sin embargo, no sobra ni un solo adjetivo, algo muy difícil de conseguir”. Petón también subrayó la valentía intelectual de Fernando Sánchez Dragó porque, al afrontar la muerte de su padre y toda esa apasionante investigación que comienza con el aldabonazo que sufre en el interrogatorio con el comisario Conesa, haya tenido el gesto de situar en paralelo otro asesinato ocurrido en la retaguardia del otro bando, en este caso el de José Antonio. José A. Martín Otín aseguró que él no es falangista, pero que cree que el fundador de la Falange dejó un importante legado. De ese pensamiento destacó “la propuesta de síntesis, la idea de que España tiene remedio pero que para eso hay que juntar lo mejor de unos y lo mejor de otros, la idea nacional y el sentido de justicia social”.

Finalmente, el autor del libro, Fernando Sánchez Dragó aseguró que desafiaba el discurso dominante porque “no hay que ser políticamente correctos, hay que ser éticamente correctos y, en el caso de los escritores, estéticamente correctos”. En cuanto a la ausencia de rencor aseguró: “no me supone ningún esfuerzo, es que yo no tengo rencor. Y no sólo porque sea malo para los demás, sino que vivir con rencor es una carga para uno mismo”. Agradeció la organización del acto a Falange Auténtica “porque fui yo quien se lo pedí”. Recordó que ya había participado en Alicante en una mesa redonda organizada por esta formación política y “me encuentro a gusto con ellos porque son con una gente que tiene honradez, dignidad y, algo muy importante, sentido del humor”.

El autor de Muertes paralelas cree que durante la guerra “la chusma rompió las costuras de todos los partidos” y ofreció ese episodio cainita. Para Dragó hoy no sería posible una guerra civil, pero que sí está presente el espíritu de enfrentamiento que derivó en la misma, con parecidos debates políticos, morales, religiosos y, sobre todo, con la presencia de los separatismos territoriales.

Recordó su afirmación contenida en la novela de que “José Antonio fue el espíritu más noble, la figura más limpia y el político más interesante y prometedor de la II República”. Insistió en que su juicio favorable hacia José Antonio no está dictado por las coincidencias ideológicas, puesto que “él era cristiano y yo pagano, defendía la españolidad y yo ya no me considero español y él -y ésta es una de las sorpresas con las que me he encontrado al escribir su libro- era un hombre que con la perspectiva actual calificaríamos como de izquierda mientras que yo no lo soy”. En este sentido, Dragó recordó los planteamientos sociales del fundador de Falange, como su apuesta, en aquellos años en que fue diputado de la II República, por la nacionalización de la banca o una profunda reforma agraria y leyó algunos fragmentos de unos apuntes políticos que José Antonio dejó en la prisión de Alicante. En aquel guión para desarrollar un artículo, el líder falangista, en relación con la guerra, anotaba literalmente: “¿Qué va a ocurrir si ganan los sublevados? Un grupo de generales de honrada intención pero de desoladora mediocridad política. Puros tópicos elementales (orden, pacificación de los espíritus...) Detrás: 1) El viejo carlismo intransigente, cerril, antipático. 2) Las clases conservadoras, interesadas, cortas de vista, perezosas. 3) El capitalismo agrario y financiero. Es decir, la clausura en unos años de toda posibilidad de edificación de la España moderna, la falta de todo sentido nacional de largo alcance. Y a la vuelta de unos años, como reacción, otra vez la revolución negativa”. Frente a ese panorama, José Antonio defendía “la deposición de las hostilidades y el arranque de una época de reconstrucción política y económica que haga de España un país tranquilo, libre y atareado”, para lo cual apostaba por el cese de la guerra mediante un gran acuerdo, la amnistía general, la reposición del orden jurídico anterior al alzamiento y la constitución de un Gobierno de concentración nacional presidido por el republicano Diego Martínez Barrio. En el esbozo de esa propuesta de gobierno escrita por José Antonio incluye liberales, republicanos, catalanistas y socialistas, además de independientes de prestigio como Gregorio Marañón (Sanidad) o José Ortega y Gasset (Educación). Dragó se preguntó como puede sostenerse razonablemente que este planteamiento pueda ser de extrema derecha o fascista. Recordó que a partir de 1956, algunos falangistas o antiguos falangistas, que él identificó con el mismo espíritu que hoy mantiene FA, fueron quienes abrieron las puertas al cambio en la Universidad y otras instituciones sociales.

A preguntas del público, Petón y Sánchez Dragó debatieron en un interesante coloquio, entre otras muchas cuestiones, sobre la declaración de “apátrida” que lucía Fernando en su camiseta. También, instados por Carlos J. Galán, hablaron de sus futuros proyectos literarios.

Al término de un acto muy aplaudido por el público, Fernando se quedó firmando decenas de ejemplares de su libro y atendiendo afectuosamente a cuantos lectores se acercaron a saludarle.

Gabinete de Prensa de Falange Auténtica

 

 

04/07/06: Encuentro digital con Fernando Sánchez Dragó en El Mundo

El pasado 28 de junio de 2006 elmundo.es organizó un encuentro digital con Fernando Sánchez Dragó en directo, en el que sus lectores tuvieron la oportunidad de preguntarle sobre su nuevo libro y sus perspectivas de futuro.

Aquí puede leer los encuentros digitales con Fernando Sánchez Dragó

 

 

 

 

Otras Noticias:

· Segundo cuatrimestre de 2013 al segundo cuatrimestre de 2014

· Primer cuatrimestre de 2013 al segundo cuatrimestre de 2013

· Segundo cuatrimestre de 2012 al cuarto cuatrimestre de 2012

· Tercer cuatrimestre de 2011 al primer cuatrimestre de 2012

· Segundo cuatrimestre de 2008 al segundo cuatrimestre de 2011

· Primer cuatrimestre de 2008

· Tercer y cuarto cuatrimestre de 2007

· Segundo cuatrimestre de 2007

· Primer cuatrimestre de 2007

· Primer semestre de 2006

· Segundo semestre de 2005

· Primer semestre de 2005

 

www.sanchezdrago.com