Cascotes en Venecia, malversación en Madrid

Obra de Lara Almarcegui para la Bienal
Obra de Lara Almarcegui para la Bienal

Ya ven ustedes… Se empieza dando palmas al retrete de Duchamp y se termina enviando a la Bienal de Venecia un contenedor atiborrado de escombros para que escenifique en la ciudad de Tintoretto la degeneración sufrida por esa kermesse de monstruos a la que muchos llaman “arte contemporáneo”.

¿Hay, acaso, alguna manifestación artística que no haya sido contemporánea en el momento de su aparición? ¿Y son, acaso, arte las mamarrachadas que se acogen a tan palurda etiqueta?

Lo sorprendente, y lo indignante, no es que hace ocho lustros naciese en Zaragoza una señora o señorita de cuyo nombre no quiero acordarme ni recordará la historia, pues albañiles los ha habido siempre en todas partes, aunque fuesen, hasta que Bibiana Aído se inventó lo de “albañila”, mayormente de sexo masculino…

Lo sorprendente, y lo indignante, no es que esa señora o señorita, deseosa de dignificar su oficio, cambie la denominación de éste y se adjudique la condición de artista, pues infinito ha sido, desde que se ridiculizó el vanidad de vanidades en el Eclesiastés, el número de personas convencidas de que basta ponerse moños y vestirse de seda para dejar de ser un primate… Seguir leyendo…

Publicado en: ...el 01 Junio 2013 @ 02:00 Comentarios (2)