Espanya
Artur Mas
Escribo en domingo. Ignoro, aunque me lo malicie, qué partido se ha alzado con el gordo en las elecciones catalanas y cuáles tendrán que salir de pobres con la calderilla de la pedrea. Quienes se abracen, marrulleros, al presidente entrante (y saliente) acabarán besando la lona.
¿Elecciones? No lo son, stricto sensu, pues seguirán en el machito quienes ya lo estaban. De ciegos es confundir un proceso electoral con un paripé soberanista.
Lo del 25-N ha sido un referéndum, por mucho que la Constitución, ese papel mojado, lo prohíba. Aprobemos otra cuanto antes. Llevémosla al taller de la corona. En el fémur del texto vigente está el origen del proceso artrítico que deforma las caderas del país. Aludo al delirio de las autonomías. Seguir leyendo…