Desde el más acá

mientras dioses juegan alain danielou

¡Caramba, caramba, caramba! Estoy abrumado por la cantidad y calidad de las personas, conocidas y desconocidas, que se han dirigido a mí por tierra, mar, aire, teléfono, correo, fax, blog, palomas mensajeras y señales de humo a raíz de la publicación de la penúltima y antepenúltima entrega de Dragolandia (”Morir habemus” y “Con pocos pero doctos libros juntos…“).

Tengo más amigos de lo que creía. A todos agradezco la inquietud, el interés y la convicción proustiana de que no es la identidad de pensamiento, sino la consanguinidad de espíritu lo que une a las personas.

Voy a tranquilizarlos. No me sucede nada especialmente grave. Soy sivaíta (Dionisos), no visnuíta (Apolo). Siempre me ha gustado bailar en el alambre de la muerte como lo hacían Hemingway y Mishima, por poner dos ejemplos que me son caros y cercanos. Eso no significa que desee morir –todo lo contrario– ni que vaya a hacerlo. Lo primero es seguro; lo segundo, volitivo. Seguir leyendo…

Publicado en: ...el 06 Febrero 2013 @ 14:43 Comentarios (2)

Con pocos pero doctos libros juntos…

niño geopolítico observando nacimiento hombre nuevo dali
Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo, de Dalí

Segunda ley de la termodinámica (es la segunda, ¿no?): todo tiende a enfriarse, todo es entropía. También la crisis que ahora, dejándonos atrás, se nos lleva por delante.

Sigamos, pues, hablando de la muerte.

Estoy en Castilfrío. Frente a mí, un ataúd. Sobre su tapa yace mi última máquina de escribir: una Olympia. Tres ángeles de manos extendidas y alas plegadas, comprados en El Cairo, la preceden. Cabe el féretro, decorándolo como adorna el rostro una mueca, las estatuillas de algunos de los premios recibidos. Son vanidad de vanidades. Abrigo el propósito de arrojar al interior del ataúd los treinta y seis libros que llevo publicados. Vuelvan al polvo. Es su destino.

Estoy en Castilfrío. A pocos metros de mi casa, silencioso y humilde, el camposanto. También ése es mi destino. Y el tuyo, lector.

Va muriendo la gente. Borro con typex sus teléfonos en una libreta que es ya antología de Spoon River, dentadura mellada y ajedrez de sepulcros blanqueados.

Casi todos los muchachos revoltosos que estuvieron conmigo en la cárcel han muerto. Seguir leyendo…

Publicado en: ...el 05 Febrero 2013 @ 13:01 Comentarios (2)

Morir habemus

Hamlet y la calavera invertidos

Hay días chungos, días borrosos y emborronados, días en los que las flores del mal abren sus pétalos en las cunetas del alma y difunden su ponzoña en todos los rincones de la conciencia.

Hoy es uno de ellos.

Decía Gil de Biedma, en verso repetido hasta la saciedad de la sociedad, que envejecer y morir es el único argumento de la obra. Si lo segundo es cierto, y lo es, poco importa lo primero.

¿Envejecer? Sea. ¿Morir? ¡Si no hay más remedio! Lo malo es no ser o ser lo que no se es. Quizá sea ése el único argumento de la vida.

Me pongo como ejemplo…

No me gusta ser varón, y lo soy.

No me gusta ser español, y lo soy.

No me gusta la pareja, y voy por la séptima relación conyugal.

No me gusta la paternidad, y estoy a punto de tener mi cuarto hijo. Seguir leyendo…

Publicado en: ...el 04 Febrero 2013 @ 11:52 Comentarios (4)

Están clavadas dos cruces…

homenaje enrique meneses antonio olano
Enrique Meneses y Antonio Olano

…en el monte del recuerdo / por dos amigos que han muerto: Enrique Meneses y Antonio Olano.

Et in Arcadia ego: la siega de la guadaña prosigue en Oriente. Su filo, implacable, me alcanza en Rangún y en Laos.

Interrumpo mis Burmese days para rendir póstumo homenaje a dos huéspedes de mi corazón, a dos inquilinos de mi alma, a dos personas de las que sólo cabe hablar bien, a dos gigantes del periodismo, a dos supervivientes de la ya lejana época en la que eso, el periodismo, lo era de verdad. Nada que ver con lo de ahora.

No voy a repasar sus biografías. Consúltense los obituarios aparecidos a raíz de ambas muertes o acúdase a Wikipedia. Sólo quiero dejar constancia de mi dolor y del alto afecto que, así en su vida como en su muerte, me unió y me une a los dos difuntos.

Hablé con el uno y con el otro, sospechando ya lo que se avecinaba, días antes de emprender el viaje que me ha traído hasta aquí. Seguir leyendo…

Publicado en: ...el 11 Enero 2013 @ 07:59 Comentarios (1)