Con pocos pero doctos libros juntos…

niño geopolítico observando nacimiento hombre nuevo dali
Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo, de Dalí

Segunda ley de la termodinámica (es la segunda, ¿no?): todo tiende a enfriarse, todo es entropía. También la crisis que ahora, dejándonos atrás, se nos lleva por delante.

Sigamos, pues, hablando de la muerte.

Estoy en Castilfrío. Frente a mí, un ataúd. Sobre su tapa yace mi última máquina de escribir: una Olympia. Tres ángeles de manos extendidas y alas plegadas, comprados en El Cairo, la preceden. Cabe el féretro, decorándolo como adorna el rostro una mueca, las estatuillas de algunos de los premios recibidos. Son vanidad de vanidades. Abrigo el propósito de arrojar al interior del ataúd los treinta y seis libros que llevo publicados. Vuelvan al polvo. Es su destino.

Estoy en Castilfrío. A pocos metros de mi casa, silencioso y humilde, el camposanto. También ése es mi destino. Y el tuyo, lector.

Va muriendo la gente. Borro con typex sus teléfonos en una libreta que es ya antología de Spoon River, dentadura mellada y ajedrez de sepulcros blanqueados.

Casi todos los muchachos revoltosos que estuvieron conmigo en la cárcel han muerto.

Casi todas las personas con las que tuve trato de amistad en los años del exilio -Italia, Japón, Oriente- han muerto.

Casi todas las mujeres que amé tanto…

Anteayer murió Esther Tusquets. Tenía mi edad. Ayer murió Uribarri. También era de mi quinta.

¿Quién morirá hoy, mañana, al otro?

Es posible que mi cuarto hijo nazca el mismo día en que yo cumpla setenta y seis años. Más que el comienzo de una vida vislumbro su llegada como el fin de un ciclo vital. Reproducirse es morir y, al mismo tiempo, perpetuarse. Tal es la ley de madre natura.

Jodorowsky diría que me estoy programando. Mal asunto. O no.

Mis amigos creen que atravieso una fase depresiva. Se equivocan. O no.

Hagakure: la caída de la hoja. Así el otoño. Nací en octubre.

Descanse en paz quien me lea.

…ando ya en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos.

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Posdata – ¿Quién será el próximo?, preguntaba yo, aquí mismo, hace una hora. No ha sido necesario aguardar mucho para encontrar respuesta: Peces-Barba. También era de mi quinta, aunque algo más joven. El cartero no llama dos veces, sino muchas más y en cualquier momento. No tiene horarios. Otra muesca en la culata.

Publicado en Dragolandia, elmundo.es, 24 julio 2012


Publicado en: ...el 05 Febrero 2013 @ 13:01 Comentarios (2)

2 comentarios

  1. A 05 Febrero 2013 @ 15:32 Acxhopijo dijo:

    Ánimo, Dragó. La muerte no es el final.

    Un abrazo.

  2. A 06 Febrero 2013 @ 12:47 Pedro Manuel dijo:

    Vamos Fernando,,,,eres un crack no te rindas.
    Si la parka nos pilla, que sea bailando.

    Un fuerte abrazo