Amor constante más allá de la muerte
Mis fuentes son abc.es y el blog Cerrajeros Zaragoza. La persona que me da el queo es Javi, mi ayudante, al que ya conocen los lectores de Dragolandia.
Soy una terminal gatuna. Centenares de propietarios, amantes y admiradores de los gatos se dirigen a mí con peticiones de ayuda, información acerca de felonías o, simplemente, historias protagonizadas por los mininos.
Hablaba yo aquí de la muerte hace unos días y voy a seguir haciéndolo, porque los gatos son animales psicopompos, que se mueven a su antojo por las plutonías o canales de acceso etérico al más allá (o, en el peor de los casos, a la nada) y tienen la facultad, el deber y la vocación de acompañar a los seres humanos, y quizá a otros animales, en sus desencarnaciones.
El gato de la foto, que se parece extraordinariamente a uno de los míos (Bufanda), es italiano, se llama Toldo y vive en Montagnana, minúscula aldea de la Toscana (imposible evitar la rima). Seguir leyendo…