La marca de la Bestia

bebe dormido

La noticia del año no ha sido el órdago secesionista de Cataluña, ni la incapacidad de Europa para salir del atolladero, ni la irresistible ascensión del paro, ni los desahucios, ni las protestas de la calle, ni la engañifa de las preferentes, ni la bancarrota de las Cajas, ni el rescate que nunca llega, ni la reelección de un socialista para presidir el Imperio, ni el torpedo de las primaveras del Islam metido en la línea de flotación de las democracias occidentales, ni el chunda chunda del Congreso del Partido Comunista Chino, ni las once orejas cortadas por José Tomás en Nimes, ni el planchazo de los profetas idiotas del apocalipsis maya.

No, no… La noticia del año, en lo concerniente a España (más Vandalia en esa ocasión que nunca), apareció en la prensa hace unos días, pero ningún periódico la llevó a su portada. ¡Qué va! Todos la arrinconaron en el desván de las esquinillas de sus páginas interiores y optaron por desviar la mirada, no fuera a ser que los progres, las feministas, las alegres comadres de Rubalcaba, la quinta columna socialdemócrata del Partido Popular y los cabos de gastadores (y devastadores) de la marea blanca madrileña se dieran por aludidos y los llamaran fascistas.

¿De qué hablo? Hablo del número de la Bestia, que ya no es el 666, sino el 118.539. A esa cifra se eleva el total de los hijos sacrificados en el fúnebre rito del aborto a lo largo del año que termina. Da miedo, ¿no? Sumen las víctimas de la carretera, del tsunami de 2004, de los terremotos de Haití y de Chile, de la catástrofe de Fukushima, de la hambruna subsahariana, de la guerra civil de Siria, de los tifones, de las inundaciones, de los atentados terroristas y de la barbarie afgana, y no alcanzarán ni de lejos tan estremecedora cifra.

Es curioso. Acabo de comprobarlo. Según el criterio de la notación cabalística, que consiste en sumar los dígitos de un número para entender su significado alegórico, monta igual el 666 que el 118.539. Los dos dan 9. Echen cuentas… ¡Bingo! Da que pensar esa coincidencia. La Cábala es judía y judío era Juan, el profeta de Patmos que cayó en trance, vio la Bestia y le puso número.

Lo llaman interrupción voluntario del embarazo y dicen que es un derecho, pero es un delito legal. Si nuestra democracia sirve para eso, que me borren. Me doy de baja y hago mutis por el foro de la conciencia, la decencia y la inocencia con mi último hijo entre los brazos.

Publicado en la sección “El lobo feroz”, El Mundo, 31 diciembre 2012


Publicado en: ...el 15 Enero 2013 @ 09:23 Comentarios (5)

5 comentarios

  1. A 15 Enero 2013 @ 12:49 pivodi dijo:

    Moloch, Moloch, Moloch… Moloch cuyo nombre es Mente. El hombre ha seguido al racionalismo hasta el punto en que éste se ha transformado en irracionalidad absoluta. Perder la vida para poder salvarla.

    Un saludo.

  2. A 15 Enero 2013 @ 14:24 Er Manué dijo:

    ¿En cuántos abortos colabaraste, lumbrera? ¿Cuántos instigaste? ¿cuántos presionaste para que se llevaran a cabo?
    Pudiera ser que te hayas arrepentido (lo cual no cuadra, porque si te hubieras arrepentido lo hubieras hecho al primer aborto)
    Pero si en realidad te has arepentido, lumbrera, teniendo en cuenta que tú has sido abortista múltiple (por tanto, asesino múltiple según tu propia forma de ver el asunto), al menos mantén tu antiabortismo de manera discreta. No vociferes, no juzgues. No insultes a nadie. No tires tantas piedras. No vayas de campeón de la moral.

  3. A 15 Enero 2013 @ 20:02 lagai dijo:

    es muy fácil traer hijos al mundo cuando tienes pasta para que te los cuiden, mientras despareces cada tres meses con el fin de encontrarte espiritual y sexualmente. No todo el mundo se halla en esa tesitura, existen cienmil situaciones personales; psicológicas , físicas, emocionales, monetarias…. que un individuo como tú, preocupado de si mismo y de sus testículos es incapaz de manejar. En cualquier caso me extraña que un ser tan supuestamente evolucionado, tan libre, tan amante de la verdadera “libertad” sea incapaz de ponerse en el pellejo de nadie, que en muchas ocasiones se ve obligado a tomar decisiones tan personales y peliagudas. y si te apetece realizar ejercicios cabalísticos, coge una cinta métrica y mídeme el….
    PDT espero ansioso a algún seguidor del gran lider de la mentira, escandalizado por mi vocabulario “soez” y por malgastar mi valioso tiempo en “no adorar” a este individuo,del que cada vez estoy mas convencido, que tiene menos luces que un barco pirata…

  4. A 15 Enero 2013 @ 21:34 Neuropsiquiatra dijo:

    Como profesional, estoy persuadido, sin haber tratado al señor Sánchez Dragó, de que se trata de una persona que padece una patología de narcisismo maligno, y además, probablemente, se trata de un psicópata. Y, además, todo esto agravado en los últimos tiempos con alguna demencia neurológica, no tanto debido a la edad, sino, sobre todo, al consumo abusivo de cannabis y LSD. Como el mismo describe.
    No se me malinterprete: cuando digo “psicópata” no estoy afirmando que sea una persona con un perfil criminal, ni muchísimo menos. Sino una persona inmersa en una auto-adoración realmente notable, combinada con una nula empatía por el resto de los seres humanos a su alrededor, a los que ve como simples objetos, o “extras” en su mundo. Incluidos, casi con toda seguridad, sus propios familiares más directos. Él mismo confesó haber sentido menos el fallecimiento de su propia madre que el de su gato. También ha contado en varias ocasiones como su padre fue asesinado por unos falangistas y él mismo, muchos años después, no tuvo reparos en vestir una camisa azul y saludar brazo en alto. No resultaría extraño que haya decidido tener un hijo a su provecta edad, por el simple hecho de llamar la atención.
    No estoy juzgando a este señor en absoluto. Sólo estoy
    bosquejando un “diagnóstico” a ojo. Pero creo que encaja bastante. Me gustaría tratarle si es posible. O podría recomendarle ayuda, si el quiere. Estoy a su disposición. Puede escribirme al correo electrónico.

  5. A 16 Enero 2013 @ 15:09 españolito dijo:

    Estamos muy mal (en casi todo), pero la progresía está que apesta.