No me perviertan al niño

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Sábado 26, 7 de la mañana, me ducho, abro el ordenador, pongo elmundo.es y me quedo patitieso. El sobresalto es tan grande que a punto estoy de regresar a la ducha para rebajar el sofocón abriendo el grifo del agua fría. Un titular asegura que el PP va a presentar una propuesta de ley para que se imparta educación fiscal a las víctimas de los planes de estudios a partir de los once años y hasta que cumplan dieciocho. Nada menos que siete cursos: los mismos que yo y los de mi quinta tuvimos que dedicar, gracias a Dios y a don Pedro Sáinz Rodríguez, al estudio de las matemáticas, el latín y la lengua española.

¡Y yo con un hijo que algún día, en contra de mi voluntad, pues seguro que me prohíben educarlo en casa, irá al cole!

Bizqueo. Me pellizco. ¿Habré leído mal? No sería la primera vez. El otro día, sin ir más lejos, me llevé un buen susto al toparme en este mismo periódico con un titular que decía: “Rusia se dispone a enviar un moro al espacio”. ¡Este Putin!, pensé. Pero no… Releí la frase y comprobé que era un mono, y no un magrebí, lo que los bisnietos de los padres del primer sputnik iban a poner en órbita.

El simio, por cierto, viajará gratis, al revés que esos ex simios implumes, pero forrados de pasta, que están dispuestos a pagar cifras astronómicas –nunca mejor dicho– para pasar unas horas o unos días en la estratosfera. ¿Hay algún millonario que no sea un gilí? Sólo los tontos dedican la vida a ganar dinero.

Fin del excurso. Vuelvo a la asignatura fiscal. ¡Lo que faltaba para que los jovenzuelos sobradamente impreparados de nuestro sistema no docente se refugien en la luna, como el mono ruso y sus tíos Gilitos, mientras el profe les explica lo de la base imponible, las deducciones, la cuota íntegra y todos esos latinajos de difícil deglución y pesadísima digestión! ¡Menudo coñazo! Seguro que se dispara el absentismo. ¡Oiga, que yo no sé ni lo que es el TAE, palabra, y pese a ello pago a tocateja, aunque con el rostro compungido, mis impuestos!

Opóngase, amigo Wert, se lo suplico. Hay asignaturas que no deben impartirse en horario infantil. Corre usted el riesgo de que el padre Ángel, otro amigo, ponga el grito en el cielo –más astronáutica– al enterarse de lo que sus compañeros de partido maquinan. Lo mismo se persona el protector del menor en el juzgado de guardia más cercano. Ya que los chavales reparten estopa sin mirar a quién (sobre todo si son chicas) en los patios de los escuelas, evitemos que los malos tratos se propinen en las aulas.

Pero, sobre todo, no den ideas. En todo ser humano anida un defraudador del fisco en potencia. Si enseñamos a los niños a rellenar los formularios de Hacienda, el resultado será catastrófico. Ya no querrán ser futbolistas ni famosos de la telecaca. Preferirán hacer un máster de ingeniería financiera y llevarse maletines a Suiza. La Roja perderá todos los partidos, Belén Esteban terminará como Nadiuska, Jorge Javier Vázquez se dedicará full time a la literatura, la economía se irá a negro, como Telemadrid, y la Merkel nos echará de Europa con su fusta de sombra de Grey. Recuerden sus Señorías que los jóvenes –todos lo hemos sido– hacen siempre lo contrario de lo que los adultos les sugieren. El botellón lo demuestra. Los porros, también. La piratería, ni les cuento. No mentemos a Eva la manzana, porque se la comerá. Aconsejemos a nuestros hijos lo contrario de lo que nos gustaría que hiciesen y así llegarán a ser hombres de provecho.

Publicado en Dragolandia, elmundo.es, 28 enero 2013


Publicado en: ...el 30 Enero 2013 @ 11:57 Comentarios (1)

One Comment

  1. A 30 Enero 2013 @ 14:02 pivodi dijo:

    Le juro que en un primer momento he leído “educación física” y me he preguntado ¿pero es que no lo hacían? después he releído “educación fiscal” y me he relajado. Veamos. Sobre el tema juvenil hay mucho que comentar, después de hilar sentencias la estadística es lo que más me entretiene. Bueno. Mirando las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, que suelen ser falsas, y relacionándolas con las del Instituto de Estudios Psicológicos, que también manipulan a placer, se obtienen algunos datos interesantes, por ejemplo: en Andalucía el paro ronda el 50%, oficialmente el 30%, de estos parados andaluces llama la atención los perceptores del Plan de Empleo Rural (PER), son pocos, unos 100 mil, pero muy llamativos. Estas personas trabajan un mes al año y el resto del año, los otros once meses, cobran esta prestación; durante estos once meses se les considera en paro y es por ello por lo que la perciben. Otro caso similar son los llamados trabajadores de la hostelería, trabajan tres meses al año, los meses de verano, y el resto del año están en paro, o realizan trabajos esporádicos. Otro colectivo similar son los propietarios de pisos de veraneo, estos alquilan sus pisos a veraneantes y con el dinero que reciben de ello viven todo el año, estos no suelen apuntarse al paro por lo que no se les considera desempleados.

    Entre los jóvenes el caso mas llamativo serian los llamados “nini”, su ideología suele ser apolítica o “nadista” y por lo general no suelen estar apuntados al paro, no se les considera desempleados. Un grupo similar serian los “freakes” que no suelen tener interés en trabajar pues su enfermedad no se lo permite. Otro grupo similar a estos últimos, y que podría incluirse en el mismo saco, son los jóvenes que han transformado el disfraz en su vestimenta, es decir, chavales que llevan “rastas” o peinados similares que tardan años en crecer, éstos por supuesto no buscan trabajo pues ello les obligaría a abandonar su disfraz, por lo que tampoco se les considera desempleados, suelen ser de ideología de izquierda ya que en ella encuentran justificación para su modo de vida. Más en general la gran mayoría de parados jóvenes, este es un concepto que podría llenar toda una seria de comentarios pues ser un joven de treinta años es un concepto discutible. Bueno, como le decía, la mayoría de los parados jóvenes suelen ser de tendencia izquierdista, aunque no todos pues algunos de tendencia derechista también están en esa tarea de buscar trabajo. Por supuesto que los jóvenes de izquierda son mas reacios a trabajar en general y se podría decir en sus propias palabras, señor Dragó, que quien a los 20 no es de izquierda es que no tiene corazón y quien a los 40 no es de derechas es que no tiene cabeza, pero como le decía hay quien a los veinte ya tiene cabeza y quien a los cuarenta ha fracasado en todo y pierde la cabeza.

    En general, y quizás como consecuencia de lo anterior, en la juventud el desempleo va a la par que la ideología, no se bien como se relaciona esto con su articulo pero algo tendrá que ver, usted mismo busque la relación.

    Un saludo.