La Horda
Los polvos de Fraga trajeron los lodos del turismo a Jamonia y Futbolia. Fue aquel eslogan de Spain is different lo que nos convirtió en colonia de todo quisque: suevos, vándalos, alanos y turistas. Hoy nos okupan más de cincuenta millones de guiris anuales dispuestos a lo que sea. ¡Costas las de Levante, playas las de Lloret! Menos mal que casi todos se amontonan en el Mediterráneo y yo nunca voy a él. Tampoco voy a Barcelona, ese parque temático, desde que prohibieron los toros, aunque quizá pueda volver cuando Sus Señorías, expertos siempre en el arte de amagar sin dar, se decidan a declarar patrimonio de la nación lo único que queda de España. De España, digo, no de Convolutia… Para cohones, como dijo Madeleine Albright aspirando la jota de José Tomás, Francia. Allí ya lo han hecho. Pero nada ni nadie es totalmente imperfecto: el ancha is Spain del señor de Villalba abrió las compuertas a un aluvión de vikingas que estaban de soponcio. Lo malo es que nunca conseguí folgar con ninguna. Madrid es otro parque temático, que conste, pero allá penas, porque paro muy poco en él. Lo justito para salir por patas, aunque no sean de Jabugo, sino de cochino chino atiborrado de antibióticos. Dicen que el turismo va a seguir creciendo… Bueno, pues que crezca. Ya da igual: por encima de dos turistas todos me parecen muchos. Incluso voy a arrimar el hombro y el hambre de la crisis a esa invasión proponiendo un par de eslóganes para sustituir al de Fraga. Uno sería: “Spain – Fiesta, siesta e Iniesta”. Va por Futbolia. Así nos ven en el mundo. Y el otro: “Spain – Donde tantos tienen el alma tan negra como las patas de sus jamones”. Va por Jamonia. La charcutería ibérica es el pensamiento único de nuestra gastronomía, bullipolleces aparte. Y cámbiese de paso el castizo anuncio de quienes ya no vocean los cupones porque la corrección política los constriñe a venderlos en quioscos. Que digan, en vez de veinte, “¡todos iguales para hoy!”. ¿A quiénes me refiero? Pues ya he dicho que a todos: a los turistas y a los masocas que los acogen con entusiasmo para amorrarse a sus pechos de teta negra. Como en aquella novela de Orwell… No, no es 1984, aunque también. Cuando todos son iguales, como propone la Constitución, algunos son más iguales que otros. ¡Oh, Spain! ¿Y si la llamáramos Igualia? Cedo el nombre a Anguita para su nuevo partido. Lo es, por mucho que lo enmascaren. ¡Pocos eran y parió la izquierda! Normal. Vivimos todos en Siniestralia.
Publicado en la sección “El lobo feroz”, El Mundo, 18 febrero 2013
Dragó, hay que irse a las playas de Israel, a joder con judías. Que están muy buenas.
Los martes son aun peores que los lunes, no hay descanso. El turismo esta en declive, en proporción inversa a la eugenesia. Si ahora son 50 millones el año que viene serán 49 millones, al otro 48 millones. Donde se hacia turismo sanitario se hará turismo geriátrico. Vienen a morir a España, ni vandalia, solo morideria, de morir, la vida es larga.
El turismo viene en pateras, el gasto lo hacemos nosotros con subvenciones, es la teta negra. El turista multicultural que en vez de dar trabajo lo quita. El otro turismo, el de la vikingas, es solo un recuerdo de viejos nostálgicos, es el que nos dejo las urbanizaciones sin vender. Los hijos no son como los padres, de tal palo tal astilla, dilema turístico, los hijos de la gallina de los huevos de oro ¿pondrán también huevos de oro?
El sábado es el mejor día para matar marranos, dan buenos chorizos, pero se te pone el colesterol por la nubes. Ya va haciendo falta que alguien las cuente, las nubes, digo.
Un saludo.
Perdón por el off- topic, Señor Sánchez Dragó, pero le quedaría muy agradecido si le dedicara un post a la figura de Don José Mourinho. A mi modo de ver, el Sabio de Setúbal ha puesto en evidencia hasta qué punto somos envidiosos los españoles y xenófobos con “nossos irmaos” portugueses……..Saludos.