¡Salvad el Ganges!

camino del corazón portada fernando sánchez dragó

El embajador de la India en nuestro país ha recibido, firmada, entre otros, por mí, la carta que a continuación transcribo…

“Excelentísimo señor:

Los abajo firmantes somos un grupo de españoles que hemos sido profundamente influidos por la India y su cultura. Con nuestros limitados medios, intentamos dar a conocer la cultura de la India en España y en otros países de habla hispana. El país que hoy se conoce como India es heredero de una antigua civilización, cuyos valores y objetivos son —así lo creemos— plenamente válidos en el mundo de hoy, e incluso tienen la capacidad de mostrar una salida de la profunda crisis en la que se encuentra sumido el mundo moderno. Al estar nuestras vidas unidas a la India, seguimos de cerca y nos preocupa todo lo relacionado con este país.

Nos apena ver que la India ha optado, en muchos campos, por el modelo económico occidental de desarrollo ciego a cualquier coste, que está mostrando claramente sus limitaciones tras provocar una gran crisis ecológica y humanística (incluso sus ventajas económicas no están claras, como demuestra la actual crisis económica). Un signo muy claro de ello es la situación en que ahora se encuentra el río Ganges (Gangá). Considerado un símbolo de la civilización india, reverenciado como la gracia divina inmanente, sus aguas conocidas por sus propiedades especiales y apreciadas por todos, incluidos reyes y emperadores musulmanes, está siendo tratada hoy en día como una mera corriente de agua sin vida, sólo válida para ser explotada con vistas a la obtención de beneficios económicos a corto plazo.

Durante las últimas décadas, el río Ganges se ha convertido en un caudal cada vez más polucionado, no ya purificador sino a menudo ni siquiera agradable de contemplar. Las grandes presas que se han construido en el Himalaya han interrumpido su flujo, destruyendo las propiedades curativas de sus aguas y ralentizando notablemente su corriente, con la consiguiente e importante disminución de su capacidad de autorregeneración (la cual, como se ha demostrado repetidas veces, es mayor que en cualquier otro río del mundo). Sin embargo, muchas más presas se están construyendo y se planean construir en todos los afluentes del río en el Himalaya. Se están destruyendo muchas cosas (algunas de las cuales tienen también un valor económico) a cambio de un beneficio económico menor.

Tras el fracaso del “Ganga Action Plan”, promovido por el primer ministro Rajiv Gandhi al principio de los años 80 del pasado siglo, el gobierno de la India instituyó hace tres años el National Ganga River Basin Authority (NGRBA), bajo la presidencia del primer ministro Manmohan Singh, para intentar acabar con la polución del río. Este es un paso muy alentador. Sin embargo, en estos tres años solamente se han convocado tres reuniones, y no se ha tomado ninguna decisión importante.

En 2012, para protestar contra esta situación, Swami Gyanswarup Sanand empezó una tapasyá mediante una huelga de hambre hasta la muerte. Es digno de mención que Swami Sanand era, antes de tomar sannyasa, el Dr. G. D. Agrawal, un reconocido científico especializado en estos temas. Más tarde, Swami Sanand dejó de beber agua y estuvo al borde de la muerte. El gobierno prometió tomar decisiones y se convocó una reunión del NGRBA en la que se discutieron los problemas. Pero, a pesar de que la mayoría de sus miembros hablaron a favor de las propuestas de Swami Sanand, no se tomó ninguna decisión. Swami Sanand volvió a dejar de tomar agua, y junto con él muchas más personas han dejado de tomar alimento y bebida, dispuestos a sacrificar sus vidas por Gangá. Varios de ellos están confinados a la fuerza en hospitales y pueden morir en cualquier momento. Muchas personas relevantes, intelectuales, artistas, etc., así como muchas instituciones, los apoyan activamente. Es digno de mencionar que muchos musulmanes, cristianos y personas de otras religiones están tomando una parte activa en este movimiento. La protección del río Gangá no concierne exclusivamente a una comunidad religiosa.

El río Gangá tiene una inmensa importancia para la India, pero también para el resto del mundo. India, cuya antigua cultura considera que todo lo existente en el mundo está vivo y es un símbolo de la Divinidad, tiene el potencial de mostrar al mundo una salida de la crisis ecológica, la cual tiene su origen en la idea de que la naturaleza es algo destinado meramente a la explotación económica.

Confiamos en que el gobierno de la India hará todo lo posible para conservar el río Gangá, símbolo de la India, en su forma pura original. Confiamos también en que el gobierno de la India no dejará morir a las personas que están sacrificando sus vidas para la protección del río Gangá.

Agradeciéndole sinceramente su atención, reciba usted un cordial saludo.”

Publicado en Dragolandia, elmundo.es, 12 junio 2012


Publicado en: ...el 15 Marzo 2013 @ 13:05 Comentarios (1)

One Comment

  1. A 15 Marzo 2013 @ 15:13 pivodi dijo:

    Cuando oigo hablar del dominio del hombre sobre la Naturaleza, casi siento rabia. Nuestra pasividad ante la Naturaleza es vergonzosa y ridícula. Esperamos casi siempre la voluntad del cielo y de la Tierra. Nuestra alabada ciencia y nuestra ensalzada técnica no han sabido todavía dominar las estaciones, cambiarlas según nuestra voluntad. No podemos atenuar el frío del invierno, reducir el calor del verano. Aceptamos los temporales cuando vienen y no sabemos alejar la tempestad, soportamos pacientemente la nieve y somos impotentes contra la sequía.

    En el planeta hay demasiado mar: tres quintas partes de la superficie terrestre están ocupadas por las aguas. Y la población crece continuamente. Hay siete mil millones de hombres y cada uno tiene 4 metros de intestinos. Cada día es preciso llenar 24 mil millones de kilómetros de tripas. Y muchos países producen poco y las montañas son, por lo general, estériles. Sería necesario, si el hombre es verdaderamente el capaz, deshacer las montañas y servirse de los miles de toneladas de material así extraído para construir continentes artificiales en los océanos. Se obtendrían de ese modo dos resultados excelentes para el aprovisionamiento de la Humanidad: todos los actuales continentes serían transformados en cómodas y fructíferas llanuras y se extendería, con la creación de los nuevos continentes, la superficie seca y cultivable. Empresa, sin duda, gigantesca, pero que no debería parecer imposible a la ingeniería de nuestro tiempo, que se vanagloria cada día más de los progresos de la mecánica.

    Un saludo.