EL LOBO FEROZ: Incapacitación

Zapatero recibe a Rajoy a pie de escalera, ya ven qué tontería, y todo el mundo se hace lenguas. Los politólogos, los periodistas del corazón, las agencias matrimoniales y los diseñadores de trajes de boda conceden gran importancia al detalle. Marcha de Mendelssohn en la Moncloa. Blancos y radiantes van los novios. Iba a escribir hoy sobre tan extraña pareja, pero lo haré el próximo martes. Eso, que parece ya matrimonio indisoluble, puede esperar. Hay asuntos más urgentes. Son los de la economía. Seguro que se lo maliciaban. Ustedes, digo, no el inquilino monclovita. Debe de haber muchas moscas en ese palacio, a pesar de su alcurnia, porque el Presidente se dedica a paparlas. Sigue in albis y no existe fuerza humana, ni siquiera la de la evidencia, que lo apee de ese burro. No se me pique el aludido y aguante, que para eso le pagamos, si aventuro la opinión de que hay que serlo, burro, para empecinarse en el error de no recortar (o incluso, por las buenas o por las malas, suprimir) los ruinosos gastos sociales en tiempos de tanta tribulación como los que se avecinan. Trabajadores, amigo, somos todos, usted, Pedro Jota, el marqués de Tamarón, la puta de la esquina, yo, y no sólo los albañiles del tajo más cercano. ¿Dije que se avecinan? Pues no: ya están aquí. Quijotesco es nuestro premier: sostenella y no enmendalla, amigo Solbes. Éste, por cierto, no da una. Es el último hombre del país al que yo le compraría un décimo de Navidad. Con él, ni la pedrea. Pero volvamos a su jefe, que es el padre del cordero y el matarife que por pascua –la que nos hace- lo degüella. ¿Cómo librarnos de él? Es requisito imprescindible para levantar cabeza, pero no lo tenemos fácil. Nuestra democracia está coja. ¿Como Lord Byron? ¡Ya quisiéramos! Más bien como el Manteca, que fue en su día esperpento del Callejón del Gato. Lo de coja lo decía porque en nuestra Carta Magna no se contempla la posibilidad de incapacitar al jefe del Gobierno como, verbigracia, en Estados Unidos se incapacitó a Nixon. El Watergate habría sido aquí agua de borrajas. La única forma de echar a Zapatero sería una moción de censura, inconcebible hoy por hoy en un parlamento controlado por los nacionalistas, o esperar a 2012. ¡Cuán largo nos lo fiáis! Para entonces ya andaremos todos en el paro, sin subsidio de desempleo, y estarán en sazón las parras de las uvas de la ira. Con el estómago no se juega. Una de dos: o Zapatero mintió a sabiendas en la campaña electoral para engañar a once millones de incautos o, si no lo hizo, es lo que antes le llamé. En ambos casos estaría justificada la incapacitación. En el primero, por ser nulo de iure cualquier contrato en el que haya dolo achacable a quien redacta y firma sus cláusulas, y en el segundo, porque… ¿Hay que explicarlo?

Publicado en: ...el 26 Julio 2008 @ 10:54 Comentarios desactivados

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