El fin de un sueño

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Chipre ha cruzado una línea roja: más allá de ella está el abismo y ese abismo engullirá Europa. Se veía venir y, por fin, ha sucedido. Una mancha de chapapote se extiende desde el Egeo hasta el Atlántico. En ella nos ahogaremos todos. No escuchen a los políticos. Una de dos: o mienten a sabiendas de que lo hacen, o son unos incompetentes a los que deberíamos dar boleta como lo hacen con sus subalternos los jefazos de Mad men. Cojan sus cosas, métanlas en una caja de cartón y salgan por esa puerta. Conque en la Unión Europea nunca tendríamos un corralito, ¿eh? Pues aquí lo tienen. ¡Y si sólo fuera eso! Robar, desde que el mundo es mundo, consiste en apropiarse de lo ajeno. Cientos de miles de chipriotas (o de rusos… ¡Qué más da!) trabajan a lo largo de sus vidas, meten los ahorros en un banco que se los garantiza, el Estado también lo hace, es dinero legal, por él han pagado los impuestos pertinentes, son en su mayor parte depósitos que generan determinados intereses, éstos también pasan por las taquillas del fisco… Y de pronto, porque así lo deciden los carteristas de Bruselas y los peristas del gobierno local, irrumpen pistola en mano los leguleyos de esas dos bandas delictivas y arramblan con un buen pellizco del patrimonio ajeno para gastárselo en lo que les da la gana: cochazos, sobresueldos, asesores, cacerías, amiguismos, bullipolleces, subvenciones, corrupciones, vacaciones, intervenciones militares, aeropuertos de Almodóvar, autonomías, gollerías… ¡Oh, la razón de Estado entendida como patente de corso! ¿Corralito, dije? Pues dije mal, porque tendría que haber dicho doble o triple imposición, confiscación y atraco con alevosía: la de hacerlo en fin de semana para que los legítimos propietarios del botín no se percaten del robo hasta el lunes, cuando ya sea demasiado tarde para atrapar a los ladrones. No soy amigo del 15-M ni de la doctrina Colau, pero sí lo soy de la defensa propia. Si un caco me asalta por la calle, tengo derecho a largarle un rodillazo en los mismísimos. ¡Échense a la calle los chipriotas, ocupen el Parlamento, defenestren a sus señorías, asalten los bancos, fuercen sus cajas blindadas, tomen la Bastilla y encierren en ella a los garduños! ¡Ah! Y, si todavía están a tiempo, llévense el dinero a su colchón o, legalmente, a cualquier país que no ejerza de plañidera en el funeral de Europa. Las campanas de Bruselas están doblando por usted, amigo. Coja lo suyo y corra.

Publicado en “El Lobo Feroz”, El Mundo, 18 marzo 2013


Publicado en: ...el 23 Marzo 2013 @ 20:09 Comentarios (6)

6 comentarios

  1. A 24 Marzo 2013 @ 10:18 Er Manue dijo:

    Drago, da gusto verte tan revolucionario y tan perroflauta!
    Hace unos cuantos articulos decias que salir a la calle no sirve para nada y tachabas de golpistas, estalinistas, fascistas y aliados de Lucifer a los que van a las manifas.
    Ahora arengas al populacho a tomar la Bastilla!
    Rectificar es de sabios.

  2. A 24 Marzo 2013 @ 13:47 Divina dijo:

    http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/21/cultura/1363887004.html

  3. A 24 Marzo 2013 @ 14:00 pivodi dijo:

    Los políticos mienten a sabiendas que lo hacen, ya que, en su visión, la de los políticos, es la norma de actuación. Los políticos son políticos por que mienten. La política es el arte de mentir, siempre y cuando a cambio se gane algo. Los votantes se dejan engañar, por que esas son las reglas del juego. La idea es endeudar al país, hasta el punto de su completa sumisión, y este objetivo inexorable se culmina siempre.

    El mecanismo es simple, consiste en dos fases: primero un gobierno de “izquierdas” gasta como si el dinero publico no fuese de nadie, subvenciones, infraestructuras innecesarias, organismos innecesarios… gastar es fácil. En el caso de Chipre este gobierno era “euro-comunista”, una estafa ideológica como otra cualquiera. Cuando la deuda del país es insostenible se cambia de tercio: entra en juego el partido de “derechas”, en el caso de Chipre creo que es “liberal”, y empieza a aplicar recortes y privatizaciones para poder pagar la deuda del estado y cuadrar las cuentas publicas…

    En este juego, y objetivo del mismo, quien gana es siempre el emisor de la deuda, una entidad privada que imprime dinero de la nada y se lo presta a los gobiernos para hacer girar la rueda. El caso de Chipre es uno de los últimos escalones, aquel en el que directamente se le sustrae dinero a sus propietarios para pagar a los creadores del dinero convertidos en acreedores del estado.

    Todo va como debe de ir, no hay nada nuevo bajo el sol.

    Un saludo.

  4. A 24 Marzo 2013 @ 14:43 Teresa dijo:

    Aunque no tenemos nada en común en cuanto a forma de pensar, da gusto que, por lo menos ahora, no tenga miedo a contar la verdad. Muchos articulistas marean la perdiz no sé si para lucirse o porque les pagan por palabra. Hay que decir las cosas como Vd. las dice y cuando deben decirse. El periodismo le debe algo.

  5. A 25 Marzo 2013 @ 00:35 Frido dijo:

    Es incómodo tener el dinero en el bolsillo, el que lo tenga, porque hay que ir a pagar las facturas otra vez a los bancos.

  6. A 27 Marzo 2013 @ 16:34 Alvagarci dijo:

    Don Fernando, de literaturitis sabrá usted un montón. Pero de economitis, ni se entera. Por eso le aconsejo que lea opiniones de personas que saben qué es lo que sucede en un paraíso fiscal (en este caso Chipre) cuando ya no da más de sí la burbuja financiera.

    Posdata: Pivodi, en Madrid, Valencia, Murcia, Castilla y León… durante no sé cuántos años lleva gobernando la derecha. ¡Y ya ves cómo están! El problema es otro. Es un problema del mismo sistema.