Eurofobia
Para eurófobos, yo. Fui el primero que hubo en España. A las doce en punto de la noche anterior al día de nuestro ingreso en el cotarro de las alegres comadres europeas envié un telegrama al ministerio de Justicia solicitando la condición de apátrida. Los chupatintas no se dieron por enterados, pero se armó una buena. Los hechos me dan ahora la razón. No estaba yo tan loco como parecía. Pongan sus culos a remojar los osos despeluchados que aún bailan al son del pandero que Bruselas toca. En Alemania hay un partido eurófobo que cuenta con una intención de voto del 21% y dos tercios de la población quieren volver al marco. En Francia sube y sube Marine Le Pen, que es ya, a un cuello de Sarkozy y muy por encima de Hollande, la líder con más futuro del país, y dos de cada tres franceses sueñan con la resurrección del franco. De Grecia, Holanda, Dinamarca, Italia, Austria, Portugal, Hungría y tantos otros, qué voy a contarles. Por la Galicia rural ya circulan las pesetas. No las habían cambiado. ¡Qué cucos son los gallegos! Hablar del euro en los países nórdicos es mentar la bicha. Todo ese runrún de eurofobia era hasta hace poco un bisbiseo que de repente se ha convertido en clamor. Asombrosa es la sordera de quienes por ley de voto, pero a punto ya de ponerse a tricotar en una mecedora, todavía taconean en los catafalcos del Antiguo Régimen. Huir de la encerrona comunitaria y romper los barrotes de la moneda única es el anhelo compartido por quienes ya no tienen más ideología que la de la sensatez. Empaqueten sus cosas y hagan mutis los políticos a la vieja usanza. Están llamando a sus timbres y no es el lechero quien los toca. Llegan Le Pen, Wilders, Belang, Michaloliakos, Akesson, Vona, Stronach… Los dos últimos trompetazos de Jericó vienen de Islandia, donde sus habitantes han preferido votar a quienes los arruinaron con tal de no hacerlo por los eurófilos, y de Inglaterra, donde los eurófobos del Ukip galopan a lomos de las urnas y son ya la tercera fuerza del país. ¿Recuerdan el cuento del difunto al que una niña derrochona había despojado del hígado para que su madre lo cocinara? Llamando a tu puerta estoy, decía el zombi eviscerado mientras aporreaba la de su descuartizadora. ¿Qué quieres?, preguntaba ésta con el embozo de la sábana subido. Vengo por la asadura que me quitaste en la sepultura… Tal cual, europeítos. Nos habéis robado el hígado. Vais a tener que devolverlo.
Publicado en “El Lobo Feroz”, El Mundo, 6 mayo 2013
Corrupción pepeísta
Aznar cobró sobresueldos cuando ya estaba en el Gobierno.
Las cuentas del partido demuestran que se habría incumplido la ley que impide a los miembros del Gobierno cobrar dos sobresueldos públicos.
(Más información, en los papeles del gürteliano Bárcena.)
Apocalipsis Drago.
Drago, los de esos partidos de extrema derecha que con tanto entusiasmo nombras, te meterian en una camara de gas por marica.
¿De donde sacas lo de los gallegos?
Europa me la sopla, yo soy Español. Y tú, dragón, si tanto te gusta la china y tanta desgracia es haber nacido español, pues empieza por escribir en chino mandarín, haber quién te hace caso a tus soplapolleces allí.
El mundo se va a acabar justo el día que tu palmes. Jamematen, no he visto tio más ombligista que tú. Ve a que te lo miren porque tienes serios problemas de percepción, autopercepción y sensibilidad.
Habría que ver como está tú hígado después de habert gastado una fortunaza -el sueldo de cualquier honrado trabajador- en jodértelo. ¡Pastillero!
Mi más sincera admiración por la intervención de esta mañana en Ondacero.