DRAGOLANDIA: Sobre casi nada


Jaime Bayly

Julio Camba publicó un libro que se llamaba así: Sobre casi nada. También escribió otro, no sé si anterior o posterior, cuyo título era Sobre casi todo. Lógica implacable de uno de los tres mejores periodistas de la historia de España. Los otros dos fueron Larra, porque se anticipó a Tom Wolfe, y Pla.

¿Lógica? Sí, porque cualquier filósofo, así sea de Oriente como de Occidente, del mundo antiguo como del moderno, sabe que todo es nada y nada es todo. Pepe Hierro dedicó un soneto memorable al mismo asunto.

Un blog es algo que trata de casi todo y de casi nada. Si se especializa, deja de ser blog. Si profundiza, también.

Jaime Bayly acaba de publicar una novela espléndida y, por si lo dicho fuera poco, divertidísima. Se titula El canalla sentimental (Planeta). Me la he bebido como si fuera un sorbete de limón con vodka. En ella dice: “Me invitan a dar una conferencia en Washington. Sólo pido dos cosas: que el billete de avión sea en ejecutiva –lo que no parece abusivo, porque nadie me considera un escritor, sino un ejecutivo de los libros, alguien que ejecuta libros– y que el tema de la conferencia sea libre, impreciso, de modo que pueda hablar de cualquier cosa y de ninguna, que es mi especialidad”.

Sincronías. También yo voy a dar una conferencia, aunque no en Washington, sino –más humildemente– en Utrera, y la he titulado Sobre casi todo. No es la primera vez que recurro a ese truco.

Heráclito también lo hacía: nadie puede bañarse dos veces en el mismo río. ¿Cómo voy a saber yo, o Bayly, de qué diablos hablaremos dentro de dos meses o de venticuatro horas?

El otro día leí un epitafio formidable. Decía: Na’ de na’. Creo que ya lo he citado alguna vez en este blog.

O sea: To’ de to’.

Fue un oscuro filósofo presocrático, cuyo nombre, desconocemos, quien escribió la mejor frase de la historia: Nada importa nada. Quien acomoda su vida a ese principio es feliz.

Bayly es sentimental; yo, también. Bayly es un canalla; yo, tampoco.

Él cree que sí lo soy, y creyéndolo me honra, pero, por desgracia, está equivocado.

Miro el diccionario de Seco. Canalla, sexta acepción: impúdico o de malas costumbres.

En ese sentido, sí: soy un canalla. Pero no pienso revelar aquí en qué consiste mi impudicia. Bayly, en su libro, sí lo hace. La suya, claro, no la mía.

Léanlo. Habla de casi todo, o sea, de casi nada.

Será difícil que salga en los próximos años una novela superior a El canalla sentimental.

Les doy mi palabra de honor. Los canallas también lo tienen, y los sentimentales, ni les cuento.

Publicado en: ...el 06 Octubre 2008 @ 10:54 Comentarios (5)

5 comentarios

  1. A 06 Octubre 2008 @ 16:22 Nico dijo:

    Señor Drago: Antes que nada, felicidades por este maravilloso y entretenido blog. disfruto mucho leyendolo, aunque solo ahora me decidi a comentar.

    voy a intentar conseguir el libro de bayly apenas pueda, suena interesante, y sin duda, luego de leer lo que usted escribio mas.

    yo acabo de empezar mi blog, agradeceria mucho si usted lo viera o comentara, seria un regalo casi para mi.
    como dije, el blog lo empece hoy, por lo tanto solo tengo algo muy pequeño puesto en el, no es mio, pero es de alguien a quien admiro mucho y le tengo muchisimo respeto. es amigo suyo.

    ojala lea y conteste.

    saludos!

    Nico. http://permanenteimpermanencia.wordpress.com/

  2. A 07 Octubre 2008 @ 23:16 Marc dijo:

    Vi esta noche en “Las Noches Blancas” la entrevista con Jaime y realmente ha sido divertido. Me ha encantado el personaje, su forma de hablar sencilla y su tono de voz. Tengo ganas de comprarme el libro cuando pueda. Gracias Fernando por tu programa que siempre me parece genial, que vivo grabándomelo y guardándomelos para cualquier dia volverlos a ver. Ojalá pudiéramos recuperar algunos “Negro sobre Blanco”, “El Faro de Alejandría” o ya ni te digo “El mundo por montera” y otros programas anteriores. En televisión no hay casi ningun programa donde se pueda hablar de esta forma distendida y sobre temas bien interesantes.

  3. A 08 Octubre 2008 @ 04:40 Jacobus Nipponicus dijo:

    Magnum temporis spatium blogem tuum non intravi (mihi tempus nos est, ut agnoscas quaeso). Hodie, cubans in futone (?futo -onis) omnino ualente tibi hanc electronicam epistolium mitto. Quia scriptum tuum, te ualente, legeram, gaudium magnum sentio. Quando in Iaponiam regrediris?
    Ualeo, quia tu quoque vales.

  4. A 08 Octubre 2008 @ 22:27 Manu dijo:

    Disfruto leyendo sus libros y artículos, me gusta ver las noches blancas y escuchar sus comentarios (nunca nos dejan indiferentes) en programas en los que participa, … Pero hay algo que no entiendo en absoluto, y es su falta de humildad y su afán de protagonismo. Incluso cuando habla de un tema o entrevista a un personaje, siempre deja al otro en segundo lugar, adoptando usted el papel principal y su discurso se convierte en un “yo, yo, yo”.
    Esta actitud la podría entender en cualquier charlatán, pero no me encaja en usted.
    Y la razón es la siguiente: yo le considero a usted dentro de ese grupo de grandes hombres (Gustavo Bueno, Cela, Jodorowski, etc.) que al leerlos o escucharlos me hacen pensar que el resto de cosas en el universo carecen de importancia, pues de ustedes emana una sabiduría, arte, una verdad especial, etc.
    Siendo usted una mente privilegiada, los halagos que vienen del exterior le deberían resbalar y nunca calar hondo; y los que se hace a sí mismo desde el interior, no debería dejarlos salir a la superficie. En realidad una persona realmente humilde y sabia nunca dejaría que su mente malgastase un solo segundo en autoalabanzas.

    Esto se lo dice una persona que consideraba la humildad de una persona como una de las mayores virtudes, pero que la vida laboral en puestos de responsabilidad me han hecho olvidar mis orígenes.
    Me gustaría participar en alguna actividad de su escuela iniciática en Soria, aunque reconozco que soy nobel en estas lides.
    Un saludo de un admirador,
    Manuel

  5. A 06 Diciembre 2008 @ 21:21 Blanca dijo:

    Soy Blanca, la argentina española. Seguro vos sabes quien soy. Saludos.