Mortal y tigre
No es fácil escribir con los ojos anegados en lágrimas. No es fácil escribir con dos comprimidos de trankimazín en el cuerpo. No es fácil escribir cuando se está sonado. No es fácil escribir con 72 horas de insoportable dolor a cuestas y sabe Dios cuántas más, o días, o semanas, o meses así, por delante. No es fácil escribir después de asomarse al horror. No es fácil escribir ―dicen― después de Auschwitz. No es fácil escribir, en efecto, cuando el sentimiento de culpa nubla la inteligencia y desgarra la conciencia. No es fácil escribir cuando un ser inmensamente amado que te amaba inmensamente muere y tú has sido el instrumento involuntario de esa muerte. No es fácil escribir cuando, para hacerlo, se aprieta la tecla de encendido del ordenador y lo primero que aparece en su pantalla es la imagen de la persona que se ha ido para siempre. No es fácil escribir, en suma, cuando no se tienen ganas de vivir.
¿Exagero? No. ¿Exageraba Umbral en el mejor de sus libros? Mortal, como el suyo, y tigre es mi dolor, porque atigrado, y no rosa, era el ausente cuya presencia ha llenado, uno a uno, todos los instantes de mi vida a lo largo de los dos últimos años. ¿Se puede querer a un animal como a un hijo, como a una madre, como a un padre, como a un amigo? Se puede. Doy fe.
¿Persona? Sí, aunque sólo (¿sólo?) fuese un gato, porque persona es todo lo que tiene alma, y Soseki la tenía. Quien lo trató, lo sabe. Era ―¿es?― el ser más noble, más bueno, más simpático, más sensible, más inteligente e, incluso, más guapo que he conocido. Parecerá, una vez más, que exagero, pero quien exagera, miente, y yo no estoy mintiendo. Digo mi verdad.
Sus amigos, quienes lo conocieron, comentaban: no es un gato, no hay gatos así, es un ángel encarnado, es vuestro ángel de la guarda, está aquí para protegeros, para enseñaros…
Nos enseñó, en efecto. Nos enseñó a amar. Así de simple, así de claro.
Y yo, sin embargo, en el último instante de su vida, cuando la mano de hielo de la muerte se cernía sobre él, no supe protegerlo, no estuve a la altura de lo que las circunstancias exigían ni de la ciega confianza que había depositado en mí. Le fallé, le fallé, le fallé… ¡Dios! Rasca, cruje, duele, hiere. Nunca me he sentido tan mal.
Sentimiento de culpa, decía. ¿Por qué hice lo que hice? ¿Por qué no hice lo que no hice? ¿Y si hubiera hecho tal cosa? ¿Y si no hubiera hecho tal otra? ¿Y si, y si, y si…?
Lo sé, lo sé. Es el fatum. Es un accidente. Sin volición no hay culpa. ¿Pero no es culpable la negligencia, la distracción, la falta de reflejos? No me absuelvo, no me perdono. ¿Qué penitencia debo cumplir para que Soseki me perdone y me absuelvan las personas a las que se lo arrebaté?
Naoko, sin ir más lejos. Era su bebé, quiere que tengamos otro ―humano, hijo nuestro― y creía que Soseki lo vería nacer, se metería en su cuna, vigilaría su sueño, jugaría con él y estaría, hasta mi muerte, con nosotros.
Mi conciencia no puede soportar cuatro dolores simultáneos: el de ella, el mío, el de Soseki ―dos minutos de espantosa agonía y un futuro de felicidad segado de repente en plena juventud (¡qué injusticia, Dios mío, qué injusticia!)― y el del remordimiento. ¿Injustificado éste? Supongo que sí, pero esa conjetura, razonable, no me sirve de consuelo. El corazón tiene razones que la razón no conoce.
Suelo citar a santa Teresa: No importa nada; y si importa, ¿qué pasa?; y si pasa, ¿qué importa?
Pues me trago la cita y, con ella, la doctrina del desapego de Buda y la ataraxia de los estoicos. Lo de Soseki, me importa. ¡Vaya si lo hace! Estoy deshecho. Juro por Dios, y por Buda, y por Marco Aurelio, que vivo más su muerte que mi vida.
Yace ahora al pie del olivo de mi jardín. Había nacido en Castilfrío y en Castilfrío reposará su cuerpo. Naoko y yo hemos escarbado su tumba diente a diente, lo hemos depositado boca arriba en ella, le hemos rascado la panza, ofrecida por última vez, mientras nos miraba con los ojos abiertos, apenas vidriados y llenos aún de amor, hemos alzado su patita derecha ―de ese modo, levantada y agitada por Naoko, su madre, se despedía siempre de mí cuando yo salía de casa― y hemos recibido de él, después de besarlo, su último adiós. Hizo suyo en el postrer instante el ideal de Roma: murió joven y tuvo un cadáver bonito. Tan bonito como en vida lo había sido no sólo su cuerpo. También sus actos y su alma.
Su tumba está ahora cubierta de nieve. Habría correteado hoy sobre ella, feliz, persiguiendo a sus amigos, los pájaros, y jugando con sus amigas, las hojas, si…
¡Maldito condicional!
En el lugar donde murió ―un montacargas― hemos encendido velas y unas varillas de incienso, y hemos puesto un tazón de friskies, un cuenco de agua, unas briznas de la hierba que le gustaba mordisquear y un puñado de los chicles especiales que le dábamos, a veces, como premio de su conducta, siempre intachable. Es lo que, según los budistas japoneses, hay que hacer en tales casos.
Antes de enterrarlo, cuando ya estaba en su pequeña fosa, me arrodillé ante ella y le pedí perdón. Es otro consejo de Buda.
¿Son bobadas? ¡Por favor! No digan eso, no piensen eso. Nunca es bobada lo que dicta el afecto, la misericordia o la esperanza.
¿Afecto? He recibido hoy decenas de llamadas, y no todas eran de parientes y de amigos. Algunas eran de desconocidos. Quizá, entre ellos, había, incluso, algún enemigo. Sería, de ser así, mérito de Soseki. Seguían su alto ejemplo de concordia, de bondad, de pata tendida en gesto de saludo. Estaban sosekados.
Soseki, sosiego. Sosekémonos todos.
¿Esperanza? Sí. También dicen los budistas japoneses que las personas muertas se reencarnan dentro de los 49 días siguientes al de su fallecimiento. Busco un gato que haya nacido o vaya a nacer en ese plazo. Que sea vital y tigre, por favor.
Claro que si Soseki era, como muchos sospechamos, un ángel, lo mismo no se reencarna. Bueno. Me esperará allá arriba, con mi madre, que adoraba los gatos, y con el resto de mis gatos muertos, y en el ínterin seguirá revoloteando por nuestras vidas y nuestra casa como siempre lo hizo desde el día en que motu proprio se subió a mi coche, en Castilfrío, hasta que el viernes 28 de los corrientes, a eso de las tres y media de la tarde, echó pie a tierra y emprendió su vuelo.
Sabía que iba a morir. Su conducta en los días, las horas y los minutos anteriores a su óbito lo demuestra. Se despedía. Nos avisaba. Nos dio más amor que nunca. Naoko y yo, sorprendidos, lo comentábamos sin entender el porqué de esa actitud. Quería avisarnos de que el montacargas maldito es peligroso y, para ello, se inmoló.
Nos ha dejado, además de ese recordatorio, otras muchas cosas en herencia. Procuraremos usarlas bien y rayar siempre a la altura ética y estética de quien nos las legó. Por ejemplo: nunca, antes, habiéndonos querido mucho, nos habíamos querido tanto Naoko y yo. Todas las mañanas y todas las tardes, desde que murió, meditamos los tres juntos y el aire se vuelve amor. No desfalleceremos. Doy mi palabra.
Perdóneme Pedro Jota que convierta hoy esta página de El Mundo en obituario. Perdónenme los lectores el desahogo. Ahogado, en definitiva, murió Soseki. No me gusta convertir el dolor propio en espectáculo, no me gusta desempeñar el papel de plañidera, pero dicen que escribir alivia, cauteriza, tranquiliza, fortalece, cura, es una terapia…
¿Lo es? No estoy seguro. Desde la pantalla del ordenador me mira, joven, ágil, guapo, sereno, noble, cargado de vida y de futuro, y de fe en mí, Soseki, y los ojos vuelven a llenárseme de lágrimas y a naufragar en ellas.
Naufragio, sí. No sé qué hacer, no sé cómo contenerlas. Miro el infinito paisaje nevado de ese mar que es la estepa de Castilla a través de los cristales y descuelgo el teléfono como si me aferrara a un tablón en el océano. Hay en su contestador un mensaje. Me lo ha dejado, mientras escribía este artículo, un viejo amigo, un compañero de colegio y del alma: Luis Martos, autor, por cierto, ¡qué sincronía!, ¡qué empatía!, de un libro, a decir poco extraordinario, que se titula En busca del universo invisible. Léanlo. Lo ha publicado Letra Clara. ¡Y tan clara! Les doy este consejo, quizá extemporáneo, porque sé que Soseki, generoso, amigo de la verdad y amigo de sus amigos (Luis lo era), también lo daría, y me lo inspira. Ni una jornada, me susurra desde el pie de su olivo, árbol de paz, sin una buena acción.
El mensaje dice: «Fernando, piensa una cosa: él ha sido feliz con vosotros, vosotros le habéis hecho feliz y ahora estará para siempre, feliz, con vosotros». Que así sea.
Lo lamento. No soy un gran entusiasta suyo, aunque le siga, pero sí de los gatos, o de uno en particular, Kuragin en mi caso. Y estoy de acuerdo: son personas. Y cuando Kuragin falte, mi mundo quedará muy vacío, quizá tanto como ahora está el suyo. Reciba un afectuoso abrazo.
Siento lo de su gato Señor Dragó, entiendo que esté usted apenado, los animales también sienten y se les quiere. Me identifico con esta frase “Mi conciencia no puede soportar cuatro dolores simultáneos: el de ella, el mío, el de Soseki ―dos minutos de espantosa agonía y un futuro de felicidad segado de repente en plena juventud (¡qué injusticia, Dios mío, qué injusticia!)― y el del remordimiento. ¿Injustificado éste? Supongo que sí, pero esa conjetura, razonable, no me sirve de consuelo. El corazón tiene razones que la razón no conoce.
Pero no entiendo como una persona rota de dolor por la muerte, agonía de un animal, con ese “feeling “hacia el animal no humano puede disfrutar con tanta pasión de la muerte de otro animal en la plaza, de esa espantosa agonía que por desgracia no dura dos minutos, y del futuro de felicidad sesgado de repente en plena juventud, que injusticia , Dios mio, que injusticia.!!
Entiendo su duelo , su dolor, pero no entiendo Sr Dragó que celebre y festeje la muerte agónica de un animal en la plaza.
Podemos juzgar el corazón de un hombre por cómo trata a los animales.
Immanuel Kant
Ejo Takata a OjoD’Oro:
duele.
gracias Fernando.
Le escribí ayer, un mensaje a las 13:48 y otro casi a las dos de la madrugada. La gata de un amigo está preñada, probablemente parirá dentro de los 49 días necesarios para la reencarnación. Esta camada no será soriana pero sí murciana, que tampoco está mal. Piénselo. Mucho ánimo.
Este Señor es taurino hasta la médula, defiende y festeja la agonia y la muerte de un animal en la plaza de toros. Que hipocresía tan grande la de los taurinos!!
Acuerdese de su gato cuando vaya de fiesta a los toros.
Conmovedora despedida de Fernando Sánchez Dragó a su gato Soseki
No es fácil escribir con los ojos anegados en lágrimas. No es fácil escribir con dos comprimidos de trankimazín en el cuerpo. No es fácil escribir cuando se está sonado. No es fácil escribir con 72 horas de insoportable dolor a cuestas y sabe Di…
VENGA YA!!! no os creáis nada, sobre todo la gente que amais realmente a los animales, ESTE SEÑOR DISFRUTA CON LAS CORRIDAS DE TOROS, ES TAURINO HASTA LA MÉDULA, DISFRUTA CON LA AGONÍA Y TORTURA DE UN ANIMAL. ESTA ES LA DOBLE CARA DE LOS TAURINOS!!!Sr Dragó por favor no nos venga ahora con esas!!!!! Que ya ha dado bastante muestras de BIPOLARIDAD en su vida.
Sí, sí, pasa que hay que tener la misma medida (misma vara de medir) para todos los animales, Nosce y Fernando. ¿Y los toros de las las corridas de ídem?
Por DEFUNCIÓN deberían estar cerradas las plazas de toros de este país a las que Usted asiste con asiduidad a DIVERTIRSE viendo la MUERTE Y AGONÍA de un pobre animal.
Hola,
Mi mas sentido pésame, los gatos tienen algo especial, que solo quizás las personas sensibles sean capaces de percibir, lo que queda es el amor y el recuerdo del ser querido. Gracias a Dios, el tiempo lo cura todo. Búsquese otro gato dentro de 49 días, atigrado a poder ser que son los mas bonitos y edúquelo y quiéralo como quiso a Soseki, con un poco de suerte y si el quiere y le acepta, volverá a disfrutar otra vez del cariño de otro entrañable felino.
Se que en estos momentos, nada puede sustituir a Soseki, pero como muestra de que los gatos en general, todos ellos tienen algo especial y que ellos, nos eligen y nos cuidan a nosotros y no al contrario le dejo una muestra.
http://www.youtube.com/watch?v=eG_IcgVb-WM
Un amigo
Estimado Dragó.
Siento mucho el fallecimiento de Soseki, todos sus seguidores sabemos del afecto que usted sentía por eximio gato atigrado, y lamentamos no poder leer su próxima novela, que como usted dijo sería escrita por él.
Soseki D.E.P.
Un cordial saludo
Perdóneme Sr. Dragó, por usar este, su medio, para desquitarme la indignación que me producen algunos comentarios publicados aquí, en torno a la “expresionista” reflexión sobre la muerte de un ser querido para usted, Soseki. No me gustan las corridas de toros, rectifico, me aburren las corridas de toros, pero nunca nadie me obligo a asistir a ninguna. Sin embargo si me obligaron, hace ya bastantes años, a visitar un matadero, si eso, un proveedor de carne, de esa carne que tenemos en la nevera, que comemos en los restaurantes, ese jamón que tanto nos gusta, o ese otro, que estando cocido nos ayuda a cuidar nuestro aspecto. Pues bien, nunca había visto tanto hacinamiento, tanta sangre, tanto dolor, tanta muerte cruel. Supongo que esos seres que nos regalan su carne tampoco lo habían visto antes, estaban en fila esperando su turno, viendo en otros su propio destino. Eso es una muerte cruel, perdón, miles de ellas todos los días. Me sorprende ver lo ciegos que estamos si nos rasgamos las vestiduras al ver como mueren unos toros en una plaza, una muerte honrosa, una muerte luchando,una muerte valiente. Siempre preferiré ser toro bravo a vaca de matadero o a cerdo degollado. A los espiritus y deidades les pido que si algún día los hombres dejan de matar animales el último que muera a manos de uno sea un Toro Bravo.
Un abrazo.
Hola Fernando, como amantes de los gatos y sabiendo cómo querías a Soseki, te mandamos un abrazo muy cálido desde tierras murcianas.
Lo mejor que puedes hacer, es seguir amando como a él a otros seres.
Besos.
Lo siento en el alma, Fernando, y sé de lo que hablo por que yo también perdí a mi “Soseki” particular, se llamaba Jim, y no recuerdo haber llorado tanto en mi vida como aquella noche.
Un abrazo.
Sr. Sánchez Dragó:
Le leo hace muchos años, admiro su obra literaria. Me atrevo hoy a escribir en su blog para decirle que entiendo su pesar. Dos de mis mejores amigos son gatos.
Creo que no hay más que decir. Gracias por su trabajo.
Piense solo que Soseki le estará agradecido. Ánimo y “pa lante”.
Hola Fernando
Mi alma está tan rota como la tuya,y tienes razon no se puede soportar tanto dolor….siempre que discuto con la gente por los sentimientos que me provocaba mi gata siempre me acordaba de Francisco Umbral, cuando hablaba de su relacion con el suyo, como se comprendian, y no no exageraba, creo que hay gente que es imposible que llegue a entenderlo, sencillamente por que no pueden.Soseky era un tigre precioso, y de su alma ya lo se todo, lo he conocido 15 años con la mia.Ahora tengo una tigresa también, salvaje y pura, que me da su amor, y lo he hecho dentro de esos 49 dias de los que hablas, ya me parecía a mi que habia cosas que me hablaban del pasado.
cuidate mucho y ten otro ser maravilloso gatuno .Alguien nos los ha puesto en este mundo para que nos adoren
saludos
Carmen
Querido Dragó:
Mi nombre es Rosa y quiero contarte algunas cosas…
Aunque como todos los seres humanos tú y yo nos diferenciamos en muchas cosas, te diré que también nos unen otras muchas, aunque no nos conozcamos personalmente.
Tómate como un juego estas pistas:
1º) Yo también amo a Jodorowsky, pero no desde que ha sido muy famoso sino desde hace años que teníamos el lujo de conocerlo sólo unos cuantos.
2º) También comulgo con “otras formas” de ver la vida, como el tantra, la gnosis y la magia. Para mí la realidad también es la magia y la vida me ha dado miles de pruebas y ejemplos de ello. Es más: vivo muy a gusto con ello…
3º) Prepárate: Soy escritora, aunque ni me conozcas, pero llevo escribiendo toda mi vida y con más ahínco en los últimos ocho años. No me dirijo a ti para hacerme un marketing (aunque no me vendría mal porque no tengo agente literario), pero te diré que he publicado ensayos interesantes y de repercusión internacional, cuentos para niños, poesías, guiones de cine y novelas que han sido premiadas.
Algún día me gustaría contarte todas estas cosas, pero no creas que te escribo por todo esto, ¡qué va!
ME DIRIJO A TI porque pese a tantas coincidencias, no sabía que teníamos en común la principal. Los dos teníamos mascotas que eran algo más que nuestros mejores amigos (tú una gata y yo un perro que se llamaba Lolailo). Los dos las hemos perdido en las mismas fechas. Los dos las hemos perdido trágicamente. Los dos hemos tomado calmantes y nos hemos quedado hechos una mierda. Los dos hemos intentando desahogar tanto dolor:
- Tú, contándolo y escribiéndolo porque para eso tienes repercusión y puedes hacerlo.
-Yo, creando un blog en defensa de los animales y protestando contra las faltas de respeto que “loas auténticos animales” les causan. El blog es mi forma de desahogar lo que siento y transformar la energía dolorosa en algo constructivo. Esta es su dirección que espero visites tú y todos los que se acerquen a tu web: http://soylolailo.spaces.live.com/?1c:3082
Te invito a que lo visites para que veas la repercusión de la muerte de Lolailo, mi perro: le han hecho videos que han colgado en YouTube, o diseños para camisetas, o reportajes en revistas caninas inglesas. Verás cuanto cariño le tenía y verás cómo esta historia nos va a unir a los dos.
¡Ánimo Dragó! Si eres amigo de los animales, ya eres mi amigo. Los que los conocemos, sabemos que en este mundo lleno de mentiras, ellos son seres auténticos que amn sin pedir nada a cambio y expresan sus emociones con la mirada limpia, sin taparlas con las vendas del ego y la egolatría de la razón. Ellos, efectivamente, son los grandes maestros y nosotros los grandes necios.
Un beso enorme y escríbeme a este correo o, si lo prefieres, deja una entrada en el blog para que circule y no muera. Bueno, también valen las dos cosas: ¡siempre será un placer!
Otro gran beso.
Comprendo todo ese dolor que te destroza por dentro, porque tambien lo pasé, y yo queria morir, juro que me hubiera ido con cada uno de mis niños que se han ido. El tiempo remienda un poco el dolor, pero siempre estará en sus corazones. Solo le pediria una cosa a Soseki, que donde quiera que este, y espero que sea un lugar maravilloso, le ayude a usted a amar y respetar a TODOS los seres que comparten este planeta con nosotros, que algun dia, de esos que va a una plaza de toros, no vea usted al torero, sino que el, le ayude a “ver” al toro.
Hola Fernando:
Me ha gustado mucho tu entrada, es la primera vez que escribo en un blog ajeno, pero no he podido contenerme ante tu sentida muestra de sinceridad. Consigues transmitir ese vacío que deja siempre la irreparable pérdida de un gato, ese ángel atigrado que ya forma parte de tu historia, o de tu “intrahistoria personal”, quizá mucho más importante que la oficial; consigues transmitir, como buen escritor, este deceso gatuno, ese óbito eterno… y todo ello ungido a esa dolorosa sensación de culpa de “si hubiera hecho” o “si no hubiera hecho”. Nada lo hiciste queriendo, ningún daño querías para el gato, y él no sabría guardarte rencor, no vendrá de ningún mundo para causarte daño, y si existiera, si nada le hubiera pasado, no encontrarías en él ni el menor adarme de rencor.
Susuki ya forma parte de tu intrahistoria, como “la Bellísima” http://blasvalentin.blogspot.com/2008/04/requiescat-in-pace.html forma ya parte de la mía. Unidos en el dolor, en la gatunidad dolorosa de la pérdida, del óbito no querido ni deseado. De seguro, que ellos, compartirán cielo en el Reino de los gatos que, como quizá ya sepas, también admite a los que nada malo quisieron para ellos.
Un saludo,
Blas
No entiendo tanta pena por un gato ( a los cuales adoro) y tan sangriento y sádico con lostoros!
Hágaselo mirar!
Hola señor Dragó.
Soy una joven zaragozana que, aunque tal vez no comparta con usted muchos de sus caminos en la vida (bien por desconocimiento o simplemente por mi propia forma de ser o la suya) sí me gustaría decirle que comprendo perfectamente lo que sintió, siente y sentirá, me imagino, durante los próximos tiempos. Verá, a mí también me resultó dificil perder a un ser (de hecho, a varios) como ha perdido a Soseki. Sé que se siente ahora mismo como un errante, sin saber muy bien distinguir el camino a seguir. Pues bien, hace poco a venido a mi un “errante” de ojos verdes y lomo fuerte, seguro y de color caramelo, muy cariñoso, pero que no tiene casa ni el cariño que se merece. Como él, hay muchisimos. Le invito a ponerse en contacto conmigo y yo mandarle una foto, para que vea sus ojos como yo los veo. Y si no, siempre puede recoger a alguno de esos errantes que, con la llegada del invierno, pueden ver finalizado su corto camino.
Un abrazo y ánimo!
Imaginese a su gatito encerrado en un recinto con alguien pinchándolo, él sangrando y defendiéndose, gente aplaudiendo, y más pinchazos, hasta que sangrando por la boca queda prostado en el suelo y este alguien lo remats por detràs de su cuellecito, hurgando hasta que dejara de respirar. Y la gente aplaudiendo, babeando y admirando las bravuras de ambos!
Pienso lo mismo que Marisol,yo perdi a mi gato este
verano y todavia le lloro.Y a usted que le digo,cuanto
DOLOR,AGONIA Y MUERTE del TORO.Solo pienselo por unos
momentos.Soseki,mi gato,los niños de Marisol han sido
amados,muchos no han tenido esa suerte.
Mi humilde contribución a Soseki, Fernando
http://www.educanatic.blogspot.com/
Hubo un tiempo Fernando en el que la oscuridad y la tristeza eran mi ayer,mi hoy y mi mañana. Sin conocerme,sin haberme visto jamás y sin deberme pués nada, usted me enseño el camino hacia la luz,era el sendero de la mano izquierda. Jamás,y creame que no trato de adularle, un libro me había marcado de tal modo.Hoy sin embargo, en su dolor, yo no puedo mas que enviarles mi respeto ,mi comprensión y si me lo permiten mi cariño.Una cosa si le digo.Jamás justifique sus sentimientos.Son aquello que nos hace más humanos,son la materia de la que se alimenta nuestra alma.El que no pueda entenderlo quizás no merezca entenderlo.
Fernando:
Me solidarizo con su pena. Lamento mucho la muerte de su gato. Sólo los que amamos a los gatos podemos entender cuánto dolor hay en usted. Puede que no sea el mejor momento, pero le aseguro que poner un nuevo gato en su vida hará que se sienta mejor. A mí me ayudó muchísimo.
Un abrazo.
Sr. Dragó,
antes que nada, siento su dolor por su gato. Pero no comprendo qué lo diferencia de un toro, ambos tienen sistema nervioso, sentimientos, emociones como el miedo, ambos sufren….porqué entonces disfruta de la humillación que a los pobres toros se les propina en las plazas de toros????. A eso se le llama ser especista.
Puede usted encontrar miles de excusas ridículas, los defensores de los animales las sabemos todas y las podemos rebatir una a una….
No hay excusa para la crueldad, humillación y la violencia. Porque tanto el torero como los que acuden a las plazas, participan de un acto violento y sanguinoliento.
No sé qué pensaría su gato si supiera sus aficiones, pero estoy segura de que no lo comprendería.
Cordialmente, MO
Estimado Sánchez Dragó:
Solo quiero expresarle lo mucho que siento la muerte de Soseki, su gato soriano de nombre japonés.
Nos separan eones-luz entre nuestras concepciones del mundo, pero nos unen, sin duda, el amor por la literatura y la convicción de que hay bastantes cuadrúpedos mejores que muchos bípedos.
Sin más,
Mameluco
Sr Sánchez Dragó,
Creo que entiendo muy bien su pena y lamento mucho la pérdida de Soseki.
Le cuento una cosa si me lo permite.
Hace casi tres años mi mujer trajo a casa una gatita que habia encontrado en mitad de la calle cuando volvia del trabajo.Venia conduciendo y alcanzó a verla a un lado de la calle, sentada y quizás esperando su fin.No tendria más de dos meses, estaba repleta de parásitos internos y externos,los ojos cerrados debido a una horrible conjuntivitis purulenta y el fémur de su pata derecha con una espantosa fráctura.Cuando me la enseñó al llegar a casa no supe en un primer momento ni que era lo que me mostraba ,así de mal estaba la gatita.Hasta entonces los gatos no habian atraido casi para nada mi atención (soy muy respetuoso con todos los animales eso sí por lo que incluso no como carne).No pasó mucho tiempo para que aquel animalito se metiera en mi corazón y se quedará a vivir allí.
Hoy soy un auténtico loco amante de los gatos y acabo de adoptar a otra gatita en una sociedad protectora.
Fíjese usted hasta donde ha llegado mi pasión por los gatos que un día pasé por un lugar donde habian atropellado y matado a un hermoso trigrecito blanco,no pude resistirme bajé del coche lo tomé en una toalla y me lo llevé para enterrarlo.Creo que con aquel gato logré un amigo para siempre allá donde esté y si existe un lugar donde ir al morir,el me estará esperando cuando me toque a mi ,estoy seguro.
Si me acepta un consejo le diria que adopte (el o ella le adoptará a usted) ya mismo un gatito en una protectora,hay cientos esperando una oportunidad de enseñarnos a vivir,a valorar las cosas “simples” de la vida,las que de verdad valen para algo.Seguro que Soseki lo celebrará allá donde esté,el paraiso de los seres verdaderamente puros y buenos no como nosotros los humanos.
Le envio un abrazo.
Sinceramente
Manuel.
PD He visto otros comentarios aquí que le acusan de su afición a los toros,yo no voy a entrar en eso ahora no es oportuno y no viene a cuento,quizás en otra ocasión le de mi opinión acerca de la “fiesta nacional”.
Estimado Fernando,
Tú dices que Soseki era el ser más inteligente, sensible, …, y yo me lo creo, porque sólo los seres excepcionales generan una reacción así con su muerte. Ha sido tan bueno contigo y tu mujer que se ha asegurado de que tras su muerte no ibais a estar solos, sino acompañados en vuestra tristeza por muchos miles de personas.
Le decías a Isabel que tiene que haber otra vida después de esta, porque sería increíble que tu amor por él desapareciera sin más con tu muerte. Creo que te equivocas. Su nombre y vuestro amor por él seguirán vivos mucho tiempo en la memoria de muchas personas, haya o no otra vida después de esta.
Javier.
Lo primero de todo es darle el pésamo a usted y a su familia, porque por desgracia he vivido muy de cerca la muerte de un ser querido “Thor”. Su dueño, mi marido (Juán), aún sigue sin poder asumir porqué pasó lo que pasó. Solo me queda decirle a usted, que lo único que nos consuela en estos casos, es que ellos están junto a nosotros velando por nuestras vidas.
Por otro lado, me gustaría decirles a todas aquellas personas que se han dedicado en estos momentos tan duros para usted, a criticar su gusto a las corridas de toros (el cual no comprarto y tampoco entiendo…), que lo primero: ellos son mucho más crueles por usar este momento y segundo: quizás no estemos todos de acuerdo, pero tambien es verdad, que si nos ponemos a analizar lo que nos gusta a unos y a otros, estoy segura de que no compartiré con ellos ni un 10% de sus gustos o aficciones, así que, quien esté libre de culpa: que tire la primera piedra. (Así no se consigue que la gente comprenda lo que nosotros creñemos cruel y consigamos un cambio de aptitud).
antr todo mi más sentido pesame por tan gra perdisa, tu gato no era un animal más era un ser con alma como todos ya que fue crado por el sumo hacedor, lo mismo que nos creo a las personas, s que está en el cielo.
Para ello te contaré una historia que conto en cierta ocasión Jesús Hermida acerca de un perro que tuvo, t que dio la vida por él, y que sae la conto a Felix Rodirguez de la Fuente, y al terminar de contarsela, Jesús Hermida, le pregunto a Felix, que si creía que su perro estaría en el cielo, ya que le gustaría volver a verlo, y Felix que le había contestado esto.
Si algún día voy al cielo y no está allí tu perro, le digo al encatgado de aquello, que me lleve con yu perro que allí si está el cielo.
Hace hoy exactamente murio un por así decirlo una perrita que no era de mi proppiedad, sino de un familiar poe así llamarla, porque hay personas que son peores que los animales, pues esta perrita se llamaba, Alba y hoy hace ectamente 9 meses y 21 días que se fue a la casa del sumo creador. Y espero algún día volver a encontrarme con ella, y ver a uno de los seres más nobles, ingenuos, sin ninguna pizca de maldad que existía en el mundo, un angel, como tu gato y el perro de Jesus Hermida el antiguo coresponsalen Nueva YorK, si algún día tienes la suerte verlo, pidele que te cuente la historia de su perrito, y verás como es maravillosa, y como esas pequeñas criaturas que tenemos a nuestro lado de mascotas, son capaces de darnos todo su cariño, y hacernos la vida más agradable cuando tenemos problemas, incluso despues de muertos, al recordarles cuando estaban alegres, con su comida preferida o al lado nuestro, nos siguen transmitiendo esa paz desde el más allá.
..un abrazo ..
Le pierde la estética Sr. Sanchez Dragó.
Buda, Dios, y toros como se come esto?
Teresa
Señor Dragó.
Su censura en los comentarios es digna de su afición por los toros.
Que tendrá que ver las aficiones que tiene cada uno con el amor por su mascota.
Respetad los sentimientos de los demás…
Sabéis como se matan los pollos que os coméis?las terneras?pandilla de progres
Siga escribiendo Sr.Dragó, eche la pena para fuera!
saludos
Pobrecito Fernando. Duele la pérdida Fer, un abrazo cariñoso, yo.
Poéticos gatos/ Andrés García Cerdán
Que la literatura tiene el sesgo felino de la vida y que por ella se es “dueño/ de un ámbito redondo como un sueño”, como quería Borges, uno lo sabe por instinto. Compartidas con el gato, la intuición y la capacidad de asombro humanas se remontan a la matriz analógica de nuestra condición, desde la que es posible entender las cosas como viéndolas del otro lado, como siendo las cosas. Digo esto porque se ha hecho famoso estos días el gato de Fernando Sánchez Dragó. Oír al escritor hablando por la radio, devastado, de la muerte de su Soseki, con una devastación capaz aun de desordenar su sintaxis, como si se acabara el mundo, me ha hecho recordar las fulgurantes e iridiscentes ocasiones en que el poeta y el gato han ido juntos de la mano en la literatura.
Las mitologías antiguas explican que el gato nació del estornudo de un león o que los dioses concedieron el gato a los hombres para que acariciaran a un tigre, para que asistieran al espectáculo de su naturaleza salvaje y a tanto secreto que hay en sus ojos y en su lomo. Un gato es un ídolo de pupilas almendradas, metal y ágata. Un gato es una extensión del mundo de los sueños en el mundo estéril de nuestra realidad. El gato, como querría José Angel Valente, es esa mandorla de las catedrales góticas en que este mundo y lo otro, lo profano y lo divino se encuentran. El reino del gato es raigal, original, matricial. Con la muerte de Soseki, verdaderamente acaba el mundo.
Los gatos más famosos de la poesía son los de Charles Baudelaire. En Las flores del mal les dedica hasta cuatro poemas. El gran Roman Jakobson, que dio cuenta críticamente de “Les chats”, fue sensible a la trascendencia visionaria, simbolista, de estos animales en la poesía del francés: su nobleza tenebrosa, su afición a la ciencia y la voluptuosidad, su silencio, su sueño sin fin, su magia, su misticismo, su indocilidad, su arrogancia de Esfinge. Para Edgar Poe, alter ego baudeleriano, el gato sienta las elásticas proporciones, las ubicuas estructuras de un mundo de más allá en cuentos como “El gato negro”, consumación de un horror que no es sino nuestra conciencia despellejada de frente con nosotros mismos y nuestra desnuda verdad.
En esa historia del delirio que es la poesía del gato, hemos de recordar a Georgos Seferis, que encuentra en ellos la salvación a un naufragio en la isla desierta de la realidad; a Konstantino Kavafis, que se acoge a su voluntad en medio de la bizantina batalla de los días y los cuerpos; a Jorge Guillen, que ve en ellos a los guardianes inmemoriales del esplendor entre las ruinas y los despojos de Roma; a Jorge Luis Borges, para quien el gato es el tótem, nadador de los ríos de la inmortalidad, animal fuera del tiempo de los relojes; a José Emilo Pacheco, quien confiesa en “Gatidad”: Dice la gata a quien entienda su lengua: Nunca dejes que nadie te desprecie.
Con todo, el escritor que con más devoción habló de sus gatos y con sus gatos fue Julio Cortázar. Él mismo, de ojos muy sesgados e irreductibles, era gato. Lo acompañan en sus cuentos, en sus ensayos, en sus cronopiadas, en sus poemas. Los dos que más trascienden son Teodoro W. Adorno, que escribe con él, en su regazo, La vuelta al día en ochenta mundos, y Flanelle, esa deliciosa gatita de Saignon.
Lo siento. Sé como se siente. Un abrazo.
Lamento muchisimo la muerte de Soseki, amigo Dragó, como si hubiese muerto mi gata Palala. De tres añitos, mi gata y su gato parecian -o parecen hermanos-, y tiene usted amigo Dragó muchísima razón cuando dice todo lo que dice sobre Soseki, pues lo está diciendo también de todos los gatos.
No se reproche nada. Solo aprenda a ser mejor. Quizás -quizás no, seguro- hay otros “sosekis” que le pueden seguir enseñando cosas en este camino hacia la sabiduria que es la vida.
Un abrazo muy sentido.
Toda la vida llamándote Sánchez DragO y ahora te llamas Sánchez DragÓ, copiando párrafos enteros de libros que escribes A ORDENADOR (copy paste xD)y NO A MÁQUINA. Y quejándote de los fumadores cuando todas las noches fumas maría (o eso ibas pregonando CHARLATÁN). A mamarla ignorante, que tratas a tus lectores mucho peor que a tu alimaña mimada. Ya sabes, A MAMARLA.
Me parecen ciertas cada una de sus palabras pues yo he vivido la misma situación cuando mi perro Yuri me dejó para siempre, lo que no logro entender es como una persona que ha sido capaz de querer tanto a su gato, un animal al fin y al cabo, es a la vez capaz de disfrutar y divertirse con las “fiestas taurinas” q es lo que pasa?? unos animales merecen respeto y cuidados mientras que con los toros todas las barbaridades que se les haga están bien vistas y protejidas por la ley?? no puedo entenderlo de verdad. Soy una amante de los animales y x ello mismo respeto a todos, para mí lo mismo sufre un toro que un gato que un perro… pienselo y acuerdese de su querido gato cada vez q vea una corrida de toros.
P.D: soy vegetariana por si alguien tiene alguna duda!
un saludo
Buenas noches Sr. Sanchez Dragó,
Escuché ayer una “burla” en la radio sobre su dolor…la ignorancia es el peor enemigo del hombre.
Nadie , que no haya experimentado el amor y la compañía de un amigo fiel (un gato, un perro , un caballo, un conejo, un periquito …y ¿por qué no? un toro.. ) ,puede entender qué se siente ante su muerte
Podemos dedicarnos a cualquier actividad Sr. Dragó , yo concretamente soy comercial , aunque mi auténtica vocación es la de defender al más debil en este mundo cruel y despiadado: a los niños y a los animales .Debe ser algo innato, porque yo crecí con un abuelo cazador y unos tios taurinos…¡¡¡qué barbaridad, la niña nos ha salido proteccionista¡¡ …y recuerdo perfectamente como lloraba cada vez que en la tele se veía torturar a un toro bravo ..
Siento muchísimo esta pérdida Fernando, pero estoy segura de que Soseki pasó su vida con el mejor dueño . Mi mejor amigo , Blacky , se marchó hace un año y medio , y todavía le lloro cuando recuerdo cómo me hacía reir ¡¡¡ La vida es maravillosa cuando compartimos con ellos momentos únicos , inolvidables , auténticos ..y es difícil explicar a alguien que no ha tenido la suerte de rodearse de ellos , el vacio que queda en casa en tu corazón y en el dia a dia , cuando, sin darte cuenta, lo buscas …
No deje de pensar en él , porque le hizo feliz y eso se lo debe. No dudo que le ha proporcionado la mejor vida para un gato , él se lo agradeció a su manera , dándole todo el cariño del mundo .Cada vez que le llore piense también en todos aquellos que esperan su segunda oportunidad en las perreras/gateras municipales… gatitos que no han tenido la suerte de Soseki , que son desgraciados porque su dueño no les quería suficiente…y mal viven en esas jaulas …esperando…
Ninguno podrá sustituir a su gato , Fernando. No le doy consejos , sólo le repito lo que una buena amiga me decía mientras yo sollozaba la muerte de mi “gran amor”…y espero que le sirva de consuelo..Hable de lo fantástico que era Soseki, de que le extraña , de cómo le quería y de lo bien que lo pasaron juntos . Y no tenga en cuenta la insensibilidad de los que no amaron a un animal , desconociendo la pena que queda dentro.
La vida de regaló momentos de felicidad junto a él y ahora debe pasar el duelo. Es inevitable .
Le doy mi apoyo Sr. Dragó , porque no ha dudado en manifestar públicamente el dolor y la desesperación ante su pérdida . He intentado consolar su tristeza en estas escasas lineas y demostrarle también, que los pro-abolición de la tauromaquia en este país, también son personas solidarias , con corazón y con respeto ante el sufrimiento humano , y no “cuatro chalaos” que van a manifestaciones antitaurinas porque no tienen nada más que hacer un domingo por la tarde.
Yo, Sr. Dragó , que vivía cerca de la Monumental de Bcn, he sufrido esta impotencia , esta rábia, esta incoherencia y esta pena muchas tardes ..intentado entender “qué coño sentía la gente viendo a una animal acorralado desangrándose…”
No debe cerrar los ojos ante el sufrimiento de la tortura gratuita …
Hoy he vuelto a pensar en los dias amargos , de desconsuelo que está pasando usted .Y he decidido escribirle .Espero no haberle ofendido , lo único que me gratificaría es que duerma un poco mejor y que llore todo lo que tenga que llorar porque su gato lo merecía …
Nunca es tarde para cambiar de opinión Sr. Dragó. Dicen que rectificar es de sabios . Si sólo consiguiera hacerle pensar (dudar¿?) durante un minuto , en estos dias tan tristes, sobre la penosa vida de un animal criado para la tortura y el placer humano (el toro bravo) yo también dormiría mejor .Porque nuestra lucha Sr. Dragó , es sólo cuestión de tiempo.
Reciba un abrazo de ánimo¡¡¡¡¡
Esther
Sr. Sanchez Dragó lo que le ha pasado ya no tiene remedio por desgracia, cuando se encuentre con fuerzas y aprovechando que tiene de vecina a Esperanza Aguirre acuérdese de comentarle la cantidad de gatos desamparados que hay en la comunidad de Madrid y a los que ella por el bien de todos deberia proteger, ningún gato abandonado (incluyo a los perros) gatos sin esterilizar que no paran de traer nuevos gatos a este mundo salvaje y lleno de salvajes que aprovechan el desamparo de estos extraordinarios animales para hacerles verdaderas salvajadas, acuerdese, hágalo por Soseki, en su memoria, sería una buena forma de limpiar su conciencia taurina y la de ella también.
Soseki descansa en paz amigo, en vida tuviste la suerte de ser afortunado pero ahora tú ya no sufres, pero hay muchos, muchísimos que siguen sufriendo.
Señor Sánchez Dragó:
Señor Sánchez Dragó:
Hace unos meses presencié conmovida una de las estampas más insólitas y bellas de la televisión:usted, diferente siempre y siempre cercano, apareció ante los espectadores abrazado a su delicioso gato Soseki. Tengo que confesarle que nunca había mostrado tanta devoción ante un telediario: no despegué mi mirada de la pantalla porque no quería perderme ni un solo detalle de ese acto público de amor. También tengo que decirle que, pendiente de las evoluciones de Soseki y de sus espléndidos primeros planos, no me enteré de nada de lo que usted decía. ¿Qué importaba si iba a bajar el euribor o si iban a subir las temperaturas si tenía ante mí un espectáculo que ha pasado a enfrosar el álbum de mis emociones vitales?
Y al poco tiempo de este despliegue de ternura, leo conmovida y con lágrimas en los ojos la noticia de la muerte de Soseki. Yo también tengo un gato atigrado, bueno, dulce y sensible. Y por eso entiendo su dolor, agradezco que lo manifieste como sólo usted es capaza de hacerlo y me identifico plenamente con sus sentidas vivencias.
Gracias por haberme dejado conocer a Soseki y gracias por haberme hecho partícipa de su aparente pérdida. Y digo aparente, porque sepa, señor Dragó, que los ángeles no se desvanecen del todo. Y Soseki es un ángel.
Carmen Trisán
(versión corregida)
Señor Sánchez Dragó:
Hace unos meses presencié conmovida una de las estampas más insólitas y bellas de la televisión: usted, diferente siempre y siempre cercano, apareció ante los espectadores abrazado a su delicioso gato Soseki. Tengo que confesarle que nunca había mostrado tanta devoción ante un telediario: no despegué mi mirada de la pantalla porque no quería perderme ni un solo detalle de ese acto público de amor. También tengo que decirle que, pendiente de las evoluciones de Soseki y de sus espléndidos primeros planos, no me enteré de nada de lo que usted decía. ¿Qué importaba si iba a bajar el euribor o si iban a subir las temperaturas si tenía ante mí un espectáculo que ha pasado a engrosar el álbum de mis emociones vitales?
Y al poco tiempo de este despliegue de ternura, leo conmovida y con lágrimas en los ojos la noticia de la muerte de Soseki. Yo también tengo un gato atigrado, bueno, dulce y sensible. Y por eso entiendo su dolor, agradezco que lo manifieste como sólo usted es capaz de hacerlo y me identifico plenamente con sus sentidas vivencias.
Gracias por haberme dejado conocer a Soseki y gracias por haberme hecho partícipe de su aparente pérdida. Y digo aparente, porque sepa, señor Dragó, que los ángeles no se desvanecen del todo. Y Soseki es un ángel.
Carmen Trisán
carmentrisan@gmail.com
Lo siento muchísimo…
Sufrí una experiencia similar este verano cuando perdí a dos de mis niñas, en menos de 48 horas.
Me quedaron dos asignaturas para recuperar en verano. La tragedia sucedió los días 19 y 21 de Julio. Dejé esas dos asignaturas que con un poco de estudio al día podría perfectamente haber sacado y estar hoy en la Universidad. No podía, daba igual cómo lo quisiera afrontar, no podía hacer nada. Había un concierto de Queen al que estaba deseando ir, bien lo saben mis padres. Ya no tenía ganas. De eso ni de nada, sólo podía pensar en si se pudo hacer algo más, si lo que hicimos fue lo correcto, y cómo estarían nuestras vidas si todo hubiera seguido “normalmente”.
Pero ellas siguen aquí.
¿Muerte? Nadie se va lo bastante lejos mientras lo sigamos recordando, porque en nuestro interior sigue vivo. Siempre estará ahí. Siempre quedarán los buenos momentos juntos y que nada, ni siquiera la muerte, le podrán arrebatar.
A nuestra familia volvieron a sumarse dos perritas preciosas a las que queremos con locura. No sustituyen a las que se fueron, en absoluto, nunca lo harán, pero llenan el vacío con amor desbordante y esos ojos llenos de ilusión.
No creo que Soseki quisiera dejar una casa vacía y ver a quienes tanto amó en vida así de tristes.
Mucho ánimo, y quien aún no sabe lo que es amar a un animal, tampoco sabe lo que se está perdiendo.
Porque un perro, un gato, o cualquiera que sea la especie con la que se establece ese profundo vínculo no es “sólo un animal”. Es un amigo, un hermano, más aún, es una parte de ti. Y cuando se van es inevitable sentir cómo nos arrancan un pedazo del corazón.
Estimado Fernando: No se ofenda por algunos comentarios que algunas personas sin mala voluntad le hayan podido disgustar. Porque los que opinan así probablemente no hayan tenido la suerte que alguien les haya enseñado en su infancia a respetar a los animales y a su trato .Y seguramente tampoco hayan tenido nunca un gato, Y quien dice un gato, dice perro iguana o cualquier otro animal,. Toros caballos etc. por ser tan grandes u otras circunstancias (No deseo entrar en polémicas ni ofender solo recapacitar) no pueden estar dentro de casa con nosotros pero a todos absolutamente a todos se les quiere muchísimo
Hay quien adora a los animales y quien los aborrece, pero eso es por el desconocimiento que tenemos de ellos. Cuando vas comprendiéndoles te das cuenta como sienten y se expresan, lo que no hacen es hablar. Y pensar que es un animalito indefenso que depende de ti eso eso nos supera.
Cuando me trajo mi hijo una iguana verde pequeña, que le habían regalado en una rifa en un pueblo en fiestas de Ciudad Real (sin comentarios) al momento me dio un repelús.
Ahora que nos hemos conocido mutuamente según estoy escribiendo la tengo enfrente subida en el ordenador mirándome cuando ve que no la hago caso hace un movimiento que no sabría explicar, es como un tic nerviosos un clic con el cuerpo entonces la toco la cabecita y hasta cierra los ojos, y así varias veces
No cambio de ordenador por otro mas moderno por que al no tener fondo no podría subirse ¡y esa dicha no me la quita nadie!
¡Fíjese como cambió mi pensamiento!
Respetar a los animales tanto como a las personas no implica querer menos o peor
Ojalá el mundo cambie y las personas sean capaces de ver la belleza en las cosas pequeñas, que no se juzgue a los animales por su tamaño o por su especie
Muchas personas están llorando la perdida de sus animalitos fallecidos, y yo misma estoy sufriendo mucho por la perdida de mi gata Kissa perdida en el campo de El Molar, el 22 de agosto de este año y todavía peor ¡sin saber que la paso,!
Solo deseo de corazón que las personas que piensen así, puedan tener algún día un animalito con ellos y al mirarle con esos ojos de bondad y pasar la mano por su pelaje
les transmitan la energía y la paz que muchos de los que tenemos animalitos hemos experimentado, y alguna vez puedan acordarse de este escrito cuando lo hayan vivido, y sentido esa dicha y pensar de otra manera.
Como dice Marta en ese escrito tan precioso que ha mandado el día 2 de noviembre es seguro que nos reencontraremos con nuestros animalitos en El Puente Del Arco Iris
Mientras Fernando cuando pasen unos meses y aparezca en su vida mirándote un gato desvalido de la calle acógelo es vuestro destino. Así recogí hace 15 días a mi gatita atigrada de la calle ya que la anterior se me perdió, y ha sido una alegría inmensa y reconfortante
Saludos afectuosos
Mª Jesús
kjlñkljk
Hola Fernando:
Yo también tengo un gato y sé el amor que dan tan grande. Los animales están para calmar la soledad de mucha gente, y aún así hay gente que les maltrata y les hace sufrir. Hay veces que ocurren cosas que no entendemos pero todo pasa por algo, sobre todo para aprender. Fernando estoy leyendo los comentarios que le deja la gente sobre lo de los toros y no estoy de acuerdo que en estos momentos de tanto dolor para uste se le hable así. Estoy a favor de la defensa animal y los toros me dan muchísima lástima cuando les veo sufrir de esa forma en la plaza. No entiendo como todavía está permitido a estas alturas que se haga semejante espectáculo y todavía quede gente que lo siga. Lo que le quiero decir con esto, es que probablemente la muerte de Soseki (a pesar de que le cause un inmenso dolor por sus dos minutos de agonía) le ha querido enseñar algo a usted, a entender lo terrible que es el dolor. Probablemente su gato sí que sea un angelito si con su terrible muerte consiguió que haya una persona menos que rechace los toros. Cuantas menos personas lo sigan algún día se acabará y la muerte de Soseki no habrá sido en vano.
Un abrazo muy cariñoso Fernando, le acompaño profundamente en el sentimiento. No se siga martirizando más porque todos tenemos escrita nuestra muerte y nuestra forma de morir. Un beso.
Sr. Dragó, oí en directo su terrible sufrimiento y le aseguro que me invadió una terrible sensación de dolor y a la vez me parecía que estaba usted repitiendo las mismas sensaciones que sentí cuando yo perdí a mi negro gato “Beltza”. Le lloré más que a nadie en mi vida, y no me avergüenzo de reconcerlo.
Le comprendo y le doy mi más sincero pésame, pero creame que estoy convencida de que Soseki habrá sido recibido en el cielo de los gatos por mi Beltza, (la veteranía es un grado.., ya que Beltza partió hace muchos, muchos años) y le habrá hecho de Maestro de Ceremonias y le habrá presentado a todos sus “hermanos” y seguro que allí nos están viendo y agradeciendo los años de felicidad que les dimos y no digamos los que ellos nos dieron!
Soseki era precioso (¿y qué gato no lo es?).
¡Enhorabuena por haberse mostrado como un ser humano desnudo ante el dolor y el amor.
Con todo mi afecto,
Ela
Montse quiso decir, un besito especial y con mucho amor para ti y tu Naoko.
Muakis
Ante todo, mi más sentido pésame. Sólo los que hemos recibido lecciones de ternura, de amor, de estas peludas criaturitas podemos comprender este dolor tuyo, ahora también mío, y esas palabras. También doy fe de que se puede querer a estos locos traviesos como a una madre, un padre, un amigo. Te tocan el alma.
Escribo esto con mi negra gatita Johanna sobre mi regazo y no dejo de acordarme de Lola, gatita que, como Soseki, ya se fue. Tus sentimientos son justo los mismos que pasaron por mi mente entonces. Y fueron muchas las lágrimas. De pena, honda pena, y de frustración. La asesinaron y ni siquiera pude enterrarla. Sólo me queda el recuerdo de los momentos felices que ella me regaló y eso me reconforta. Un fuerte abrazo en tu dolor y gran ronroneo de cariño de Johanna.
Soseki, fiel al felino de Hemingway, ha buscado su lugar en las altas sierras de Sam Peckinpah, junto al fuego nocturno y eterno de McCrea y Scott. Un beso de amigo.
De verdad a este caballero le importan los animales?? y los toros y su agonia en la plaza, sr. Dragó? tal vez los encontrará en otra vida ..a lo mejor un poco enfadados con Usted y con mucha ganas de torearLE!!
Estimado Sr. Dragó:
Reciba mis condolencias.
Otra vez y siempre: “Prohibido prohibir”; pero ¿por qué no retira los comentarios de esa gentuza que, avergonzando al resto de los antitaurinos, tiene la desfachatez y la insesibilidad de no respetar el dolor de usted?
Reciba un fuerte abrazo
Jacobo
¡Muy científico!
Fernando:
Como otros, yo también estoy a parsecs de usted ideológicamente hablando, pero quisiera que supiera cuán cercano me siento ahora en su amor y dolor por el compañero perdido. Estoy seguro que se hicieron mutuamente felices el tiempo que Cronos les otorgó, y eso permanecerá como el pequeño fotón de luz con el que contribuyen a la atmósfera de bondad que el universo necesita.
Al igual que otras contribuciones, yo tampoco entiendo su paradójica admiración por la tortura y ejecución de un inocente para el regocijo de unos cuantos sádicos decimonónicos, pero créame que estoy convencido cuando le digo que, desde ahora, su opinión al respecto cambiará. Y mucho…
Mientras tanto, reciba mi cariño (aunque sólo sea por esta vez), y el de Diana e Isis, que desde mi escritorio le mandan su ronroneo.
Vicent
Jamás había pensado que me uniría a ti en algo, tan diferente de mí te veo.
Terrón, moribundo, me regaló su último ronroneo. “Soy feliz”, me dijo.
Te acompaño en el sentimiento.
Sr. Dragó:
Con todo respeto y cariño hacia usted, quiero transmitirle mi más sentido pésame por Soseki, su gato. Entiendo perfectamente su dolor desgarrador.
Algún día, si me armo de valor, le escribiré para hacerle partícipe de lo mucho que significan sus libros en mi vida. Es obvio que hay que tener mucha valentía para dirigirse a todo un erudito como usted.
Saludos. Antonia.
Se fernando lo que debes sentir en esto9s momentos de tanto dolo9r por la perdida de uno delos seres mas nobles que ha creado Dios, aunque tambien mas desconocidos.- Quienes disfrutamos del amor, de la compañia y nobleza de un gato sabemos lo que se puede sentir cuando él nos abandona, tengo un apreciosa gata, de nom,bre Osca, hace mas de diez años que esta conmigo, lo comparte todo, esta siempre en medio de mi o junto a mi9 y aunque se que se me esta haciendo viejecita se que su partida sera el fin de mi existencia porque ya nada será igual que con ella
Pido a Dios que me la conserve y me consuela el pensar que en el otro mundo volveremos a estar juntas Un Dios de Amor no puede permitir que no estemos acompañados de nuestras queridas mascotas
Miré al cielo y cuando vea una estrella que le relampaguee esa sera su linga gatita
Un abrazo desde Aragon
Estimado Sr. Sánchez Dragó:
Siento mucho su dolor y el de su esposa por la pérdida de Soseki. Yo también tengo un gato, Warren, y por como lo quiero comprendo que se sufra tantísimo cuando se nos van. No son sólo gatos, ni sólo animales, como algunos piensan. Son miembros de nuestra familia que viven bajo nuestro mismo techo, y que son capaces de conectar con nuestra cabeza y nuestro corazón mucho mejor de lo que lo pueda hacer una persona.
Aunque el hueco de Soseki no lo pueda llenar ningún otro animal, le recomiendo que acoja a otra mascota para vivir tantas experiencias como con Soseki. Un abrazo muy fuerte
Perdón Soy Maruachuli vuelvo a poner la carta, se me olvidó poner mi correo electrónico al final del escrito se puede ver
Estimado Fernando: No se ofenda por algunos comentarios que algunas personas sin mala voluntad le hayan podido disgustar. Porque los que opinan así probablemente no hayan tenido la suerte que alguien les haya enseñado en su infancia a respetar a los animales y a su trato .Y seguramente tampoco hayan tenido nunca un gato, Y quien dice un gato, dice perro iguana o cualquier otro animal Toros caballos etc. por ser tan grandes u otras circunstancias (No deseo entrar en polémicas ni ofender solo recapacitar) no pueden estar dentro de casa con nosotros pero a todos absolutamente a todos se les quiere muchísimo
Hay quien adora a los animales y quien los aborrece, pero eso es por el desconocimiento que tenemos de ellos. Cuando vas comprendiéndoles te das cuenta como sienten y se expresan, lo que no hacen es hablar. Y pensar que es un animalito indefenso que depende de ti eso eso nos supera.
Cuando me trajo mi hijo una iguana verde pequeña, que le habían regalado en una rifa en un pueblo en fiestas de Ciudad Real (sin comentarios) al momento me dio un repelús.
Ahora que nos hemos conocido mutuamente según estoy escribiendo la tengo enfrente subida en el ordenador mirándome cuando ve que no la hago caso hace un movimiento que no sabría explicar, es como un tic nerviosos un clic con el cuerpo entonces la toco la cabecita y hasta cierra los ojos, y así varias veces
No cambio de ordenador por otro más moderno por que al no tener fondo no podría subirse ¡y esa dicha no me la quita nadie!
¡Fíjese como cambió mi pensamiento!
Respetar a los animales tanto como a las personas no implica querer menos o peor
Ojalá el mundo cambie y las personas sean capaces de ver la belleza en las cosas pequeñas, que no se juzgue a los animales por su tamaño o por su especie
Muchas personas están llorando la perdida de sus animalitos fallecidos, y yo misma estoy sufriendo mucho por la perdida de mi gata Kissa perdida en el campo de El Molar, el 22 de agosto de este año y todavía peor ¡sin saber que la paso,!
Solo deseo de corazón que las personas que piensen así, puedan tener algún día un animalito con ellos y al mirarle con esos ojos de bondad y pasar la mano por su pelaje
les transmitan la energía y la paz que muchos de los que tenemos animalitos hemos experimentado, y alguna vez puedan acordarse de este escrito cuando lo hayan vivido, y sentido esa dicha y pensar de otra manera.
Como dice Marta en ese escrito tan precioso que ha mandado el día 2 de noviembre es seguro que nos reencontraremos con nuestros animalitos en El Puente Del Arco Iris
Mientras Fernando cuando pasen unos meses y aparezca en su vida mirándote un gato desvalido de la calle acógelo es vuestro destino. Así recogí hace 15 días a mi gatita atigrada de la calle ya que la anterior se me perdió, y ha sido una alegría inmensa y reconfortante
Saludos afectuosos
Mª Jesús
Este es mi correo electrónico
Mariachuli2@hotmail.com
Hola Fernando!! Cuanto siento la perdida de Soseki, a mi me ocurrio el año pasado, mi gato se llamaba gustavo, habia estado conmigo durante 15 años, y senti un dolor terrible cuando bueno digamos que subio al cielo de los gatos, tambien me senti muy culpable, ese ultimo mes lo habia descuidado un poco, (mogollon de trabajo) y apenas estaba en casa y note que estaba raro, estaba mayor eso si pero… total que a lo que fui a que lo vieran ya no tenia remedio y que mal me senti, le pedi perdon ni se la de veces, y lo que lo hecho de menos, y si se puede querrer tanto a un animal? uff mas que a una persona muchas veces o bueno pongamos que igual, bueno lo siento mucho, me encanta ademas, como nos has relatado tus sentimientos, por algo eres escritor claro, y bueno mucho apoyo, yo por ahora ves no quiero sustituir a gustavo! Un abrazo.
La casualidad y coincidencias no existen. Y Soseki “desaparece” cuando otra vida nueva llega. Como si de una mariposa fuera (Segun algunas culturas, ésta representa una nueva vida, una reencarnación).
Soseki, como gato que era y es, y por tanto un ser mas inteligente que nosotros los humanos, probablemente estaría dispuesto a ayudar siempre a su familia, y como bello ángel que es, seguro que reaparecerá en vuestras vidas para iluminaros.
Cuidad bien y amad a ese bebé que viene, Soseki estará en él, con una vida más durareda para estar a vuestro lado.
Tal y como empecé diciendo, las casualidades y cncidencias no existen, como equivocarnos de Yakisoba o confundir a nuestra esposa con otra mujer desconocida.
Todo es por un “algo” mejor. Dejemonos llevar…
abrazos
Miguel A. (Sevilla)
El dolor se dibuja con lágrimas, y las lágrimas sólo brotan del corazón sensible. Su innegable sensibilidad, señor Dragó, asume un estado desolador a través de su pluma; conmueve y llega a ahogarme con el nudo de la emoción.
Su amor por su gato manifiesta su amor a los débiles: los animales.
Firmado.
El toro de lidia que va a morir en la próxima corrida.
http://linde5-otroenfoquenoticias.blogspot.com/
Siento lo de su gato Señor Dragó, entiendo que esté usted apenado, los animales son unos seres maravillosos y todo aquel que tiene el privilegio de compartir su vida con ellos acaba convirtiéndolos en uno más de su familia. Pero no se olvide de los toros, también tienen alma, y mueren de una manera miserable en las plazas, en esas corridas que usted tanto defiende. Piense en esto y espero que le haga cambiar su forma de pensar ya que, ¿qué diferencia hay entre un gato y un toro?
Muchos abrazos virtuales que te acompañen mientras pasas el duelo.
Creo que las mascotas vienen a cumplir misiones en las casas de cada amo que las adopta, desde el encuentro con ellas hasta su muerte. Cada acontecimiento que vivimos con ellas es un mensaje que como los sueños, sólo los puede interpretar el que los recibe. Seguro que este precioso gato cumplió grandes misiones, porque grande es su amo.
Una admiradora.
Lunilla, Jaime, Dionisio y compañía: Que os comprenda quien os entienda. En la viña del Señor hay de todo, y vosotros no ibáis a ser la excepción. Gato, sí. Gato, no…
Lunilla, Jaime, Dionisio y compañía: Que os comprenda quien os entienda. En la viña del Señor hay de todo, y vosotros no ibáis a ser la excepción. Gato, sí. Gato, no…
Sr. Dragó.
mi madre le escuchó en el programa de Isabel excplicando lo que le había ocurrido a su gato y me quedé sorprendida…Sorprendida por ver los tan maravillosos sentimientos que tenía hacia su gato y lo mucho que lo quería pero también por no sentirme capaz de entender por qué ve tanta diferencia entre un gato y un toro. Que el toro no sea un animal doméstico no implica que no tenga también capacidad para querer, sentir y por supuesto sufrir.
Puedo llegar a entender que nunca se lo haya planteado seriamente porque es algo que le han inculcado desde pequeñito pero usted es una persona culta, inteligente y creo que razonable, estoy segura de que si lo piensa verá que los amantes de los animales (los que no hacemos distinción entre un gato, un cerdo o un toro) no estamos tan chalados como dicen…que nos basamos en principios éticos, en la empatía con el resto de animales y en su demostrada capacidad de sufrir.
Divertirse viendo masacrar a un animal no es ético, no está bien, lo mire por donde lo mire, sea gato, perro, caballo o toro. El toro es un animal noble, pacífico, herbivoro, que nada ha hecho para merecer una muerte tan cruel.
Le acompaño en el sentimiento por su gato pero también le invito a que se tome un momento de reflexión y se replantee si de verdad le gusta ver sufrir al toro en la plaza.
¡Como hago mia tu situación!El día 8 de noviembre, hablaba contigo en Pastrana, mientras me firmabas un libro, sobre la muerte de mi gata. Al despedirte, me prometiste traer a Soseki el próximo año. No podrá ser…
Cuando leía tu artículo asentía continuamente, y sufría, y lo entendía y te entendía. Sé que no me recordarás, pero yo no olvido tus palabras sobre la vida y los gatos. Te lo agradezco y permíteme la confianza: Un abrazo.
Demián
Esta mañana te he oído en la radio y a continuación me he puesto a buscar tu artículo referido a la muerte de Soseki. ¡Como te comprendo! Uno de los peores momentos de mi vida (y no exagero) fue cuando a mi gato “Michi” le dio un infarto, de golpe, sin esperarlo, y el grito tan escalofriante que emitio de dolor, no lo podré olvidar nunca. Esa noche a las cinco de la mañana le repitió otro infarto y nos abandonó. ¡No creo haber llorado nunca tanto! Y mi marido ha dicho muchas veces, que lloró más la muerte de nuestro gato que cuando se murio su madre, pues ésta era una muerte anunciada y la de “Michi” fue de golpe. Han pasado varios años y todavía siento su piel, sus caricias, sus ronroneos interminables y su cariño enorme.
Pasados los años, una gatita nos adoptó a nosotros, ya que con apenas un mes de vida, se nos coló en casa y no ha vuelto a salir de ella. Tiene dos años, se llama “Juani”, es una gemela de tu gato con los ojos verdes, y es la alegría de nuestra casa.
Pero de cualquier manera no vienen a suplir a otro gato. Son todos diferentes, con sus propias personalidades y características. Pero hoy por hoy estoy encantada con mi gatita y no la cambiaría por nada. Es dulce, tierna, cariñosa y ¡preciosa!
Animo, y a seguir dando amor a esos seres tan preciosos y que mucha gente desprecia porque no los conoce.
Entiendo la pena que tiene usted por la pérdida de su gato. Yo tengo varios y los quiero muchísimo. Pero tambien quiero a los leones, las águilas y los toros, por poner algunos ejemplos. ¿Como se puede querer tanto a unos animales y no sentir ninguna compasión por otros?. ¿Como puede usted presenciar sin ningún sentimiento de pena la tortura a la que es sometido el toro en las plazas de tortura de este pais?. Usted queria a este gato como se quiere un cuadro, un mueble, o cualquier otro objeto que aprecie. Por favor, sea usted más auténtico y sobre todo mas ético.
Esta mañana he vuelto a oirle en el programa de radio que colabora. Pese a todas las discrepancias que sigo teniendo con usted quiero expresarle mi más sincero agradecimiento por la fundación para gatos “desamparados” que va a crear en Soria. Nunca he leido un libro suyo,prometo leer el que va a escribir a su amado soseki.
Estimado señor drago, ante todo darle el pesame y mi mayor respeto y comprension por la tragica situacion que esta pasando,. Pero lo cortes no quita lo valiente y creo un deber recordarle que es usted un asesino, que fue usted y no otro quien le esclafo la cabecita al felino con el montacargatos y no puede soslayar semejante responsabilidad por mucha lagrima de cocodrilo que vaya derramando por ahi. Asesino, si, y si incluso o j simpson ha sido al final castigado no dude que vuecencia tendra que rendir cuentas por la muerte de esta criatura.
Y visto que desea adoptar otro gato, espero que sea lo antes posible, antes de que vuelva a suceder y nos arrebate a la ssociedad otro anil que tanto prometia aportar a la misma.
No dejo de pensar en su drama.. espero que ya se sienta un poco más fuerte.
Nosotros tenemos una gata llamada INDIA que es igualita a Soseki, parlanchina, amorosa y salvaje a la vez. Tómese 2 segundos para ver el parecido, de cara son idénticos!
Un abrazo,
María
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Esto parece un escrito de una persona esquizofrenica…como defensora d los animales no humanos (d los humanos, un ejemplo como el tuyo, hacen q no merezcan mi respeto), no entiendo todo esto por el gato (q se lo mereze claro), y luego vaya a ver torturas sádicas y encima disfrute!! me lo puedes explicar??pq me gustaría entenderlo….
Siento profundamente la muerte de tu gatito. Sólo las personas que tenemos la dicha de compartir nuestra vida con esos seres mágicos, sabemos cuan valiosos son para nuestra mísera existencia.
Pero me conforta saber que durante su vida fue un ser muy querido y respetado, adorado y protegido, como debería de ser con todos los animales con los que compartimos nuestro planeta. Por eso, en estos momentos de profundo dolor, me gustaría pedirte que durante unos minutos, hicieses el esfuerzo de extender tu círculo de compasión al resto de seres que lo necesitan. Y especialmente al maravilloso toro, animal bello, noble y fuerte, que tiene una vida corta y una muerte terrible.
Espero superes con el paso del tiempo el dolor que ahora de aflige y que otro animalito deseoso de amor llegue a tu hogar a actuar como bálsamo de tu desdicha.
Sinceramente,
Maribel Alvarez
Antitaurina
Imaginese al siniestro asesino José Tomás al que usted, sr. Dragó, idolatra clavando banderillas a su gato. Qué hipócrita es usted si aún no entiende que no hay diferencia entre un gato y un toro… es que es usted muy inculto aunque vaya presumiendo de cultura. ¡Disfrutar con la tortura de un toro y llorar a un gato!. Qué lástima me das Dragó. ¡Pobre gato! era precioso y pobres toros con los que te diviertes Dragó.
Sr. Dragó, nunca pensé leer algo asi escrito por usted. Me he quedado perpleja. Siento lo de su amigo gato pero sepa usted que hay innumerables gatos como su amigo, que sufren en silencio el abandono, el hambre, el desprecio, la indiferencia o la tortura por parte de humanos como usted o como yo.
Esos humanos se rien de usted hoy como usted se ríe de humanos como yo, que luchamos para que la tortura de un animal como el toro deje de sufrir para deleite de unos pocos.
No le entiendo D. Fernando.
No entiendo sus lágrimas de hoy ni su sorna de ayer.
Espero que su defensa pública de la tortura hacia otros cambie.
Un saludo
Como amantes de los gatos, y aunque pueda sonar duro ahora, lo primero darte el pesame y lo segundo decirte que muchos de estos animale siguen en la calle perreras etc, esperando que alguien les de un hogar.
Ellos no entienden de dueños mas o menos famosos, sino de mas o menos cariño.
Aunque te parezca que ningun otroo gato puede ser igual, es cierto, ninguno es igual, todos son diferentes, etc. Estoy segura de que otro gato esta esperandote para ayudarte y seguir dandote cariño.
Un afectuoso saludo.
Paraiso de gatos.
Hola Sr.Dragó y mi más sentido pesame,yo soy antitaurina quzas porque compartiendo la vida con un animal que siempre demuestran ser más humanos que muchos de nosotros en los cuales me incluyo.
Hace casi cuatro meses perdí a una de mis perras mi Perla tambien en tragicas circunstancias´aún no lo he superado sobre todo las noches son lo peor,la gente me dice que el tiempo cura pero Dios que despacio pasa cuando se trata de curar.
Yo quiero pensar que Perla a la que tengo enterrada al lado de mi casa y en la que pienso constantemente.La llevaré en mi corazón y en mis pensamientos durante el resto de mi vida ella me enseñó tantisimas cosas.
Sé perfectamente lo que sientes la culpa el dolor el pensar si hubiese hecho esto ó quizas lo otro pero sobre todo el no haberme podido despedir de mi amiga de mi niña no haber estado acariciandola en su último aliento.
ESpero que algún día veas los toros de otra forma y ojalá los llegues a repudiar pensando en el dolor y agonia que sienten estos animales que tambien tienen alma.
Saludos.
Mayte.
Sí señor, así se les puede querer. También yo, doy fe. Y mi pésame tardío a Fernando Sánchez Dragó por la pérdida de su amado gato Soseki. Y no quiero ni pensar cuando me toque a mí, pues mi Luna camina ya por su sexta vida -o sexta y media-.
Hoy no me salió al encuentro, como siempre hacía, refunfuñando o haciéndome carantoñas. Estaba allí, junto a su cesta de mimbre, muerto. Me he quedado paralizado. La tarde, fría y oscura, aguanieve y muerte, todo a una.
Se me ha quedado el alma helada en este frío diciembre, desierta y cerrada por defunción mi parcela mascotil y huérfano al romperse el contacto con el mundo animal,cordón umbilical con la madre naturaleza.
Qué llantina, Jesús, qué llantina.
Sr.Fernando.Hace unos días le manifestaba my solidaidad hacia Ud. por la muerte de Soseki,antes, no sabía de su afición por las corridas de toros y ahora que lo sé me veo en la obligación moral de hacerle esta pregunta: Qué diferencia hay entre la muerte de su gato y el linchamiento de un toro? Sinceramente, me ha decepcionado Ud. mucho y sinceramente tambien creo que es un hipócrita.
Sr.Fernando.Hace unos días le manifestaba my solidaidad hacia Ud. por la muerte de Soseki,antes, no sabía de su afición por las corridas de toros y ahora que lo sé me veo en la obligación moral de hacerle esta pregunta: Qué diferencia hay entre la muerte de su gato y el linchamiento de un toro? Sinceramente, me ha decepcionado Ud. mucho y sinceramente tambien, creo que es un hipócrita.
Hola Fernando, en esta ocasión no te escribo para hablarte de Jodorowsky o de mis libros sobre el Tarot (supongo que te llegaron los que te envié hace ya tiempo), ni del Ganoderma Lucidum (tengo varios ejemplares que cogí cerca de casa) o de mi afición por la micología. Lo hago para darte mi más sentido pésame por la pérdida de Soseki a pesar de que, al igual que mucha gente, tampoco entiendo muy bien cómo puedes lamentar la muerte de un ser tan noble e inocente como él y deleitarte con la de otros que no lo son menos y que, además, mueren tras ser torturados y humillados largamente ante miles de miradas ávidas, e impávidas, de sangre, sudor y lágrimas. Bien es cierto que, hasta que les llega el momento, los toros de lidia viven libres y felices en los buenos pastos de las dehesas, pero más tarde se enfrentan solos, infinitamente solos, ante una multitud enfebrecida de animales humanos que piden sangre y que serían capaces de excitarse incluso con la sangre del mismo verdugo al que pagan -y pagamos todos en España, aunque no queramos- para culminar tan “humana” como innoble faena. Porque, si el torero muere en el intento, se le podrá elevar luego a la categoría de héroe o mártir (¿de la Patria?), dedicar calles, monumentos e innumerables escritos amén de algún que otro pasodoble si no otras cancioncillas de menor rango nacional al que ningún pobre currante muerto en acto de servicio o accidente laboral tendría derecho.
Me gustan los pasodobles, tanto como para haberlos cantado muchas veces en infinidad de fiestas y otros eventos musicales a los que concurrí en su día. Me gustan los colores del traje de luces y la iconografía goyesca. Me gusta mucho también el Coliseo romano, pero no lo que ocurría adentro hace algunos siglos, como tampoco me gusta la sangre inocente del toro, ni la del matador.
Me gustan los animales y todos los días intento hacer algo por ellos aunque sea mucho menos de lo que merecen. A los “míos”, a los que “me adoptaron hace tiempo” y viven conmigo y con mi marido dándonos siempre más de lo que de nosotros reciben, les amo, les adoro, les beso, les cuido, les alimento, les canto… Por eso, y porque todos los días recuerdo que el 27 de marzo de 2004 perdí también a “mi” Can, entiendo perfectamente lo que sientes ahora sin los ronroneos, la ternura ni la verde mirada de “tu” Soseki. Piensa, sin embargo, que murió cerca de su familia, de tí y de tu mujer, jugando como cualquier gato feliz al que nunca le faltó un hogar donde crecer sano, y despreocupado de los peligros que acechan a los perros y gatos abandonados que malviven y peormueren a diario en la calle, a veces, incluso, torturados vilmente aunque no sean toros de lidia y sí los “mejores amigos del hombre”.
Echo de menos a Can casi todos los días y, también, a muchas otras criaturitas que perdí por el camino y de las que no voy a decir ahora sus nombres, pero en casa tengo todavía la inmensa y maravillosa compañía de Ocupa y de Chusa, mis perrunillones, y de Capi y su amiguita (a la que aún no he “bautizado”), las gatitas a las que cuido cuando voy al “Centro de Acceso Público a Internet” del pueblo en el que vivo y donde también trabajo. Ninguno de ellos podrá reemplazar nunca a Can ni ser reemplazado tampoco por nadie pero… todos me enseñan y me dan siempre algo nuevo y magnífico.
Soseki sobrevivirá largo tiempo todavía en tu kokoro y en el corazón de tu mujer, pero te recomiendo que no te quedes mucho tiempo sin un gato y/o un perro al/os que acariciar, amar y del/os que aprender. Hay much@s huerfanit@s y abuelit@s que te están esperando y que te lo darán todo a cambio de nada pero… por favor, no les lleves nunca a la tele, que no creo que estén acostumbrados ni que les guste exhibirse ante los focos tanto como a tí. Y nunca les compres, porque nunca se compra a un amigo, adóptales o déjales que te adopten ellos a tí…
Lo siento. He llorado contigo al escucharte, que gran pena. La vida, a veces, es mu jodida. Un grandísimo abrazo para ti y ánimo.
Olvidaste lo que tus experiencias con enteógenos te aportaron! La pena es ilusión, la muerte es ilusión. Todo es un magnífico juego. No olvides disfrutarlo.
Recuerda. Sonríe. Ríe.
Un abrazo.
Logan
Estimado Señor Dragó,
He de decirle que he descubierto otro gato (en este caso gata) sensible e intelectual como su difunto Soseki. Esta gata se llama Nora y toca el piano, ya, ya se… me dirá que Nora solo lee e interpreta una partitura y que Soseki creaba personajes y les daba vida en relatos con su maquina de escribir, cuando trataba de parir su primera novela; pero he querido que vea, que lo de Soseki no era una excepción.
Es probable, que a su nuevo gato asturiano le de por la pintura tal vez, cualquier disciplina será buena siempre que sea feliz y les haga felices a Naoko y a usted …
http://www.brightcove.tv/title.jsp?title=823367588
Un saludo
Un amigo
una vez leido su opinion sobre los cooperantes de acció solidaria, me permito decirle que es una pena que una persona que parece que vive de su inteligencia y cultura demuestre que en el fondo es un pedazo de burro.
paselo usted mal.
ME PARECE UN PERPETUO CONTRASENTIDA LO QUE DICE Y HACE dRAGÓ. ¿LLORA POR LA MUERTE DE UNGATO Y APLAUDE LA MUERTE DE LOS TOROS? ANDA YA.11FILIBUSTERO!!
Cars and houses are not cheap and not every person can buy it. But, loan was invented to aid different people in such kind of situations.
One admits that humen’s life is expensive, however some people need cash for various things and not every person earns big sums cash. Thus to receive good loan or short term loan should be good solution.
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