DRAGOLANDIA: En Abu Dhabi
Un viejo amigo mío, Jaime Maestro, con el que estuve en la cárcel allá por el 56, escribió en la revista Aldebarán, de feliz memoria, un poema autobiográfico que se titulaba Homenaje a Villon y que empezaba diciendo: Escribo con urgencia. / He de decir que la vida no es una madreselva / y que me poso en el pivote con prudencia…
O algo así. Cito de memoria y en tierras muy lejanas.
Yo también escribo hoy con urgencia. Seré brevísimo. Estoy sobrepasado. Tengo que terminar un reportaje sobre Tokio para la revista Siete Leguas y aún me faltan muchas cosas que ver, palpar y catar en los Emiratos.
Toda mi vida he soñado con equivocarme de país. Es a eso, digo, yo, a lo máximo que puede aspirar un viajero. La apoteosis de un viaje estriba en perderse. Es lo que hizo, sin ir más lejos (o, mejor dicho, yendo muy lejos. Más, imposible) el mítico Marco Polo. Suelo yo decir que el viaje, escenificación del zigzagueo, es la distancia más larga entre dos puntos.
Perderse, sin embargo, no es fácil en estos tiempos, que se parecen a las almejas porque lo son de carril. Llega uno al aeropuerto y, efectivamente, lo encarrilan después de someterlo a mil vejaciones que sólo sirven para violar los derechos humanos. Identificaciones por aquí y por allá. Ocho veces me pidieron el pasaporte en Madrid y Londres el pasado miércoles antes de permitir que mis posaderas encontraran asiento en el avión.
Pues bien: pese a ello, me equivoqué de país. De país, digo. Ya es difícil. Tenía que llegar a Abu Dhabi y, misteriosamente, aparecí en Dubai. Fue fantástico. Nada me gusta más que las situaciones límite.
Nadie me esperaba a la salida del aeropuerto. Era lógico. Lo estaban haciendo, esperarme, en Abu Dhabi. Eran, en el reloj local, las dos de la mañana. No tenía móvil ni mucho dinero en el bolsillo. A mi tarjeta de crédito, como no tardaría en descubrir, le faltaba no sé qué cachivache electrónico. Era española, claro. En España no funciona ni eso. Somos la vergüenza de la humanidad. Me la rechazaban. Ante mí se abría el vacío. ¡Qué sensación tan fantástica! ¡Por fin había conseguido equivocarme de país!
Hakuna matata. Salí del paso. No explicaré cómo. A eso de las tres de la mañana estaba ya acogido a la esplendorosa hospitalidad de un hotelazo de cinco estrellas -no suelo ir a esos sitios- que me costó lo que en España me habría costado uno de tres. Dormí a pierna suelta. Desayuné una manzana. Todo se arregló. Llegué por fin a Abu Dhabi no sin antes aprovechar mi despiste para recorrer Dubai, cosa que habría sido imposible si no me hubiera equivocado de país.
Ya dije: el deber de un viajero consiste en perderse. Hoy tengo la conciencia tranquila.
Esto me está encantando. No me lo esperaba. Hablaré de Dubai y de Abu Dhabi en mi próxima entrega. Dejémoslo en el aire por hoy. Ya he dicho que estoy sobrepasado, pero no estresado. Eso, nunca. Escribo, como Jaime Maestro, que ya murió, con urgencia. Sospecho, sin embargo, que la vida en esta parte del mundo se parece a la de las madreselvas. Corto y paso.
¡Qué bueno!
Hoy aparecimos los primeritos.
Le traigo un saludito y algo más del guajiro Al Dorso Menendez.
Dice así:
En, el 56, algunos se fajaban a machetazo limpio por cazr un jíbaro en Sierra Maestra. Allí, pocos tiros se pegaban.
Aún, la Revolución, arrastra hambre vieja.
Quién, nos los iba a decir a los guajiros, profesor. Con, lo que matamos a puercos pal barbúo.
Pero, otra cosa Dragón, si usted me lo permite.
A, mis oídos, que no orejas, ha llegado que es usted conocido de un inventor cubano.
Ha inventado un nuevo término político:Ñ
El Liberalismo Democrático.
¡Alabado Sea El Santísimo!
Cómo usted invitó a ese profesor de hisrtoria, muy bueno por cierto; pero tan descarado por bno cirto?¿ ¡cojones!
De paso, otra aclaración:
Se suele decir:
-Corta y eleva, y tómate un puleva.
O, si lo que quieres es jeringar un poquito más, largas:
-Corta y rema que viene los ViKingos…
También el patrón de mi bote le manda un punta puies con este recado para sus tres o cuatro lectores, entre ellos, el comemierda del cubanito:
- ya quisiese yo perderme en la esquina que tú, Insigne; y ver pa donde tú, tiras. Seguro, que voy trás tuya, cabrón!!!!!!
-Aborrece el lujo!
Así, que me compro un bote barato. Le regalo mi yate de súoper lujo a mi ex-mujer, mi mansión en Fort Lauderdale qa una de mis queridas. Me compro un bote con peligro de caer a que me coman los tiburones y una caravabna que para echar un polvo tengo que sacar una pata por la ventana. Y, usted se me instala en un hotel de cinco estrellas.
Usted, es un embaucador. ¡Coño9!
Ni sendero de la mano izquierda nii un carajo.
ay, ay, ay. Fernando, viejo sabio.
Un abrazo,
cubanito
Y un poco de cuba aqui:
Mejor dicho:
arribita!!!!!
ay, ay, ay…..
Señor Dragó:
Dice usted que no lee lo que escribimos en el blog. Sinceramente no me lo creo. Nos lee y nos seguirá leyendo, porque no existe más vanidad que saber qué dicen de ti.
Y usted es vanidoso, lo que es positivo, si no fuera porque su vanidad esconde la huida y el poco compromiso. Le veo en Telemadrid con frecuencia y me doy cuenta que a usted de la igual si a España se la lleva un terremoto por delante. No propone recetas, sólo despotrica contra todo. Esa es una actitud fácil, pero debe usted bajar al terreno y construir desde las pequeñas cosas.
Well,
I clearly understand that this bunch of nonsense is under moderation.
Please borra el comentario thas wae ha duplicate y no believe que estoy fucking you mi hermano. I just me equivoqué.
Esto, is spaniglish.
ciao.
¿ Como era el título del libro ese, insigne, que le escribio el “negro”?
” Si habla mal de España es español ” claro…Pues eso
Según dicen, con la crisis Dubai se está convirtiendo en una ciudad fantasma en el desierto. ¡Qué maravilla! no hay esplendor más emocionante que el de las civilizaciones crepusculares.
Saludos
Fernando (vuelvo a pedir tu permiso por tutearte). No sé que pensar del calibre de los comentarios que la gente te cuelga en el Blog ni que haría yo si estuviera en tu lugar.
Si yo fuera tú, por una parte, me sentiría orgulloso de levantar el vuelo de tanta inquina y tanta mala-leche reconcentrada contra mí, simplemente por ser quien soy… “y si habla mal, es que es español”, y por tanto: envidioso.
Por otra parte, sin embargo, me plantearía si responder o no responder: ¿entro o no entro al trapo?
Si entro al trapo tendría que responder a cada energúmeno con la misma munición con que me tiran a mí – cosa que te resultaría fácil -, claro, que esto te ocuparía un tiempo que no merecen. (Aún así, podría ser divertido, darles una manita – o dos – de brocha sin pintura a más de uno, por simple y pura diversión, repito… me parece divertido ver que a los demás les jode simplemente, porque sí, que uno sea como a uno le dé la realísima gana: lo dicho pura, amarillenta y simple envidia).
Cuando entré el otro día en tu Blog esperaba encontrar, leer, más opiniones de gente que te admirase – como yo (ingenuo de mí), y perdóname la vulgaridad y no me mandes “a la mierda…” como la famosa anécdota de F.F. Gómez -; sin embargo, ya veo que no… mucho cabrón aprovecha esta ventana que tienes abierta para soltarte su mierda y su mediocridad por la boca (aprovechando que no censuras sus comentarios, claro; en otros Blogs existen filtros, cribas, tamices, censuras….)
Y bueno, ya termino.
Yo sigo leyéndote con entusiasmo – como mucha gente -, y tus crónicas son siempre, y como poco, mucho más exóticas, originales, refrescantes… que las de otros escritores – la mayoría – más citadinos y sedentarios.
Un saludo individualista y gracias por dejarme participar.
PD: nunca he olvidado unas frases de “El Dorado” que me parecen muy estimulantes: “…anda y sigue viviendo literariamente, que no te saquen de ahí; ¿no es lo que te gusta?”
la hija de los Himalayas espera
Es bien aleccionadora esa sentencia tuya de que “el deber de todo viajero es perderse”. A veces hay que hacerlo también en la vida; uno se resiste a seguir siempre las instrucciones y, desde luego, lo más apetecible está claro que no transita por raíles.
Un abrazo, Fernando. Te sigo más de lo que te comento.
Mierda,espero que lea esto Don Fernando,si va a escribir sobre Tokyo.Sí,ya sé que ha estado pero…suba al Rainbow Bridge por el lado más capitalino,hay un edificio de mantenimiento,con ascensor, a horas matinales,lleve tapones de oídos o algodón, y cruce hasta la bahía de Odaiba. Camine por el inmenso puente,a su alrededor coches y trenes, quizás se cruce con algún operario de mantenimiento, sólo ante la bahía de Tokyo.
Pasee por las inmediaciones del parque de Ueno,,, muchos hombres,cientos,esperando a que el personal de la pequeña furgoneta blanca les preparen la comida…es la vida,la muerte…pero…esa tranquilidad.
Visite el Corte Inglés local de la electrónica, se llama Biccamera…abajo cámaras fotográficas,en la última planta relojes,perfectos los relojes Casio.Cómprese uno joder. Lo regala. Lo importante será la atención al cliente.Pero eso usted ya lo sabe.
A las diez de la mañana abren los pachincos,las bolitas , el juego y eso. A esa hora verá gente haciendo cola para entrar.Las únicas colas de Japón.
Y como prueba final,Shinjuku o Shibuya.Tanta gente a ambos lados del semáforo,jajajajaja, esperando que los coches paren.Y pasar al otro lado sabiendo que ni tan siquiera te rozarás con nadie.
De todos modos,diga lo que diga de Tokyo,la falsa capital,mentirá.