Muerte en la tarde
Así —Death in the afternoon— llamó Hemingway al primero de los dos libros por él dedicados, íntegramente, a la tauromaquia. «¡Qué bien los nombres ponía!», dijo, a cuento de otra cosa, Antonio Machado. Y no cabe, en efecto, mejor título para una obra que trata, como la aludida, del arte del toreo. Seguro que estaba, por cierto, en la biblioteca del periodista adicto al Régimen entonces imperante, Paco Narbona, al que conocí y con el que tuve amistoso trato allá por los 60 en la ciudad del Campo de Marte, modelo arquitectónico, éste, de lo que luego serían las plazas de toros españolas, iberoamericanas y francesas.
Narbona —¿les suena el nombre?— también arrimó su pluma más de una vez, como lo hiciese Hemingway, a la descripción y elogio de lo que, guste o no a nuestros gobernantes, es hoy el más antiguo y, para algunos (yo entre ellos), hermoso espectáculo del mundo.
No parece, sin embargo, que la hija de aquel periodista, y ministra hoy de Medio Ambiente, haya leído a Hemingway ni tampoco a su padre. Aún está a tiempo de hacerlo. Hay edición reciente, en España, publicada por Espasa, de Muerte en la tarde, y supongo que en la biblioteca de la señora Narbona estarán las obras de su padre, acaso, como el arpa de Bécquer, del salón en el ángulo oscuro, silenciosas, cubiertas de polvo y por la heredera del autor olvidadas.
Hojéelas la ministra, rescate a Hemingway —que según confesión propia, prefería cortar una oreja en Las Ventas a recibir el Premio Nobel de Literatura, lo que no le impidió hacerse con éste— o eche un vistazo a los 11 gruesos volúmenes del Cossío, y entérese así de que todo, absolutamente todo lo que los toreros, matadores o no que sean, hacen en la plaza responde al exclusivo propósito de que el toro se ahorme, junte las pezuñas delanteras, humille el testuz, exponga el hoyo de las agujas, acepte el estoque sin escupirlo, caiga genuflexo (o no), se desplome y muera -muera, ministra- de la forma más rápida, más digna y menos cruenta posible.
No se trata, créame, en lo concerniente a esto de ser o no ser aficionado a los toros, pues ambas posturas son de por sí legítimas y ninguna de las dos carece de sólidos argumentos racionales y emocionales en los que buscar punto de apoyo, sino de no ser estúpidos ni ignorantes. Porque tontuna y nesciencia es, señora ministra, rayana en el disparate emocional y racional, pretender que las corridas se celebren sin que en ellas, eliminando el último tercio o convirtiéndolo —arma sin alma— en simulacro de escayola, se ejecute la suerte suprema y redoble en la plaza el sobrecogedor tañido de la muy bien llamada hora de la verdad.
Sería eso idiotez tan insensata, ministra, como la de fabricar un coche en cuya caja de cambios sólo hubiera punto muerto, construir una noria con los cangilones permanentemente vueltos hacia abajo o plantar una escalera en descampado.
Objetos imposibles, ministra, empeños absurdos, pinturas de Magritte, y conste que las aprecio, pero sólo si están colgadas de una pared.
Sí, sí, ya sé que en las corridas portuguesas no se mata el toro, pero aquí, en España, qué le vamos a hacer, no fui yo quien lo decidió, sí que se mata, y desde tiempo inmemorial. El carácter de un país, su personalidad, su identidad, viene dado y expresado por los usos y costumbres, y si éstos no se respetan, o se transforman por trágala y bemoles en parques temáticos, mercadillos medievales y tiendas de todo a 100 para turistas de pantalón corto, la nación se queda en nada.
No se me oculta, señora Narbona, que lo del otro día fue sólo un desliz verbal, una gracieta, una metedura de pata achacable a las burbujillas del champán o al hormigueo de otras bebidas espirituosas tras una francachela mediática con copichuela incluida, y no seré yo, desde luego, que también tengo la lengua muy larga y nunca digo que no a un vaso de buen vino, quien me llame a escándalo por ello ni me convierta para la ocasión en beguina tacañona del Un, dos, tres, responda otra vez, pero las borracheras de las personas privadas pueden hacerse públicas sin desdoro del borracho —recuérdese al sublime Arrabal en mi más célebre y celebrado programa de televisión— mientras que las pítimas de los personajes públicos, y usted, ministra, por su cargo lo es, no deben salir, por el bien de todos, de la esfera de lo privado. El mundo es ansí.
¡Menudo resacón, imagino, el que tuvo usted al día siguiente, cuando vio la portada de este periódico y menuda bronca la que Rubalcaba o el mismísimo Zapatero le habrán echado! Y no es para menos, porque menudo lío, también, el que a partir de sus irreflexivas declaraciones se ha organizado. Es de suponer que ni a sus colegas en el Gobierno ni a los correligionarios de su partido les habrá hecho mucha gracia la posibilidad de perder un porrón de votos en Andalucía, Valencia y Madrid, mayormente, pero también en otros sitios, ahora que se acercan unas elecciones en las que, por no ser generales, sino autonómicas y municipales, los ciudadanos pueden permitirse el lujo de cargar la suerte sobre cuestiones que les parezcan de menor trapío. Sucederá eso, además, allá por mayo, que es cuando se celebra, verbigracia, la Feria de San Isidro. Seguro que Gallardón y Esperanza Aguirre están ahora frotándose las manos a mayor gloria de su incontinencia verbal —la suya de usted, ministra— mientras los señores Simancas y Miguel Qué se las retuercen, nerviosos, y disimulan el rechinar de sus dientes apretando las mandíbulas.
No hay, sin embargo, mal que por bien no venga, y Dios sabe que no lo digo por los dientes ni por las manos de los dos caballeros en cuestión, contra los que nada personal tengo, sino por la venturosa (para mí) posibilidad de que el partido en el que usted milita pierda o no recupere el control de un puñado de alcaldías y gobiernos autonómicos y dejé así de acogotarnos, de asfixiarnos, de poner plomo en las alas de nuestra libertad, de abusar de los poderes que les han sido otorgados por los sucesos de Atocha, de meterse donde no le llaman y de mordisquear y desgarrar la incesante tela de Penélope de nuestros sacrosantos usos y costumbres.
Porque ése es el verdadero problema, ministra, que el chascarrillo sobre los toros esconde. ¿Son ustedes, los socialistas, déspotas donde los haya, conscientes del deterioro que infligen, cuando gobiernan, a la identidad, a la vida cotidiana, a la intrahistoria, que diría Unamuno, del país en el que todos los españoles, hasta hace poco tiempo, creíamos haber nacido? ¿Se dan cuenta de hasta qué punto, disfrazándose como lo hacen los paletos y los nuevos ricos con los ropajes fascistoides de la corrección política y dando por buenas todas y cada una de las cursiladas que la modernidad, oh, nos propone, atentan contra lo que fuimos, lo que somos, lo que seremos y lo que podríamos ser?
Es, ministra, la conjura de los necios. Empezó Felipe, y ya no han parado. Fue entonces, durante el felipismo, cuando se obligó a pasteurizar la horchata convirtiéndola en un jarabe jabonoso, cuando se prohibió la tradicional matanza del cerdo en algunos lugares de Cataluña y se puso coto a la no menos tradicional elaboración de embutidos caseros, cuando se enviaron piquetes de la Guardia Civil a las casas de quienes destilaban orujos en alambiques artesanales, cuando se declaró ilegal —lo que ya es el colmo— la mayonesa que llevase huevo… ¡Pero señores míos! Vaya usted, ministra, al diccionario, busque esa palabra —mayonesa— y descubra, con estupor, que la misma es una «salsa espesa que se hace con yemas de huevo y aceite crudo» y que, por lo tanto, si no lleva huevos, deja de ser mayonesa.
¡Y ahora se nos descuelga usted con la opinión —y quizá, pronto, prohibición— de que los toros de lidia, en vez de morir noblemente en la plaza, lo hagan como vulgares bueyes sin atributos en el lager de los mataderos!
¡Oreja y vuelta al ruedo, señora! Seguimos, como se ve, en lo testicular. La próxima medida, consciente soy de que estoy dando ideas, podría consistir, abundando en lo de la mayonesa y la emasculación del toro bravo, en amputar por las buenas o por las malas lo que los varones, tanto los heterosexuales como los que no lo son, aún llevamos entre los muslos.
No me gusta ser grosero. Perdóneme el chiste, ministra, pero los chuscos casos citados no son gratuitos, ni anecdóticos ni casuales, sino que responden a una estrategia tan totalitaria como astuta que se disfraza de cordero buenista y multiculturalista: la de destruir poco a poco, sin que nadie, a ser posible, se percate de ello, nada menos que la idea de España. Pero tengan ustedes, los socialistas y sus adláteres, cuidado, porque no son invisibles, por más que escondan la mano y sonría Zapatero, ni todos los españoles son tan tontos como creen. Antes o después se les verá el plumero, reaccionará la gente y muchos, entre sus propios seguidores y votantes, les saldrán ranas.
A idéntico propósito —el de extirpar la idea de España— responde la ridiculización de los belenes, la defenestración de los símbolos religiosos, la transformación de los villancicos en bailables de rock duro, la grotesca deconstrucción de la tortilla de patatas (sépanlo o no Ferrán Adriá, sus pinches y sus compinches), la multa impuesta a un horchatero —¡vaya por Dios!— de Barcelona por llamar frutos secos a lo que frutos secos son, quiéralo o no el cordobés Montilla, y otras lindezas semejantes. Las hay a cientos. Rara es la mañana en la que no nos desayunamos con alguna. La última, también del pasado jueves, fue el notición de que los progres italianos habían puesto y compuesto no sé dónde un nacimiento gay dedicado a Zapatero. No he visto las fotos. Mejor así. ¿Serán reinas o reinonas los Reyes Magos? ¿Mirarán los pastores con ojos golositos al Niño que está en la cuna? ¿Qué diantre asomará por las nalgas de la tradicional figura del cagón?
Perdónenme todos —los cristianos y los homosexuales, cuyas reivindicaciones apoyo y he apoyado siempre— la irreverencia de tales preguntas. A nadie quiero ofender. A nadie. Ni siquiera a los miembros del peor Gobierno que los más ancianos del pueblo en el que vivo recuerdan. Son bromas de Navidad. Aceptémoslas con espíritu jocundo. Pero, dejándonos de ellas, ¿a qué ton viene el nacimiento de marras? Tirémoslo al cubo de la basura, como ha hecho no sé qué profesora progre con un belén de los de toda la vida, y no se hable más. Hay gracias que a nadie hacen gracia.
Y puñetera la que tiene ahora, tras el patinazo de la ministra, aquello que al hacer su primer paseíllo gubernamental dijo un buen aficionado, Alfonso Guerra, cuya presencia, tras ver lo que estoy viendo y oír lo que estoy oyendo, añoro y cuya ausencia me aflige. Seguro que el lector sabe a qué me refiero. Aseguró aquel hombre, al que hoy tengo por amigo, que a España, después de la llegada de los socialistas a La Moncloa, no iba a conocerla ni la madre que la parió. A mí, ya ven qué cosas, me gustó conocer y reconocer a mi madre, que en gloria esté, hasta el último minuto del último día de su vida. Pero Alfonso Guerra, profeta sin saberlo en una patria que ya, para muchos, no existe, tenía, por desgracia, razón. ¿Recuperaremos ésta algún día?
De la hora y media que habré visto de toros en toda mi vida, cinco minutos fueron inolvidables. Pasó hará unos seis o siete meses, no sé en qué plaza era ni quién toreaba, sólo que no hacían nada más interesante en la tele. El torero había dejado el capote y, tomando las banderillas, llamaba al toro con esa cara torcida que ponen (dicen) los buenos toreros. El toro asentía, rasgaba el suelo con sus pezuñas, pero no se decidía a atacar. Así una vez, dos veces y a la tercera se empezaron a oír risas en las gradas. Yo no le encontré la gracia. Aquel cruce de miradas e intenciones era portentoso. El torero se acercaba cada vez más y los comentaristas avisaron de que la arrancada del toro iba a ser espléndida. El cuarto intento sería el definitivo. El torero tomó carrerilla, brincó a pocos metros del toro y éste, descargando todo su peso sobre las patas traseras, le acometió con una potencia increíble. El torero, haciendo un amago, se elevó sobre el toro y le plantó las banderillas con belleza tal que hasta se me saltaron un par de lágrimas. Aquello era valentía y aquello era nobleza. El sufrimiento hacía posible su expresión.
“…sino que responden a una estrategia tan totalitaria como astuta que se disfraza de cordero buenista y multiculturalista: la de destruir poco a poco, sin que nadie, a ser posible, se percate de ello, nada menos que la idea de España”.
Totalmente deacuerdo.
Pero, ¿de qué se queja, señor Dragó, ya que somos tan apátridas, no debería importarnos más bien poco la destrucción de España o de cualquier estado moderno construido en base a un fraude, porque fraude son, todas las naciones modernas?
Usted habla de tradición, pero una tradición -y unas tradiciones – que, por muy antiguas que sean, hoy en día ya no es asumida por un considerable porcentage de los ciudadanos españoles. Es difícil perpetuar a España si cada vez hay menos gente que se sienta identificada con esa idea de España que usted defiende.
¿No será mejor crear una nueva idea de España, una en la que todos podamos sentirnos identificados?
Saludos cordiales. Siempre es un placer leerle a usted.
Matar a un animal y hacerlo en nombre del arte y la tradición es lamentable. La historia de la humanidad se remonta a mucho más que unos pocos siglos de barbaridades, y por suerte hemos desterrado gran parte de ellas. Señor Sánchez-Dragó es usted el perfecto espécimen del neolítico, que además intenta impartir y sentar cátedra. Hemingway era un genio, usted no. Le falta un poquitín. De todos modos, ser un genio no le convertiría en infalible. Hemingway no lo fue tampoco: su perfil era el de un depresivo que acabó suicidándose. Ah, y tampoco le pida milagros a la hija de Paco Narbona: ya que está tan pendiente de la genealogía, le puedo chivar que una de las nietas de Hemingway, Margaux, también se suicidó. Una familia de locos, vamos.
No entiendo la falta de respeto de Dragó, le gusta mucho predicar; pero algo de hipócrita es. sinceramente creo que son una minoría quien a favor de los toros está.
Lanzar los presos y esclavos a los leones también era una tradición, ¿Qué es tradición? ¿Qué implica?
Al igual que los pescadores, los toreros se reencarnarán en miseria. Allá vosotros.
Hace tiempo que no leía un articulo tan acertado y con el que sintiera tan identificado. Sinceramente gracias.
Pedro Mileo
Presidente de la Unión de Aficionados “La Puntilla” de Castellón
Enhorabuena, excepcional articulo. Ya esta bien de devaneos socialistas sobre este tema. Primero Clos ahora la Narbona. Que los pongan firmes que para lo que les conviene si que aprietan filas.
Un saludo. Sigue asi.
Ya veo que hoy tocaba levantarse de la cama patriota, pero ¿qué tendrá que ver el culo con las témporas y el belén con la idea de España?
¿Porqué no incluye entre nuestros sacrosantos usos y costumbres mancilladas la muy castiza de fumar incluso en las operaciones a corazón abierto?
Sobre lo de los sucesos de Atocha, mejor correr un tupido velo, candar el pico y tirar la llave a una alcantarilla.
Ah, en el fondo del asunto, el de la muerte del toro, estoy de acuerdo.
Un abrazo.
Desde que escribió La historia mágica de España, no ha vuelto a escribir nada que merezca la pena leer. No veo que una opinión personal de una ministra se tenga que tener en cuenta a la hora de hablar de tauromaquia.
Un poco de respeto también se agradecería, no me gustan sus formas, nadie se merece insultos gratuitos, por muy graciosillos que sean.
Mezclar la tradición con la política para hacer mítines políticos… de pena. En eso mejor haría en no hacer como la ministra. Cada uno a lo suyo.
Mientras haya gente como tu, que a pesar de todo te pones el mundo por montera sin importarle nada mas que lo que piensas cuando lo piensas y si te apetece. Quizas si, volveran las oscuras golondrinas……..porque como sigamos asi, a quien no se le va a conocer es a España, hasta creo que nos van a cambiar el nombre, sera Es-paná.
Un saludo y feliz año 2007, que te traigan un rorro, a ver si te pones a escribir algun cuento infantil. Quiero que mi hija lea desde pequeña algo tuyo.
Joder,y que me voy a tener que manifestar con este,ya lo dije en el otro hilo taurino,se me coje el ternero o vaca,se cuelga testuz abajo,pezuñas amarradas,se le descerrajan 50000 voltios de inocente electricidad,más de la mitad no mueren en el tranquilo acto,se le descerrajan 50000 más,aún hay algunas que colean,se empuña inocente cuchillo de matarife y se raja en canal,(de este tranquilo momento ya no sucede movimiento).Al ecologista que me diga que es para comer me le descojono de risa ipso-facto.Y al débil que me diga la cancioncilla de la dignidad,dos cositas,una se me pone delante de un Victorino,(seguro que no ha visto uno en su vida),con barrera y todo por delante,medimos los huevos-ovarios,antes-después,y si procede comenzamos disertación sobre el valor guerrero.Y dos,se me van poniendo,(los del peta y a mayores quien guste),delante de:los asesinos de esposas,facciones varias de guerras múltiples,millones de muertos por hambre,idem de lienzo el puto sida,etcetcetc.
A veces la forma en la que tratamos a los animales dice mucho de nosotros. Hasta que punto somos capaces de reconocer el dolor el en otro.
No voy a entrar en si cultural, economica o, incluso, estéticamente la tauromaquia tiene justificación.
Simplemente, deseo que no se usen los impuestos de todos para pagar ese espectaculo….. y sobre todo no dar los niños la idea de que la tradición puede justificar todo.
Sr. Dragó cruce el rubicón;ya sé que es mayor para hacerlo.Las corridas de toros es la más cruel de las exhibiciones de la tortura….He oído decir a alguien de mi círculo de amistades,que en cierta ocasión han asistido a este evento llamado la fiesta nacional:”hoy he visto y escuchado llorar al toro;mugía y se lamentaba como implorando perdón;pareciese que ese gritar sólo puediera venir del sufrimiento extremo…”¿Cultura?
Me gustaría que algún día,un torero cometiera apostasía de su “oficio”.Sí,sería una manera de colaborar con la naturaleza y dejar la exhibición de la tortura de un mamífero,como nosotros.Eso podría ser un paso adelante en la colaboración con la naturaleza sin dejar de luchar por la supervivencia.Exhibir la tortura no es necesaria para sobrevivir.Saludos a tod@s.
El Mediterráneo es Toro, Europa fue raptada por Zeus metamorfoseado en Toro; con Toros jugaban Cretenses, y en ruedos se entretenían los romanos.
No hay animal en el mundo que disfrute de mejor vida y mayor admiración que los Toros en España. Morir como mueren es su mejor final, el más poético y honroso, el más heroico y espectacular. Ver una bestia rozar a un Matador supone la más grande de las proezas del hombre, el valor, la entrega y el riesgo. Nunca he ido a los Toros, si los he visto en televisión, no se si iré algún día, pero siento que España guarda una tradición que merece la pena conservar íntegra. Cuanto más la ataquen mayores serán mis ganas de acudir a una corrida.
Un abrazo Fernando! Eres Grande, y Liberal,,, con eso lo digo todo!
Salomón,a veces no,siempre,y al toro hay que tratarlo como lo que es,Un guerrero.
Curiosidad pedestre,¿que impuestos son esos que se dedican a financiar una actividad privada?.
Estimado Fernando:
Soy una joven universitaria de Lugo (Galicia). Dirijo una revista literaria que nació en el ámbito de mi facultad. Ahora hemos decidido lanzarnos a la sociedad entera (nacional e internacional) para servir como vehículo a través del cual todo aquél que quiera pueda canalizar sus productos artísticos.
Los últimos tiempos no han sido sencillos para la revista. Hemos comprobado que la sociedad que se tilda a sí misma de “progre” en realidad no está preparada para asumir muchas realidades. Pese a que la gente lo niegue, lo cierto es que hoy en día existen muchos tabúes y temas intocables. En el último número de nuestra publicación una joven escritora trató de forma irónica el trato que recibe un deficiente mental por aquellos a quienes se dirige. Pretendía, precisamente, denunciar esa situación. Para ello hizo uso de una serie de recursos que posicionaban al narrador en el lugar de aquellos que desprecian a este hombre a diario. Producto de ello resultó una gran polémica, porque todo el mundo interpretó que la autora pretendía ser cruel con los deficientes mentales. Es decir, no captaron la ironía. En cuestión de pocos días la insultaron por la calle, le gritaron y trataron de pegarle. Tacahaban a nuestra asociación de filonazi y tanto nosotros como ella pagamos las consecuencias: nadie quiere financiar nuestra revista.
Con ello, pretendo decirle que tristemente he tenido que darme cuenta de que vivimos en un mundo retrógrado, de mentes cerradas y que si leen la Biblia, serían capaces de interpretar que hace miles de años las serpientes hablaban y se dedicaban a tentar malignamente a las muchachas que habían salido de una costilla humana (porque en ese tiempo era como se hacían los humanos de sexo femenino).
Tras esta serie de acontecimientos, y después de haber sido seguidora suya durante años, se me ha pasado por la cabeza que quizá usted pueda ayudarnos.
No le estoy pidiendo dinero ni que convenza a ninguna autoridad de que se nos ha malinterpretado, sino que nos envé un relato o cualquier texto que a usted le parezca oportuno y tengamos el grandísimo honor de poder publicarlo en nuestra revista.
Le juro que una panda de inexpertos en hermenéutica no va a impedir que este año salga de nuevo, como desde hace diez años, nuestra publicación. Haré todo lo que esté en mis manos por lograr que vuelva a ver la luz.
Sé que una revista universitaria no debe resultar de gran interés para alguien de su importancia, pero no tiene ni idea de lo que significaría para nosotros que decidiese enviarnos algún texto. Si finalmente es así, esta es la dirección a donde puede hacerlo: aevohe@lugo.usc.es.
Ya no lo molesto más. Gracias por haberme dedicado estos minutos.
Se despide atentamente,
Carmen Conde Gaute
La evolución cultural marca la pauta.Dentro de cincuenta o cien años-quizás menos-la sociedad futura vea como reliquia del pasado las corridas de toros.A pesar de los pesares,seguiremos evolucionando.Hace diez mil años era normal el canibalismo,y en el mismo siglo dicinueve,todavía la práctica existía en algunas tribus.Hoy,sólo los enfermos mentales son capaces de hacer tales barbaridades.No,Sr. dragó,no era Hemingway un fuera de serie,lea a Stephen Jay Gould;esa lectura sí que es sobresaliente.«Somos la última gota, de la última ola, del inmenso océano cósmico».¡Eso es literatura y ciencia!Unir ambas cosas no es nada fácil.Tal vez sería bueno recordar un encabezamiento de la proclama remitida a Pedro IV el Ceremonioso:”Nos que somos tanto como vos,y todos juntos más que vos…”.Y otra cita milenaria más:”No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición[]…Creed únicamente en lo que vosotros mismos habéis experimentado,verificado y aceptado después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia”.Buenas noches…y repito la primera frase:la evolución marca la pauta…Saludos.
Perdón por el lapsus,quise decir Sr. Dragó…Seguiré debatiendo.
Arriba la Tauromaquia, jipis de mierda!!
Heil Dragró!!
Leí este artículo en El Mundo. Me gustó tanto que lo recorté; y aun lo conservo.
Los toros -nuestros Toros- no merecen el maltrato al que les está cometiendo la actual clase dirigente.
Soy amante de la Tauromaquia, por española y por lo que representa. Los Toros. Eso sí, se echa de menos una vuelta a los verdaderos, aquellos en los que el hombre se jugaba la vida ante un Toro, Guerrero, entero, sin apaños ni trampas, sin heridas ni manipulaciones.
Señor Dragó, enhorabuena. Por este artículo y por “Muertes Paralelas”, que ahora estoy terminando.
life in the afternoon,ya sé que no es la traducción perfecta;traúzcalo usted,el inglés no es su fuerte,el mío tampoco,la vida es lo antagónico de la muerte…estamos más cerca de la literatura que de la verdad,la”verdad” con mayúsculas,¿ o no ?
Saludos,Fernando.
Evidentemente,quise decir tradúzcalo;la rapidez es la enemiga de la precisión…Perdón,pero es difícil escribir con mis hijos en el día de Reyes.
Kchorro dijo:
“Salomón,a veces no,siempre,y al toro hay que tratarlo como lo que es,Un guerrero.”
Creo que el toro preferiría ser un guerrero vivo.
Qué raro que a estas alturas no haya salido ningún defensor de la tradición de tirar a una cabra por el campanario del pueblo…
En cuanto a la matanza del cerdo, deberíamos pensar en el origen de esta costumbre: mato al cerdo y me lo como (a ser posible delante de todos) para que vean que no soy judío, porque si lo soy la inquisición me mata a mí. ¡Bonita tradición la de quemar a la gente viva! ¡Menos mal que en este blog todavía nadie la ha reivindicado!
¿O qué os parece esto otro que he copiado de una web?
“En las Hurdes actualmente se siguen “corriendo los gallos”. Con frecuencia son los protagonistas los quintos. Se realizan los martes de carnaval. Van montado en caballerías, que antes ataviaban con pañuelos en las orejas, vistosas colchas sobre las monturas, lazos en la cola y en las crines.. Actualmente entran en el rito burros y mulos. Existen dos modalidades: En los pueblos de las Hurdes septentrionales, hay que arrancar la cabeza al gallo con la mano. En el resto de la zona, se decapita al gallo con una espada o cachiporra de madera. Otra modalidad es la “Pita ciega”, y que se lleva a cabo el miércoles de ceniza, se entierra el gallo hasta la cabeza, y un quinto con los ojos vendados y totalmente desorientado, tiene que acertar con la cabeza del ave. Los gallos son guisados y comidos en una taberna o casa particular, antes solo participaban los quintos salientes y entrantes y los padres de los últimos.”
¿Creéis necesario mantener tradiciones como éstas? Al cuerno con la identidad nacional (que por cierto, se está perdiendo, y no precisamente por renunciar a cosas como éstas)
Cuando me paro a pensar hasta qué extremos llega la crueldad humana se me van las ganas de sonreir durante un tiempo.
Pues sí, voy a contaros lo que he hecho.Hoy he buscado un gato, he cogido uno que he visto por mi calle, lo he tenido encerrado a oscuras en una habitación durante un tiempo, para cabrearlo. Al rato, lo he sacado a un patio interior que tengo, para que no pudiese escapar y ha estado correteando por el patio un buen rato. Yo lo dejaba, para que se cansara y no diera mucho el coñazo. Como veía que tenía más reflejos,más habilidad…vamos, que iba para largo, le he empezadoa clavar unas agujas de éstas de coser…a ver si las heridas conseguían pausarlo. El caso es que sí, se ha empezado a cansar, está claro que esas heridas en el lomo y esa sangre cansan a cualquiera, así que antes de que muriera y cuando he visto que su agonía era la justa como para no enterarse de quién estaba cerca, he cogido un hierro afilado y ¡ZAS!, he acabado con su vida, atravesándolo. Me siento muy orgulloso, me he divertido mucho. Antes de que me llaméis de todo, por favor leed: Si cambias gato por toro, en vez de un hijo de puta maltratador de animales sin sentimientosni escrúpulos, ¿que sería? ¿un maestro?;¿me sacarías a hombros?
Dejos dos direcciones web. La primera es un video que relata lo escrito arriba. La segunda, en mi opinion muy interesante, explica las atrocidades que se cometen en ese acto despreciable.
Un Saludo
“Me enorgullezco de no haber figurado nunca, entre la clientela especial de las corridas de toros.” Ramón y Cajal.
“La Fiesta Nacional, es la exhaltación máxima de la agresividad humana.” Dr. Félix Rodríguez de la Fuente.
“Siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros.” Miguel de Unamuno.
Por un fallo olvide poner las direcciones de las webs. Son las siguientes:
http://www.youtube.com/watch?v=SbPDoWx8as4
http://www.gerardrodriguez.org/antitauromaquia/
Disculpar este error
Un saludo
Di que sí! es una tradición y no debe perderse …
Igual que el burka, el ojo por ojo, la esclavitud en el cafè …
Gracias,”Uno de tantos”,por tan buena ilustración;cada
vez somos más los que rechazamos:abiertamente,sin tapujos,”a puerta gayola”,la exhibición de la tortura por antonomasia(la más conocida y pública).Un dato importante–aunque las mayorías no siempre tienen la razón,sólo hay que mirar al pasado para constatarlo–el setenta y cinco por ciento de la población no ve con buenos ojos las corridas de toros;¡ahí es nada!
Saludos a tod@s.
Hola a todos. Jose Manuel, me alegro que te guste la ilustración, pero quiero decir que yo no he creado nada, lo vi y me limite a copiarlo porque me impacto. Da las gracias al que lo creara(yo se las doy jeje)!!
Un saludo
Sr Dragó, es necesario que reconozca que apelar ciegamente a la tradición no tiene valor como argumento. ¿No evolucionan las sociedades? ¿No lo hacen sus tradiciones? ¿No se alteran unas y desaparecen otras? Si a usted le gusta ver cómo matan a un toro deberá justificarlo con algún argumento que vaya más allá de decir que “siempre se ha hecho así”.
La ciencia debe ocuparse de todo lo que concierne al ser humano,pues sólo ella nos puede hacer traspasar la barrera del pensamiento mágico-religioso(entiéndase dogmático), al pensamiento racional.Verbigracia: En nuestro país siguen maltratando animales para que unos pocos se hagan ricos.No culpo directamente a nadie,es la tradición… Esto me recuerda una anécdota, un experimento en el cual se metía unos chimpacés en una jaula(Gaia),con una escalera y un plátano en el último de sus peldaños.El primer primate que subió los peldaños,para conseguir el plátano;de repente:¡les obsequiaron a todos con un chorro de agua desde fuera! Por el investigador.Sus congéneres observaban atónitos el acontecimiento,pero, después de un cierto tiempo, otro mono hambriento intentó repetir la hazaña con los mismos resultados;así hasta que el último mono-valga la frase hecha-,ensayó una nueva intentona,esta vez el primado,el primero en la jerarquía, se interpuso en su camino,los otros le siguieron, y él desistió… Cambiaron al primerizo por otro consanguíneo,pero un poco más inteligente,era homo habilis. Fue el primero que cogió un palo e intentó darle al plátano,!no lo alcanzó¡ Subió por el primer escalón,pero recibió otro chorro de agua al igual que sus congéneres. Conmutó a otro más talentudo y perspicaz, a otro del mismo origen era:homo ergaster,éste añadió otro trozo de madera al palo dejado por homo habilis…De nuevo fracasó. Se sucedieron las substituciones: homo erectus,homo sapiens neardenthalensis y homo sapiens sapiens(cro-magnon);él,comprendió,por fin,a través de la tradición oral y escrita que debía subir por los peldaños¡No había atajos! Sus coetáneos se interponían en la escalera… él les preguntaba el porqué, ellos respondían: no lo sabemos,pero aquí siempre se ha hecho así…En ésto estamos.Qizás necesitemos de un cerebro global para conseguir el primer plátano. investigador=universo(nota de J. M).
De acuerdo con todo lo que ha dicho Artemisa. La tiranía que puede acecharnos, no se cobija exclusivamente bajo el que posee el poder. Hoy en día, somos nosotros mismos los que nos la autoimponemos, haciendo uso de lo políticamente correcto y el cada vez más extendido “pensamiento Alicia” (Gustavo Bueno dixit)
Mi total adhesión a las opiniones del señor Sáchez Dragó
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Este señor, Sánchez Dragó, del que no espero ni que lea su propio blog, es simplemente un degenerado, un degenerado que perdió los escrúpulos por menos de lo que cuesta el material con el que se fabrica el billete de menor valor, es un degenarado que cuesta lo mismo que el sobre donde se alojaba la invitación al banquete de las alimañas. Un degenerado que insulta y mesosprecia, por ejemplo, a los extranjeros (que son pobres, claro)y que después lo maquilla de dudosa literatura.
Como es posible que se permita el lujo de hablar de un muerto de esa manera, quién es él para hablar así de un artista cuya vida fue dedicada en pleno a crear y ofrecer a los demás. Aunque Michael Jackson hubiera vivido mil años jamás hubiera escrito ni dicho media frase de nadie como las que este señor le dedicó en su columna de El Mundo.Él nunca faltó a nadie y como cualquier persona se merece un respeto, también se la merece la gente que le admira y le admirará.
Por favor, vuelva a los bajos de los despachos que le mantienen moribundo, deje de engañar a la gente firmando obras que parecen no ser suyas y eyacule para fuera que es más sano… Michael Jackson fue, es y será el más grande los artistas musicales y usted sólo es un accidente que vendería a su madre por una buena posición.
¡Qué pena que muera tanta gente buena y tanto despreciable se haga mayor¡¡¡
El camino del corazón y la prueba del laberinto ( para mí sus mejores libros) no saben de tradición y sí de descubrimiento!…saben del individualismo anárquico y de la apatria del alma humana, aventura de los grandes hombres que caminaron por los senderos del espíritu y la libertad del pensamiento y no de la crítica pólitica y del partidismo de filas en las que pertenecer o nó… en la que tanto te sumerjes.
Su amor por los gatos contrasta con su indiferencia por el sufrimiento de los toros… a que viene tanta contradicción aunque se tenga el derecho!
Al que a hierro- en este caso al que a estoque mata a hierro termina! con puyazo o sin él. y el que rabo corta…el rabo le será cortado.
Enteógemos(?) todos los conceptos. Me ofrezco para compartir un viaje con usted, ya que para mí sería un honor tal iniciación,es por la única puerta por la que salir a hombros de verdad! después regrese a como deberían ser las cosas en la España ruin y de pandereta y en la otra, yo ya he renunciado.
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[...] Picasso y Édouard Manet le dieron gran protagonismo en sus carreras y Hemingway a exaltarla en Death In The Afternoon, The Sun Also Rises y The Dangerous Summer. El arte alrededor de la tauromaquia es [...]
Me encanta, no es nada facil encontrar una informacion tan clara y buena en internet… ya tienes una fan.