A quienes son víctimas del pecado capital de España
Tranquilícense los envidiosos y aquellos que piensan que con Diario de la Noche me forro. Es, justamente, lo contrario. Trabajo como una mula de El tesoro de Sierra Madre, me pagan fatal y, haciéndolo, pierdo bastante dinero. De todos modos, y además, no lo voy a hacer durante mucho tiempo, así que los envidiosos tienen dos buenos motivos para dejar de serlo.
