DRAGOLANDIA: Nobelerías

Escrito con be de burro y de premio Nobel.

Viernes: once de la mañana. Recibo correos y telefonazos. Los hilvana un denominador común: el de la estupefacción. Yo me digo “no puede ser” y les digo: será una inocentada.

No lo era. Sí pudo ser. Ya tenemos al tontito de Obama aposentado en la lista de esos señores de la guerra, apóstoles de la impostura y banderines de enganche de la demagogia mediática que tan del gusto son de quienes reparten la sopa boba del Nobel de la Paz.

¡Idiota de mí! Pero sí era lógico. ¿Cómo no iban a premiar a Obama después de haber premiado a gentes como Roosevelt, Kissinger, Beguin, Peres, Arafat, Rabin, Esquivel, Carter y la Menchú?

Todos ellos, y algún otro, como Al Gore, que a punto estuvo de incorporarse a la lista, forman parte de la historia universal de la infamia.

Es costumbre conceder a los políticos estadounidenses el beneficio de cien días de confianza a ciegas. Más de doscientos cincuenta lleva en el cargo Obama y lo mejor que de él puede decirse, hasta ahora, es que no ha dado una sola puntada con hilo. Ni Guantánamo, ni Cuba, ni sanidad, ni salida de la crisis, ni lucha contra el paro, ni paz en el Próximo Oriente, ni retirada de las fuerzas de ocupación de Afganistán, ni…

¿Vendedor de humo? No. Vendedor de mentiras.

Obama, pese a todo, pasará, será una anécdota fugaz en los remolinos de la historia, pero los animales humanos seguirán siendo pececillos de colores siempre dispuestos a tragarse el anzuelo de la agitación y propaganda.

¿Por qué no se preguntan sus infinitos admiradores cómo y gracias a qué llegó a ese individuo al trono de la Casa Blanca? ¿Por qué no se informan? ¿Por qué no se acogen a las razones de la cabeza en vez de bailar al son del pandero de la sensiblería astutamente orquestada por los de siempre?

Obama está donde está porque así lo han querido y decidido los oligarcas, las multinacionales, los banqueros, los magnates de la energía, los portavoces en la sombra del gobierno mundial y demás ralea. Vale decir: quienes disponen del dinero suficiente para montar la más gigantesca campaña mediática que la historia ha conocido. Goebbels, a su lado, era un aprendiz.

El Nobel de la Paz -¡de la paz!- es sólo otra vuelta de tuerca. Nos queda el consuelo de saber que ya no le darán el Príncipe de Asturias. Y a lo peor, ni eso, porque Cela recibió el Planeta después de hacer el ridículo en Estocolmo. Yo lo vi. Me había ido con él. No hablo de oídas.

Por cierto: ¿quién diablos es esa señora a la que los suecos, siempre tan raritos, han regalado el Nobel de Literatura?

Si Obama tuviese la décima parte de la honradez de la que presume, rechazaría el premio o donaría su importe a la General Motors, única criatura que hasta ahora ha socorrido.

No lo hará. Su señora no se lo consentiría. Todo es bueno para el convento.

Publicado en: ...el 06 Enero 2010 @ 05:04 Comentarios (6)

6 comentarios

  1. A 09 Enero 2010 @ 20:01 Tristan Bantham dijo:

    Apreciado Don Fernando:

    No puedo dejar de agradecerle sus siempre frescos, irónicos y castellanamente pulcros comentarios. Los cuales constituyen un oasis inmerso en la cacofónica y escatológica común oferta mediática.

    Afectuosamente,

    Tristan

  2. A 13 Enero 2010 @ 11:39 Gabriel Incertis dijo:

    Será cosa de los tiempos: Nóbeles de la Paz para Señores de la Guerra… el anterior Jefe del Mundo no estaba exento de contradicciones: talar bosques para acabar con los incendios forestales.
    Fernando, me alegro muchísimo de haberme topado con tu blog. Hace años leía tus libros pero te perdí la pista.

  3. A 13 Enero 2010 @ 19:43 Angus dijo:

    Es un honor que Gandhi nunca lo recibiera. El propio Hitler fue nominado a él. ¡ Pronto!, propongo el Nobel de literatura para Belén Esteban.

  4. A 19 Enero 2010 @ 19:34 Cristina Antão Ferreira dijo:

    Carísimo Maestro,

    espero no vivir lo suficiente para ver entregarselo a Bin Laden.

    Saludos de “desencanto”

    Cristina

  5. A 20 Enero 2010 @ 16:12 ddaa dijo:

    “¿Por qué no se preguntan sus infinitos admiradores cómo y gracias a qué llegó a ese individuo al trono de la Casa Blanca?”

    Gracias al hartazgo y la irritación del electorado por los dos mandatos de Bush, quien robó las elecciones con un pucherazo descaradísmo y metió al país en dos guerras coloniales. Supongo que FSD escribiría algún artículo al respecto.

  6. A 28 Enero 2010 @ 21:09 marisa dijo:

    me gusta mucho los domingo en onda cero los comentarios que hace, no tanto puedo decir de isabel, se le ve que es una porsana culta y preparada. Marisa