EL LOBO FEROZ: Gorrones sin fronteras

Puente largo. Remoloneo en la cama. La tele dice que los misioneros sin crucifijo, pero con chalecos de coronel Tapioca, secuestrados en Mauritania siguen en paradero desconocido. Mi mujer, que es japonesa, exclama: ¡Menudo chollo! Los españoles pagáis al contado y, encima, convertís en héroes a esos pijos. Razón lleva. Pijos, caraduras, gilipollas y gorrones, añado. ¿Acción solidaria? No. Acción mamaria (de mamoneo). Lo de esa gubernamentalísima organización no gubernamental es como para clamar al cielo en el que sus frailes no creen. Pijos, porque basta verlos, saber quiénes son sus papis y pasar lista a los enchufes de los que viven. Caraduras, porque jeta de granito hay que tener para asegurar que es la misericordia -solidaridad, la llaman. Jerga progre- lo que los mueve. ¡Oh, cuánto sacrificio! ¡Qué entereza de ánimo la que los lleva a arrostrar las penalidades del turismo de aventura! Gilipollas, porque lo es en grado sumo todo el que piense que con unos cuantos camiones cargados de alubias, chocolatinas y preservativos va a sacar de apuros a millones de personas gobernadas por sinvergüenzas. Son éstos quienes se quedan con el cepillo. Y aunque así no fuese, ¿no sería más lógico cargar la ayuda en un mercante y entregarla en los puertos de destino a cualquier institución solvente (si existiera, lo que es dudoso) o depositarla en las huchas del Domund? Tres cuartas partes, como mínimo, del dinero recaudado por las oenegés laicas van a parar al pozo de los gastos de gestión y al sumidero de la corrupción. Añadan a eso los del viajecito de treinta y tantas personas -¡treinta y tantas!- enviadas desde Cataluña, a todo tren, a tan lejanos parajes y echen cuentas. ¿Es que no hay aquí pobres sin intermediarios a la vuelta de cualquier esquina? Y si el donante los prefiere de raza negra o circuncisos y con chilaba por mor del exotismo, no han de faltarle. En cuanto a lo de gorrones… Yo también me pongo a veces ridículos chalecos de coronel Tapioca, pero los pago de mi bolsillo. Si cruzo el Sáhara para revolcarme en las dunas y me descalabro o me voy al Índico a pescar atunes y doy en hueso, es sólo asunto mío o de los míos. ¡Ojalá los chupópteros sin fronteras regresen ilesos a sus camitas, pero confío en que lo sucedido sirva de escarmiento a esos tontainas y a quienes les consienten los caprichos! ¡Qué buenos son los politicastros mendicantes que nos llevan de excursión! Nunca viene mal una colleja propinada en el momento justo.

Publicado en: ...el 23 Febrero 2010 @ 01:49 Comentarios (3)

3 comentarios

  1. A 24 Febrero 2010 @ 17:55 Manuel dijo:

    … ¿y quién pagará los rescates de estos gilipollas, chupópteros, buscadores de aventuritas? Nuestros bolsillos, Fernando, nuestros bolsillos …

  2. A 27 Febrero 2010 @ 01:18 Trigolimpio dijo:

    Buen Dragó,
    aquí en Alemania no se ha comunicado en noticiero alguno eso del secuestros de españolitos jugando a ser misioneros y yo escucho las noticias con mucha frecuencia y en emisoras de calidad …y SIN anuncios!
    Al parecer este secuestro no les parece muy interesante.

    Disfrutad del mar y de cielos antárticos !!!

    Saludos insómnicos y nostálgicos
    Trigolimpio

  3. A 30 Agosto 2010 @ 23:57 Diego dijo:

    Cuando en la televisión y radio escuché las alusiones a su escrito, la verdad es que me parecieron de muy mal gusto sus expresiones. En aquel momento debí de haberlo leído directamente y no fiarme de terceras personas. Sus calificaciones ahora creo que se quedan cortas, pues lo que hemos visto es tan surrealista que toda descripción que se haga no se ajustará a la realidad: ver cómo el propio secuestrador les transportaba en jeep entre risas y miradas cómplices me hizo acordarme de su expresión Acción mamaria. Esto es lo que precisamente es. Nos han tomado por imbéciles. Y lo más preocupante es que sólo unos pocos elevan el grito al cielo. Enhorabuena por no callar lo que tantos no se atreven a decir en público o ignoran a propósito. Le leeré más a menudo.

    Saludos desde Murcia.