EL LOBO FEROZ: Hermano toro
(Epístola moral dirigida a quienes mañana, miércoles, en Cataluña, prohibirán o no lo que ustedes saben).
Así -fratello-lo habría llamado Francisco de Asís. Así lo llamo yo.
Alguien, en nombre del amor a los animales, el anima mundi, el buen corazón y el sentido común, tendría que poner freno a la campaña de quienes odian a los toros tanto como para desear su muerte.
¿Cómo es posible que haya gente tan malvada, tan insensible y tan inmisericorde?
Pues la hay, y son, según las encuestas, muchos. Dos de cada tres españoles -dicen- militan en la tropa de quienes quieren condenar a los toros a la pena capital.
Puede ser que esa proporción esté maquiavélicamente inflada por los agitadores del movimiento tauricida infiltrados en los medios de información y en los institutos de opinión, pero aún así…
Existe también una quinta columna, llegada de fuera, que organiza griteríos callejeros de apoyo a la hecatombe y recaba la colaboración de organismos internacionales que desprecian cuanto ignoran.
¿Qué hacen los políticos? ¿Por qué no atajan la conjura? ¿Por qué consienten o, incluso, en determinadas regiones del país, alientan y financian con dinero público a los tauricidas? ¿No tienen nada que decir al respecto la Sociedad Protectora de Animales y otros grupos afines? ¿Y los jueces? ¿Acaso no existe, tipificado ya en el código penal, el delito de ecocidio?
El último uro murió en los bosques de Polonia a mediados de los años treinta del siglo anterior a éste. Carecía de utilidad doméstica. Su conservación era demasiado onerosa para la sociedad.
¿Debemos permitir que el toro bravo, descendiente del uro y animal de extraordinaria belleza y nobleza, pero imposible de domesticar y de explotar, como su antecesor zoológico, y de carísimo mantenimiento, corra la misma suerte?
Con él, de paso, desparecería el prodigioso ecosistema -las dehesas, santuario del agua, el viento, el bosque, el matorral, la hierba, las aves, los insectos y buena parte de cuanto natura ha creado- donde el toro de lidia vive, mejor de como lo hace cualquier otro animal, hasta que le llega la hora de rendir el alma.
¿El alma? Sí, porque estoy convencido de que la tiene.
Reaccionemos, por favor, antes de que sea demasiado tarde. Salgamos a la calle. Recojamos firmas. Acudamos a los tribunales. Paremos los pies a los antitaurinos. Si la corrida desaparece, el hermano toro se extinguirá.
Nunca me han interesado los toros. Alguna vez he cazado con un tío que por desgracia murió joven (sí, ya sé que según usted y Stevenson todo el mundo muere joven pero mi tío aun podría estar dando guerra) siempre pensando en comernos lo que matábamos. Como aspirante a cazador que admira al que domina dicha actividad, admiro lo que un torero es capaz de hacer con un toro, aunque no me gusta que la gente de alrededor lo esté viendo, cosas mías, una cosa es que yo mate, y domine una técnica con un fin legítimo, comer (sí, ya sé que no necesito cazar para comer) y otra cosa es observar con placer cómo muere un animal. No obstante respecto al antitaurinismo propongo las siguientes reflexiones: los que están en contra de los toros ¿comen carne? porque yo he visto perplejo personas que llaman asesinos a los que van a la matanza de un cerdo y luego se ponen moraos a comer jamón; la coherencia suele ser un bien preciado y escaso. Respecto a Cataluña y los toros ¿vamos a ser tan ingenuos como para creer que no hay detrás intereses nacionalistas? si algo le gusta a un separatista vasco o catalán cuando habla de su tierra es decir “esto es una cosa de aquí”, y les toca los cojones que en su tierra esté instalada la fiesta española, si les preocupara de verdad el animal, empezarían por prohibir los encierros cutres y crueles en los que participan borrachos y cafres con el arte y la elegancia de una mierda pinchada en un palo. En un mundo como el nuestro, en el que los espacios naturales peligran por la proliferación de campos de concentración humanos (urbanizaciones) acabar con los toros, que dan una utilidad económica a la existencia de dehesas, es una barbaridad. Quien sienta pena por lo que le pasa al toro, que puedo comprenderlo, que lo vea desde un punto de vista útil, necesitamos la supervivencia de los espacios naturales, y para eso, vale la pena que mueran algunos toros. Mueren más animales por nuestras autovías, nuestros aviones y nuestros aires acondicionados y seguro que a esas cosas y a muchas más, no vamos a renunciar por muchos animales que tengan que morir.
Si la corrida desaparece, no sólo desaparece el toro, sino que también desaparece un buen trozo de lo que es ser español. Uno más de los derrumbes que sufre la identidad nacional, ya llena de desconchones. Aquí, y más que en Francia, también va urgiendo un debate sobre nuestra identidad. Me temo, sin embargo, que no hay político español dentro de sus políticos cabales dispuesto al debate. Como tampoco va a sacar el tema de los toros. Despídete Fernando. Al político español le faltan esos dos redondos atributos que precisamente caracterizan al toro.
Me parece que una de las razones por las que nos encontramos en la triste situación actual, es precisamente porque, intelectualmente, no se ha cogido el toro por los cuernos. El significado profundo del toreo está por explicar al español. Somos los españoles una vorágine de sentimientos, de pasión y de arrojo, pero no acertamos a poner palabras a la realidad. Eso es precisamente lo que nos hace falta ahora: argumentos y razones sólidas para embestir los lloriqueos infantiles de los antitaurinos. Murió desgraciadamente Ortega y Gasset dejando solo unos breves apuntes sobre el toreo, y nunca llegó su prometido libro. Desconozco si ha llegado otro que haya podido rematar esta labor con éxito, pero hoy por hoy, no hay nada que haya calado en la opinión pública.
Para ganar este debate hemos de dejarnos de usar razones basadas en creencias sin ninguna base sólida. No existe ninguna prueba de que el toro ibérico descienda del uro, como el hombre no desciende del mono, sino de una antepasado común. Lo único que hay es una postal de un uro que se parece un toro. Los estudios genéticos que han comparado diferentes razas bovinas en el mundo y ADN de fósiles de uro no apoyan la hipótesis. Poco romántico, pero es lo que hay. Otros sostienen además que el toreo es un rito relicto, descendiente de las hecatombes de la antigüedad. Ángel Álvarez de Miranda, que se ocupo muy seriamente de indagar sobre el tema, dice que también esto es muy poco probable. El toreo no es un rito arcaico con un animal primigenio, ni necesita serlo para que tenga que ser conservado y disfrutado en la sociedad de hoy.
¿Qué nos queda? El argumento de la conservación de las dehesas por su valor ecológico. Desconozco que parte de las dehesas ibéricas crían ganadería brava y si el argumento tiene posibilidades colar. Al final y al cabo, en un debate entre taurinos y antitaurinos el que se lleve el gato al agua, será el que se gane a la opinión pública. El político ibérico, siendo demagógico por naturaleza, dirá lo que diga el pueblo. El argumento de las dehesas tiene dos problemas. Uno es que los asuntos de ecología se la trae bastante floja a la plebe; el otro es que el taurino nunca ha lidiado bien en la arena del debate ecológico. Es más, la plebe cree precisamente que los que más hacen por la ecología (horrible la palabra y su uso) son precisamente los antitaurinos, las mal llamadas protectoras de animales y otras mediasnenas con coleta.
Primero tenemos que convencernos a nosotros mismos de que es el toreo. Pero convencernos con ideas, el corazón ya le tenemos ganado. Es como cuando estás enamorado y no sabes decir el porqué, se lo explicas a tu mejor amigo y te dice que no entiende como te ha podio ir a gustar la más fea. Yo sé que es muy difícil, que el tema es peliagudo, que a lo mejor es misión imposible. No pertenece a la naturaleza del toreo el ser explicado, hay que vivirlo. Tampoco es el aficionado al toro de carácter proselitista.
Creo haberte oído decir una vez que cada uno tiene una interpretación personal de la lidia. Hasta ahora, estas son las únicas razones en las que los taurinos creemos de verdad y con las que existe una posibilidad de ganar el debate. El toreo es el único espectáculo donde se ve un atisbo vida. Sin velos, ni vidrios de por medio. Se ve la vida-muerte. Por eso es un espectáculo decadente en una sociedad que frente a la muerte vuelve la mirada. La verdadera tragedia es la falta de relación entre el hombre de hoy y el animal; la que lleva a un niño de hoy (antitaurinos incluidos) a comerse aun huevo o un filete y a no saber de donde viene; la de no saber que vivimos porque comemos vida.
¿Pero como explicas todo esto al prójimo? Unos pocos como tú, que pueden esgrimir la pluma con arte y a antojo. Ánimo maestro.
Querido Ignacio, no lo has podido exponer mejor. FELICITACIONES !!!
Yo que vivo en un país (Alemania) antitaurino como muchos otros, te diré que he gastado mucha saliva y muchos bríos defendiendo la fiesta taurina, la AUTÉNTICA, y no la de las vaquillas de Lloret de Mar, por poner un ejemplo.
El toro sería pieza de museo de no existir el Toreo.
Además, si se trata del toro de lidia, qué animal puede jactarse de vivir una vida tan NATURAL, tan sana y tan idílica.
Por qué no se tematiza el cierre de los Zoos o la prohibición de espectáculos de animales en todos los circos del mundo ???
Mi hija, ya de pequeña, era una enamorada de los animales, pero de los más salvajes, (esto lo fomentaría yo misma viendo con ella, horas enteras, vídeos de “La fauna ibérica” del excelente Félix Rodríguez de la Fuente) y por esta razón, y por vivir en una ciudad grande, la llevaba al zoo regularmente, aunque a mí el zoo me angustiaba.
Un día, después de una de nuestras visitas zoológicas, mi hija dibujó un puma: NUESTRO PUMA, pues es al animal que íbamos a ver con más frecuencia y más pena. Y con resignación más que con alegría. Bien, pues, ese día, mi hija, que dibujaba ya de muy pequeña maravillosamente, dibujó lo siguiente: Un puma, NUESTRO PUMA DEL ALMA, detrás de los barrotes de su pequeña jaula nos miraba con lágrimas en sus tristísimos ojos. Y las lágrimas goteaban y goteaban hasta caer fuera de los barrotes.
A mí este dibujo me impresionó. Mi hija no tenía más que cuatro años y medio, cuando lo hizo. Dibujo que naturalmente conservo.
Yo no conocía entonces el poema de Rilke: “La pantera”, y cuando lo leí por primera vez, años más tarde, tuve que pensar inmediatamente en el dibujo de mi pequeña hija. Y a mí también se me saltaron las lágrimas en ese momento. NO QUISE REPRIMIR ESA FUERTE EMOCIÓN.
Puede una civilización que permite tales atrocidades, como es meter animales tan salvajes y tan libres, pumas, tigres, águilas, osos, en las vergonzosas jaulas de un zoo. Esto es una violación a la Naturaleza. Una barbaridad. Una falta de respeto hacia la vida SALVAJE. No todos los animales son gallináceas o perritos con chalequitos e impermeables.
Cómo se puede ser tan cínicos en nuestra pestilente y “civilizada” sociedad.
Y dónde están las protestas para prohibir tales aberraciones.
Dónde ???!!!
Catalanes, por qué no protestáis también por estas salvajadas, si os sentís taaaan evolucionados ???
Ya te dije, Ignacio, que llevo muchos años gastando mis energías, con argumentos como los que acabo de mencionar, ante gente que se cree sensible, refinada, culta y tremendamente civilizada.
El mundo es una farsa de hipócritas y cínicos.
Vivimos en un mundo DECADENTE.
Abrazos desde Berlinfrío
Trigolimpio
Reaccione, Sr. Dragó, vaya usted a un sicólogo.
Que poca verguenza! ¿Sólo puede sobrevivir lo que es negocio y/o sirve para el regocijo de los crueles? Que la “fiesta” desaparezca no implica que desaparezcan los toros. Supongo que lo siguiente será empezar a organizar corridas de linces, para que no desaparezcan, ¿no?
Los linces también carecen de utilidad doméstica y su conservación es onerosa para la sociedad, pero sin embargo, se emplean esfuerzo y dinero en su conservación. Pretender que los antitaurinos lo que buscamos es la desaparición de los espacios naturales es una barbaridad.
Lo mismo que decir que en Cataluña sólo están en contra de las corridas de toros los separatistas. Creo, señor cazador, que es una teoría demasiado simplista. Habrá separatistas, gentes de izquierda, de derechas, jóvenes y viejos. Tampoco es gente venida de fuera de nuestras fronteras como dice el señor Sanchez Dragó.
Somos de aquí, mal que les pese a ustedes. No queremos el maltrato animal en ninguna de sus formas, y menos como espectáculo y regocijo de las masas.
Trigolimpio: Muchas gracias por tus palabras y por la historia de tu hija, seguro que es una niña estupenda. Sí, este mundo es absurdo, dependemos de muchas cosas que destruyen la naturaleza, pero ponemos el grito en el cielo por los toros que, repito, nunca me han interesado. Qué le vamos a hacer. Un abrazo.
David CB: Sí, en este mundo solo sobrevive lo que es negocio. No digo esto porque me guste la idea, es porque es así, si no lo sabías siento ser yo quien te lo diga. De todas formas si se te ocurre algo mejor, te prestaré toda mi atención, puedes empezar por decirme qué va a pasar con los toros si desaparece el toreo, dónde van a estar, y qué van a comer. Seguro que en el bosque, cantando con Blancanieves.
Dec: No he dicho que los antitaurinos persigan la desaparición de las dehesas, he dicho que gracias a que los toros dan dinero, es rentable mantener una dehesa tal como está, y que si deja de ser rentable criar toros, el dueño de la dehesa buscará cómo ganar dinero con un pedazo de tierra, y eso está muy claro: urbanización al canto. En cuanto a lo de los separatistas, es posible que no me haya explicado con claridad, o también es posible que en estos tiempos de corrección política haya que explicarlo todo con pelos y señales, de cualquier forma, matizo: no digo que todos los que estén detrás de prohibir los toros en Cataluña tengan esta postura por ser separatistas, pero sí estoy seguro que la actuación de partidos políticos en esas posturas, sí responde ante todo a ese objetivo, si les preocuparan los animales, prohibirían los encierros que hay en muchos pueblos catalanes, esos pueblos separatistas de costumbres tan españolas.
Y otra cosa, yo no como lince.
Posiblemente la alternativa de los antitaurinos será meter los toros bravos en el zoo más cercano.
Por cierto, Juan, es muy bueno lo que has escrito sobre los toros y el toreo.
Saludos de una persona que nunca fue ni irá a los toros, pero que, a pesar de todo, no comparte esta histeria antitaurina.
Trigolimpio
Acaso nos hace ser mejores seres humanos regodearnos en el “arte” de matar un toro?
acaso no es un gesto de involución humana comercializar el sufrimiento del animal?..
por que no erradicar el dolor, el sufrimiento y las imágenes violentas? ¿ no tendriamos un mundo mejor?
El toro existe por que dá dinero. el tilacino por ejemplo no lo daba y desapareció. ¿ no esconde esto una gran hipocresía?
acaso estamos en armonía con la naturaleza entre puyazos, estocadas y sangre violenta jaleados por el público?
No hay más alternativa para los toros que un coso taurino?
toros si, plazas de toros no…inviable? hay alternativas.
¿ por qué motivo no se presenta la fiesta taurina en igualdad de condiciones
Estimado Sr.Dragó, ante el titular “hermano toro”..me gustaría hacerle la siguiente observación : ¿Acaso usted atravesaría con una espada el cuerpo de su hermano?
Vayase ya de una vez de esta puta España,prometio que se iria si salia el psoe otra vez en su 2ª legislatura y no cumple,es usted un pelele, taurino y asqueroso, que esta cayendo tan bajo que ya no puede levantarse si no es lleno de mierda,la que dice por su boca.TAUROMAQUIA AL CODIGO PENAL,por cierto conozco un psiquiatra muy guapo y tal y tal.
Carlos Cascaj tirado, pero qué le pasa a Usted ??!!
Por qué tanta agresividad ??!!
Usted me parece una bomba de relojería.
Y personas así se jactan de ser amantes de los toros ??!!
IMPOSIBLE.
Usted da miedo con esa verborrea tan hiriente y ofensiva.
Si todos los amantes de los animales escupen tanto odio, Dios nos libre.
Estoy segura de que Hitler, tan patológicamente amante de sus perros, también sería antitaurino.
Trigolimpio
No entiendo esta sociedad de hipócritas.
Las bestialidades que se hacen con todos los animales que comemos, es lo más cruel nunca visto. Los terneros atiborrados de hormonas, sus habitáculos reducidos a la mínima expresión para que el ternero no pueda ni cambiar de postura, que no se mueva para que engorde, es la máxima, ni siquiera disfrutan de sexo, se les insemina artificialmente y si vamos a cerdos o pollos, la crueldad es inimaginable.
Tampoco entiendo que se rasgen las vestiduras ante la lucha en la vida-muerte que está implícita en toda la naturaleza.
Cuando era pequeña en mi casa se hacía la matanza, para pequeños y mayores era una fiesta, entiendo que matar un cerdo tal como lo hacíamos es mucho más cruel que la muerte de un toro en el ruedo, ese espectáculo lo vivíamos desde que teníamos uso de razón pero ningún niño/a de aquella época hemos tenido trauma alguno con algo que para nosotros era tan natural como la vida misma.
La vida que tienen los toros de lidia ya quisieran tenerla cualquier animal que comemos, pero es más hasta la muerte de un toro de lidia sería envidiable para los animales de granja, si pudieran elegir. No es lo mismo morir maniatado cabeza boca abajo o en lenta agonía axfisiado en el transporte, que morir defendiéndote.
No soy aficionada a los toros, no es algo que me pueda permitir, no entra en mis priorídades, pero el par de veces que he ido a una corrida lo que he visto es la historia de la naturaleza vida-muerte representada magistralmente.
Tengo en la actualidad una pequeña granja y naturalmente tengo que matar pollos y conejos personalmente. Busqué en la web por si acaso podía algún método enseñarme como matar estos animales con el mínimo sufrimiento y resulta que el único vídeo que encontré para visionarlo tienes que inscribirte, declarar tu edad etc. claro para no herir sensibilidades.
Al otro lado de esto, las películas gores que pueden ver hasta niños con chupetes se recrean en toda la sangre habida y por haber y en toda la violencia que se pueda imaginar. Para que decir las matanzas que hacemos de humanos en la guerras imperialistas actuales o los juegos de vídeo consola que persiguen a ancianos para matarlos y todo consiste en matar y matar. Vivimos una sociedad super violenta que se viste con piel de cordero. ¡hipócritas!
Mentiras Taurinas de F. Sanchez Dragó
Anoche estuve viendo el programa Salvados, que sigo con cierta asiduidad. El reportaje sobre los toros estuvo bien. Cada uno en su papel, contando la película según le iba, hasta que hizo su aparición la mentira taurina en la voz de Sanchéz Dragó. Menos mal que mientras expresaba sus patéticos conocimientos sobre la neuroendocrinología, el empleado de la atracción de la feria en que se desarrolló la entrevista (el tren de la bruja), le daba escobazos en la cabeza. A pesar de todo creo que ni así se le van a aclarar las ideas. ¿Por qué nos reprocha que hablemos de lo que no sabemos? ¿Qué hay que saber para estar en contra de la tortura pública de un animal?
Decía el culto y sabio escritor, tertuliano, y ex presentador de telediarios de la noche en Tele Madrid:
-los antitaurinos muestran odio en sus caras y en sus expresiones, mientras que la gente que va a las plazas, es buena, culta y tiene una exquisita educación.
-Un estudio de veterinarios no taurinos, que apareció el año pasado, ha demostrado que los toros durante la lidia -si ésta se realiza adecuadamente- descargan las hormonas del placer, las mismas que se producen durante el orgasmo, mientras que, cuando están en el matadero lo que producen son las hormonas del sufrimiento.
¡¡Toma ya!! con el erudito.
Mire usted, señor Sanchéz Dragó, su incultura en este tema es manifiesta. El veterinario que dirigió dicho estudio, que ya sabremos quién se lo ha subvencionado, forma parte del comité científico de una asociación que se llama VETASE (Asociación de Veterinarios Taurinos Españoles).
Ni usted, ni los veterinarios a los que alude, pueden pretender que la lidia sea para el toro como un orgasmo, aunque hay por ahí otro veterinario que dice que es como una sesión de acupuntura. “La imaginación al poder” que reivindicaban los del mayo francés. Usted no sabe nada de lo que son las hormonas del placer, ni cuantas hay, ni como se llaman, ni cuales son los mecanismos por las que se producen, ni la función que tienen en un organismo. A usted se le ha olvidado de forma premeditada, que esas mismas hormonas son las del dolor, las que nuestros organismos y el del toro, y el de cualquier mamífero segregan cuando algo les duele, y que se sabe a ciencia cierta que no son capaces de neutralizarlo, sino de cuantificarlo, palabra que deriva del termino cuantificar (expresar numéricamente una magnitud). Cómo no sabe usted de lo que habla, sin darse cuenta nos está haciendo un favor a los antitaurinos.
Usted y los veterinarios que han firmado dicho estudio, saben que cuanto mayor es la intensidad del dolor sentido, mayor es la cantidad de estas hormonas detectadas en la sangre. Lo saben porque está en numerosos estudios científicos cuya lectura está al alcance de todos.
Estoy harto de repetirlo, y la amplia revisión científica que nuestra asociación AVAT (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia) ha publicado, así lo demuestra.
El estudio se ha realizado sobre toros muertos, y por tanto no tiene validez. De hecho ninguna revista científica se ha hecho eco de él después de dos años y medio. Y me consta que se ha llamado a muchas puertas para conseguirlo. Si estas hormonas tuvieran la capacidad que se las atribuye en el toro de lidia, le aseguro que los descubridores de sus milagrosos efectos en el toro durante la lidia serían propuestos para el Nobel.
A ver si ahora va a resultar que el significado de “corrida de toros” es otro.
http://jesade.wordpress.com/2009/07/20/mentiras-taurinas-de-sanchez-drago/
si eso es la esencia de lo español,renuncio a la nacionalidad española.
Sres, siendo un apasionado de la vida en todas sus expresiones me parece muy bien que se preocupen tanto de los toros pero porqué no se preocupan también de las acelgas, espinacas, lechugas y tomates que comen cada día y que no van a completar nunca y repito, nunca su ciclo biológico por ser ingeridas por Uds., si es que son vegetarianos. Sino lo son, pues a la lista se tendrían que añadir también gallinas, corderos, cerdos, entre otros muchos seres vivos que son consumidos “por millones” a diario por la especie humana. Al respecto y si reflexionamos un poquito nos daremos cuenta de que todo esto está montado así desde un buen principio y gracias a esta cadena o secuencia durante miles de años ha existido un equilibrio ecológico que ha permitido que nosotros conozcamos lo que es un águila imperial, un lince o lo que fué un dodó o un uro.
Resumiendo y considerándome un práctico medioambientalistaproteccionista, me hubiera gustado que durante muchísimos años hubieran perdurado la cultura del toro también en Catalunya, pues trás ella se hubiera contribuído -en mucho o en poco- a conservar miles de hectáreas de dehesas en media España -que alguna importancia dabe tener y más en un estado lleno de autonomías en banca rota, suprimiendo departamentos de medio ambientea diestro y siniestro-hecho desde mi punto de vista absolutamente prioritario pues era una explotación plenamente sostenible y que aseguraba la salvagurada no tan sólo del hábitat sino también de las especies que en ella habitan.
Dejémonos de lindezas ecologistas con trasfondo político y separatista y comamos en paz lechugas, tomates, pollos y corderos. Eso sí, dejémonos el rabo de toro para después de la Fiesta Nacional.
Saludos
La prohibición de los toros en Catalunya me parece una victoria del radicalismo enfermizo y de las miras estrechas.
Remarcar que desde mi punto de vista es una burrada digna de otro tiempo el (mal)trato que se les da a los toros en la plaza y la gente enfervorizada ante el sufrimiento de un animal me parece algo dantesco. Por eso entiendo que el toreo debe ser modificado acorde con la evolución de la sociedad.
Pero eso no es lo que ha pasado aquí, lo que ha pasado es que en España, el país donde todo el mundo le importa una mierda la política, tenemos una tendencia irracional a politizarlo todo: las tradiciones, los idiomas, el futbol… y de repente hemos llegado a la absurda situación en la que dos grupos (pro- y anti-taurinos) se han enrocado en una postura radical y corta de miras, donde se jugaba un órdago y ceder un poco era considerado perder.
Unos por ser incapaces de plantearse una modernización de “la fiesta” y adaptarla a los nuevos tiempos, han caído en la trampa del extremo contrario de plantear el toreo como únicamente matar un toro y la han defendido de forma radical. En el otro extremo gente que desprecia un signo cultural y una tradición y que ni siquiera ha planteado que las tradiciones hay que protegerlas y para eso hay que adaptarlas a los nuevos tiempos.
Nunca nadie ha pedido que se proteja todo lo que rodea el toreo, que se busquen medidas para que siga siendo posible a día de hoy, sin el maltrato de animal. Lo único que se ha pedido es la aniquilación total del toreo y todo lo que pueda estar relacionado con ello. No hay puntos medios, no hay posibilidades de entender a quien tienes delante. Da igual, dos posturas altivas en la que ambos se miran por encima del hombro, y en las que nadie hace el mas mínimo esfuerzo por entender.
Al final ganan los catetos, los de un lado o los de otro, pero siempre catetos.
A mi personalmente no me gustan los toros y tampoco entiendo (ni he intentado) su forma de arte, pero me parece que hay cosas mucho mas importantes en las que ocupar la justicia y las instituciones de este pais que en este aspecto.
No me declaro antitaurina pese a que los toros ni me gustan ni los llego a entender, lo unico que creo es que al igual que otro tipo de actos no se financien con dinero publico, el que quiera verlo que pague. y si puede ser que se hagan con cabeza y no se manipule a los animales… que muchas ocasiones lo hacen para que duren mas o menos en las plazas.
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