EL LOBO FEROZ: Quetzal


Miguel de la Quadra Salcedo

Señor: acabo de llegar a puerto en el litoral de Chile y allí, esperándonos, plantado en el muelle y melena al viento, está Miguel de la Quadra. Parece el león de la Metro. Sus rugidos son ronroneos de saludo, por más que atruenen el aire, y nos anuncian que la aventura no ha terminado. Somos su tropa, sus quetzales, sus Trescientos. Él es Leónidas, pero sin adversarios, porque no los tiene, ni armas, porque no las quiere. Venimos de la isla de Juan Fernández, en la que el bucanero Selkirk naufragó en 1704 para que en 1719 su compatriota Daniel De Foe pudiese escribir la primera novela de la historia de la literatura inglesa. Punto final es ése -para mí, porque los quetzales siguen- de la vigésimo primera edición de una Ruta que, de año en año y de decenio en decenio, sin pausa y sin prisa, como las estrellas de Goethe y los pájaros que oyó pasar la tripulación de las carabelas, ha paseado por el Nuevo Mundo y por la vieja España a ocho mil cachorros de las dos orillas y, educándolos sin domarlos, los ha convertido en hombres. Es mucho, Señor, es tanto, aunque por fortuna incruento, como en otros siglos hicieron las gentes que ganaron para la Corona que Vos representáis más reinos de los que jamás haya gobernado monarca alguno. Por ello, como quetzal de a pie, como cronista de Indias y de la Ruta, como Bernal raso, os pido, Señor, desde la tierra de Arauco, que reconozcáis los méritos de este león marino, de este Leónidas desarmado, de este Alonso de Ercilla, de este Caupolicán, de este Bartolomé De las Casas, de este misionero del mestizaje, de igual modo que uno de vuestros antecesores lo hizo con los descendientes de Colón al otorgarles el ducado de Veragua. Rey Juan Carlos: no apelo sólo a la generosidad, sino también al sentido de la justicia, porque, siendo ambas virtud de reyes, justo y generoso es que confiráis a Miguel de la Quadra el título de duque de Quetzal. Adelantado de Indias y Grande de España ya lo es, aunque nunca lleve calcetines y muy rara vez corbata, por derecho propio y de usufructo. Perdonad, Señor, mi atrevimiento y no lo atribuyáis a hipérbole, sino a gratitud. La mía, la de todos. Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un español tan noble como éste. Que Dios, si atendéis mi propuesta, os lo premie, y que, si la rechazáis, os lo demande. ¡Ojalá campee pronto un quetzal con cola de serpiente de plumas en el escudo del nuevo Duque! En vuestras manos está, Señor. Decidme algo.

Publicado en: ...el 05 Marzo 2010 @ 01:47 Comentarios (10)

10 comentarios

  1. A 05 Marzo 2010 @ 16:33 Espinete dijo:

    Puede que le resulte interesante saber que Miguel de la Quadra-Salcedo es descendiente directo de Alfonso V, como bien se explica en esta página, en la que Miguel de la Quadra-Salcedo y Gayarre ocupa la casilla XXVIII.5.4.1.:

    http://www.euskalnet.net/laviana/gen_bascas/salcedo.htm

    El nieto de aquel rey, el Conde de Noreña, pobló en el siglo XI en el Valle de Salcedo (a 20 kms. al oeste de Bilbao), donde fundó un Señorío, y el sucesor por vía patrilínea sigue siendo hasta hoy el Marqués de Castillejos, del que Don Miguel es primo.

    No estoy seguro, pero creo que, además de cuñados (el Conde de Noreña era hermano de doña Jimena), el primer Señor de Salcedo y Rodrigo Díaz de Vivar eran primos carnales o segundos, con lo que nuestro Caupolicán sería también pariente del Cid.

  2. A 05 Marzo 2010 @ 19:50 JOHNNYBGOOD dijo:

    Pues suerte tiene su descendiente de no compartir la misma suerte con la dentadura jajaja. Se sabe por crónicas que el Cid tenía una infección brutal en las encías que soportó muchos años. Parece ser que iba saliendole espuma por la boca los últimos años y su aliento era pestilente. Mala imagen debía dar en la España musulmana de la época donde el aseo estaba a la orden del día y se repudiaban los malos olores, lástima que cierto refinamiento oriental en este aspecto no acabara quedando en la península después de la reconquista, una pena. Nos quedamos con la influencia en la ciencia, en la técnica de los regadios, en el comercio y los artilugios mecánicos.

  3. A 07 Marzo 2010 @ 00:40 Trigolimpio dijo:

    Bbad, hablando de pestilencias no sé si sabrás que el relucinete rey de Francia Luis XIV -el llamado Rey Sol- olía a cloaca, pues tenía piorrea y además no podía hacer sus necesidades por el ano, sino que lo tenía que hacer por la barriga, ya que no le funcionaba el intestino. Te puedes imaginar el cóctel de olores pestilentes que emergían de tan ilustre Rey ?!
    Digo esto porque casos de este tipo eran muy frecuentes en esas épocas, pero tú hablas del Cid, que vivió muchos siglos antes que Luis XIV, y lo dices como que sus problemas de encías fuesen un caso muy especial, cuando, en realidad, casos de afecciones bucales tenían que estar a la orden del día en esos tiempos. Los árabes, a pesar de su exquisita higiene, también se verían más afectados de lo que tú crees con todo tipo de infecciones bucales y no bucales. No existía la penicilina y las infecciones de todo tipo eran el pan nuestro de cada día. El Rey Sol, oliendo que apestaba, esto si que no nos lo podíamos ni imaginar viendo sus retratos tan empolvados y acicalados.
    Por cierto, había moros y moros. Los más refinados vivían en España, pero los guerreros que invadieron la península, procedentes de Marruecos, no eran precisamente de lo más exquisito que haya dado las culturas musulmanas, sino todo lo contrario.

    Saludos de Licor del Polo
    Trigolimpio

  4. A 10 Marzo 2010 @ 21:27 JOHNNYBGOOD dijo:

    Eran almoravides y almohades con presencia bereber en sus diversas oleadas, pero eran soldados de fortuna sin familia y casi mercenarios adictos al pillaje, seguro que apestaban también viniendo muchos del Rif donde no sobraba el agua precisamente. Realmente la reconquista fue una guerra civil mas de nuestro pasado, como tantas otras. Extranjeros eran cuatro y los demás se convirtieron gustosamente con tal de perder de vista a los reyezuelos tiranos visigóticos. Pero con la primera influencia Omeya no solo hubo la recuperación del baño público sino también la salud buco dental, hacían como hacen en el africa sud sahariana morder raices de plantas diversas que ademas de blanquear eran atisépticos.

  5. A 13 Marzo 2010 @ 23:51 Carmela dijo:

    Como dijo un insigne granadino cuando algunas autonomias pedían la categoria de “históricas”: “cuando en el resto de España no conocían el agua, ni por supuesto una de sus múltiples funciones, el baño, aquí teníamos fuentes de colores”, por favor no los llaméis moros que es muy ofensivo ni tampoco reconquista, fué una invasión y punto, la familia de Boabdil llevaba en España ocho siglos cuando los expulsaron, yo creo que era ya más español que nuestro Juan Carlos, ¿no?. Andalucia sufrió un retroceso del que todavía no se ha recuperado. Saludos.

  6. A 18 Marzo 2010 @ 13:01 El Gran Surmano dijo:

    “Rey Juan Carlos: no apelo sólo a la generosidad, sino también al sentido de la justicia, porque, siendo ambas virtud de reyes, justo y generoso es que confiráis a Miguel de la Quadra el título de duque de Quetzal.”

    Las virtudes más corrientes en los reyes son comer, beber y fornicar, y en eso no son diferentes de la mayoría de los seres humanos. El título de duque tiene tanto valor como el de “intelectual”, y especialmente cuando éste se proclama anarcoindividualista sin ser más que un servil adulador.

  7. A 05 Abril 2010 @ 14:26 Trigolimpio dijo:

    Siento mucho eso de “moros”.
    No lo he escrito, en lo que a mí concierne, de forma despectiva o menospreciablesino, sino simplemente ignorante.

    Lo siento !

    Trigolimpio desde Berlininculto

  8. A 26 Junio 2010 @ 19:31 Louar dijo:

    Mi total apoyo a la propuesta de Dragó. Reconozcámosle a Miguel de la Quadra Salcedo su labor, su trayectoria, su personalidad ahora que está vivo. Y quién mejor para recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia…
    Otra cosa, aunque no venga muy a cuento en este hilo propuesto por el autor. Sobre Etimología de moro
    La palabra castellana “moro” procede de la latina maurus y esta a su vez de la griega máuros (negro o moreno), que designaban a los habitantes de la Mauritania antigua; aún hoy en griego moderno mávros-mávri es el adjetivo masculino-femenino para negro. No está claro si fue este uso como adjetivo el que originó la denominación del gentilicio o fue a la inversa.

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  10. A 06 Julio 2011 @ 16:08 Sabino de Ayala dijo:

    Creo que Drago es un genio y ademas un cachondo, virtudes escasas en este “reino de taifas”, que fue España.El Ducado de Quetzalt que al Rey solicita para Miguel de la Quadra-Salcedo,lo tiene mas que merecido: su trayectoria de deportista de elite, de periodista de primera linea y por supuesto de embajador de España en Las Americas, uniendo lazos con diversos paises y sobre todo el ser un ejemplo de etica y principios para la juventud en especial a traves de su Ruta Quetzalt asi lo reclaman.