EL LOBO FEROZ: Buenos propósitos

Hace exactamente un año anuncié que no volvería a probar ni una loncha de jamón de pata negra (y del otro, menos) hasta las doce y un minuto de la madrugada de la primera noche de 2010. Protestaba así por lo que entonces califiqué de pensamiento único de la gastronomía ibérica. ¿He mantenido la promesa? No del todo, porque soy pecador, las tentaciones eran muchas, me ponían a prueba los amigos y no tengo vocación de Tántalo, pero mis perjurios han sido esporádicos, anecdóticos y frugales. Termina ahora mi año de abstinencia. ¡Aleluya! ¡Otra vez puedo comer jamón! Me dicen, además, que anda barato por culpa de la crisis. Millones -¡ya será menos!- de perniles de cochinos montaraces alimentados con bellota aguardan en los secaderos a que alguien puje por ellos. Yo, hasta nueva orden, no lo haré. Reposa en mi despensa, aún con el virgo intacto, la soberbia pieza de pensamiento único que un filántropo me ha enviado desde Jabugo. Hoy mismo, noche de Reyes, la apuñalaré a traición y seguro que haré una escabechina, porque manejar como Dios manda un cuchillo jamonero es cosa tan difícil como estoquear victorinos o sacar música de un Stradivarius. A los Reyes venidos de Oriente, en vez de turrón de Mira, mazapán y agua, les dejaré en el balcón unas lonchitas y mañana encontrarán otras mis gatos, más gruesas, metidas en sus mitones. Yo me sacaré la espina de 2009 y me pondré a rigurosa dieta de pata negra hasta llegar al hueso. Ese es mi primer propósito del año entrante. El segundo es el de no permitir que mis ex compatriotas sigan robándome tiempo, dinero y paciencia con su impuntualidad. Eso, unido a los horarios de las comidas, la nocturnidad, la picaresca, la mala leche, la falta de educación, los gritos, el tuteo y la manía de no cerrar nunca las puertas ni bajar la tapa de los retretes, es lo que más me encocora en Vandalia. Tomen nota quienes se citen conmigo. A los cinco minutos de retraso levantaré el vuelo. ¿Algo más? Sí. No iré a restaurantes, cafeterías o tabernas en los que esté permitido el humo (de tabaco, se sobrentiende) ni saludaré a nadie con falsos besos en las mejillas ¿Para qué, si ni siquiera las rozan? ¿De dónde ha salido tan estúpida costumbre? ¿No es mucho mejor, más cordial, más expresivo, tender la mano y estrechar la que se nos tiende? Así se hacía antes. Así lo haré yo. Los besos, como en Japón, sólo en la cama o en cualquier otro sitio donde el sexo ande por medio. ¿Hace?

Publicado en: ...el 25 Marzo 2010 @ 20:04 Comentarios (6)

6 comentarios

  1. A 27 Marzo 2010 @ 12:39 Trigolimpio dijo:

    Genial, Buen Dragó, todo lo que dice aquí.

    Reconozco que, yo personalmente, me he pasado con Usted con eso del tuteo.
    A partir de hoy tendré más cuidado ( y NO es ironía !), respeto y entiendo su punto de vista.
    Tiene razón en todo lo que dice de las costumbres vándalas. A mi padre también le sacaban de quicio ( o se dice “lo” sacaban de quicio ???).
    Esto del leísmo como buena castellana lo tengo poco claro. No me gusta el acusativo masculino “lo” tratándose de personas, pues me suena mucho a objetos y a utensilios diversos, pero no a personas. Mi problema es en este caso que no sé si rige el acusativo o el dativo la expresión “sacar de quicio”.
    Si digo saco algo, por ejemplo del bolso, está muy claro que ese algo tiene que estar en acusativo.
    Si digo sacar a alguien de la cárcel, ese alguien también es acusativo, aunque yo, como buena castellana vieja, diría “le” sacaron de la cárcel si se trata de un hombre y “la” sacaron de la cárcel si es una mujer. Sé que de tratarse de un hombre el acusativo “lo” (sacaron de la cárcel) sería gramaticalmente correcto, pero me suena a cacharro y no a persona.
    Con expresiones como “sacar a alguien de sus casillas” o como “sacar a alguien de quicio”, aquí es donde tengo mis problemas. Rige el dativo o el acusativo en estos casos. Mi lógica me dice que regirá el acusativo “lo” o “la” y no el dativo “le”.
    Por favor, si hay alguien en este blog, que me lo pueda explicar, le estaría muy muy agradecida.

    Un sincero apretón de manos, confío antiséptico
    Trigolimpio

  2. A 27 Marzo 2010 @ 17:24 Chudito dijo:

    Trigolimpio: La gramática española está para algo. Consúltela y saldrá de dudas. Con respecto a su sincero apretón de manos, es mejor estrechar que apretar. Como también es mejor estar en el acto sexual que hacerlo… Sí, estoy de acuerdo con usted que el saber es jerárquico. Y que el alumno nunca puede estar a la altura de su maestro. Como tampoco el maestro estará a la altura del alumno cuando le sobrepase en saberes.

  3. A 28 Marzo 2010 @ 21:37 Trigolimpio dijo:

    Chudito,
    no tengo ninguna gramática española al alcance. Se me extraviaron, o las regalé, con tanto cambio de domicilio.
    Claro que está muy bien estrechar la mano, pero si utilizo el substantivo, en vez del verbo, suena muy disparatado.
    Veamos: “Un sincero estrechón de manos”.

    Sea como sea SINCERO es de cualquier forma.

    Abrazos desde Berlingris
    Trigolimpio

  4. A 29 Marzo 2010 @ 10:27 Trigolimpio dijo:

    Chudito, eso queda en Colombia o en Soria ??!!

    El decirme que consulte la Gramática Española, en vez de ayudarme, aquí y ahora, es como decirle a alguien que pregunta por una calle determinada que se compre el callejero.
    Gracias por su “ayuda” !

    Trigolimpio

  5. A 04 Abril 2010 @ 14:09 Chudito dijo:

    Trigolimpio: Entre “dativos”, “acusativos”, complementos –directos e indirectos–, y alguna que otra ironía, me quedo con su limpísimo y sincero saludo.

    Un abrazo.

  6. A 30 Mayo 2012 @ 11:02 Jose | restaurantes en toledo dijo:

    Que pinta tiene este blog date por seguro que seguiré viniendo por aquí