Editorial de Diario de la Noche del 12/03/08

Buenas noches. La rosa. El porqué de su presencia aquí es historia larga y ya contada, con detalle, imaginativamente, en mi novela El camino del corazón. Contarla de nuevo aquí ―lo había prometido― sería extemporáneo, en el más estricto sentido etimológico de la palabra: intempestivo, fuera de tiempo, porque rebasaría el que suelo asignar a Teledragó, a este editorial, a este prólogo, y me obligaría a invadir el tiempo asignado a las noticias, a Telemadrid. Diré sólo, para quienes no quieran pechar con la fatiga ―grata, creo― de leer la novela mencionada, cuya enésima edición, de bolsillo, acaba de salir, que en noviembre de 1968, y en un lugar de la india, cercano a Madrás y situado frente al mar, se me acercó, en circunstancias muy especiales, una especie de faquir, de santón ambulante, me pidió que abriera mi mano izquierda y que echase en ella la ceniza de un cigarrillo que, sentado yo al volante del indómito volkswagen ―así lo llamo en la novela―, estaba fumando, lo hice, me dijo que cerrara la mano, lo hice, me dijo que la abriera, lo hice, y ya no había ceniza.

Había una rosa amarilla. El santón no me toco en ningún momento. Fue así, y así empezó la historia interminable, porque se han ido añadiendo muchos nuevos capítulos, no de la rosa efímera, pasajera, flor de un solo día, que todas las noches aparece en el jarrón, sino de esta otra rosa, seca, pero no marchita, véanla, que guardo en una urna de cristal y que, colocada sobre la mesa de mi casa en la que escribo, y émula de la llama, como dijese el poeta, ha presenciado, acompañado y alumbrado todo el quehacer de mi obra literaria a partir del momento en que por gracia de su impulso ―y ésa es su gracia― me senté a escribir Gárgoris y Habidis. Termino ahora, no sin añadir que esta rosa ―es un guiño― viene del lugar donde estuvo Alicia, del País de las Maravillas, y que al término de este programa de hoy, cuando Telemadrid sea otra vez, durante un par de minutos, Teledragó, contaré algo más sobre la rosa.

Publicado en: ...el 07 Abril 2008 @ 14:11 Comentarios desactivados

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