DRAGOLANDIA: Donde las dan, las toman

Sr. Director de PÚBLICO:

No me acojo, con estas líneas, al derecho de réplica, pues soy poco dado a legalismos, sino a la deontología de la profesión que usted y yo ejercemos. Le ruego que las publique. Yo, por si acaso, y por mi cuenta, también lo haré. Aparecerán el jueves 1 de mayo en mi blog —Dragolandia— de EL MUNDO digital.

El pasado lunes, 28 de abril, el periódico que usted dirige dedicó tres páginas a la supuesta manipulación ideológica e informativa que los gobiernos autonómicos de Madrid, Valencia y, en menor medida, otras regiones aplican en los canales públicos de televisión que de ellos dependen. Es usted libre de creerlo así y de denunciar, si tal convicción existe y tiene pruebas de ello, lo que en dichos ámbitos sucede. Yo sólo puedo decirle al respecto que jamás, y empeño en la frase mi palabra, he recibido presión o, meramente, indicación alguna en los cinco años que Canal Nou mantuvo en antena mi programa El faro de Alejandría ni, por lo que a Telemadrid se refiere, en los quince meses durante los que dirigí y presenté Diario de la noche o en los casi cuatro años que llevo al frente del programa de libros Las noches blancas. Pero no es esta puntualización, que viene al caso, el motivo de mi carta, sino la defensa propia. Se lo explico, y para ello me basta con traer a colación, y a comparación, dos párrafos —ajeno el uno, propio el otro— respectivamente aparecidos en su periódico y en mi columna de los martes en EL MUNDO (edición impresa).

Primer párrafo. Decía PÚBLICO, en la sexta página del número cuya fecha ya he citado, lo que a continuación y respetando su literalidad transcribo: Los cazadores reconocen su caza. Por ejemplo. Fernando Sánchez Dragó, conductor hasta el 13 de marzo de Diario de la Noche: “he prevaricado, he pecado contra la libertad de expresión”, explicaba en su blog. “He aplicado durante quince meses férreas normas de censura dragoniana (sic) en mi informativo”.

Segundo párrafo: salido de mi pluma, publicado el 18 de marzo en mi columna El lobo feroz y recogido a partir del día siguiente en el blog de mi página web (sanchezdrago.com). Dice, y cualquiera puede comprobarlo, lo que sigue: “Voy a cantar de plano. Expúlseme Urbaneja de la Asociación de la Prensa y fumigue Pedro Jota mi cubil de lobo feroz. He prevaricado. He pecado contra la libertad de expresión. He aplicado durante quince meses férreas normas de censura dragoniana (con ge) en el informativo que dirigía. Los huesos de mi padre se revuelven en su tumba.”

“Lo hice por pedagogía. Sírvame de atenuante la buena intención. Miré los muros de la patria mía y vi, como Lot, que muchos de mis paisanos eran coprófagos: engullían telecaca durante muchas horas al día.”

“Fue entonces cuando empuñé las tijeras, acoté el territorio de la información y expulsé del ámbito de ésta los deportes, el sacramento del fútbol, los sucesos delictivos, los malos tratos, los muertos en carretera, la pederastia, los ecos de sociedad, las bodas, los cuernos y los divorcios, los conciertos de rock, los pases gráficos de películas, las pasarelas (Cibeles incluida), la llegada de náufragos y buques negreros a las costas españolas, la cocina creativa, Madrid Fusión, ARCO y tantas otras idioteces, perversiones o iniquidades del satiricón que nos rodea.”

“Y no pasó nada. Nadie se quejó. Diario de la Noche ganó audiencia. En España, amigo Lot, aún quedan hombres justos capaces de entender que el sentido común, el respeto a la dignidad de las personas, el buen gusto y las buenas maneras no están reñidos con la libertad de expresión. Al contrario: la refuerzan.”

Más claro, me parece, agua de trasvase socialista. ¿No cree, señor director? ¿Y no debería tirar de las orejas de burro —las suyas de él, no las que yo en muy distintas circunstancias me puse— al redactor, anónimo, pues su firma no figuraba, que escribió (supongo que con faltas de ortografía) el primer párrafo por mí reproducido? Una de dos: o es, simplemente, un cabrón, aunque su mujer, si la tiene, no le ponga los cuernos, o —lo que para él sería aún peor— es un idiota ignaro de lo que significa el contexto e incapaz de entender una figura retórica tan vieja como el mundo: la ironía. Todo ello, por ética y por estética, lo invalida como periodista. Si yo fuera usted, lo despediría.

Resulta, en cualquier caso, francamente curioso que se manipule de tal forma un texto ajeno en un reportaje donde, con razón o sin ella, se denuncia precisamente la manipulación. Hay, señor director, alguaciles alguacilados, hipócritas que presumen de lo que carecen, asnos a los que la Facultad de Información no presta lo que natura no les da y tiros que salen por la culata.

Le quedo muy agradecido por la publicación de cuanto antecede.

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Addenda: Esta Carta al Director de Público fue publicada tal cual por el periódico que dirige Nacho Escolar al día siguiente de salir de mi pluma.

Publicado en: ...el 04 Mayo 2008 @ 14:39 Comentarios desactivados

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